Distintas sensaciones dejó el acuerdo alcanzado este sábado en Glasgow, Reino Unido, en el marco de la realización de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP26.
Mientras algunos líderes valoraron los resultados del pacto y destacaron las metas propuestas, que buscan mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global en 1,5 grados para 2100 con respecto a los niveles preindustriales, organizaciones ecologistas criticaron la «poca ambición» de los objetivos trazados en la cumbre.
Entre quienes resaltaron el acuerdo se encuentra el primer ministro británico, Boris Johnson, quien afirmó que el acuerdo es «un gran paso adelante». No obstante, advirtió que aún queda «mucho por hacer en los próximos años».
Mirada similar a la expresada por el vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans, quien consideró que el Pacto Climático de Glasgow es de «importancia histórica».
«La humanidad podrá vivir dentro del planeta, lo que significa que hay un futuro próspero y seguro para cada ser humano de este planeta», afirmó, por lo que llamó a «cumplir» las promesas contenidas en el acuerdo.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estimó que el acuerdo adoptado por más de 200 países «mantiene vivos los objetivos del acuerdo de París, dándonos la oportunidad de limitar el calentamiento global a 1,5°C».
«Avanzamos en los tres objetivos que nos habíamos fijado al inicio de la COP26. Pero no debemos perder tiempo, aún nos espera un trabajo difícil«, añadió.
Mientras que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, valoró el pacto logrado hoy, aunque advirtió que el mundo sigue estando a las puertas de una «catástrofe climática», La COP26 de Glasgow logró «pasos hacia adelante que son bienvenidos, pero no son suficientes», estimó en un comunicado el secretario general.
«Los textos adoptados son un compromiso. Reflejan los intereses, la situación, las contradicciones. Desgraciadamente la voluntad política colectiva no fue suficiente para sobrepasar las profundas contradicciones«, complementó.
DECEPCIÓN DE LAS ONGs
En contraparte, las organizaciones ecologistas consideraron «demasiado pobre» y falto de «compromisos firmes y concretos» el pacto como para lograr las metas del Acuerdo de París.
El responsable de Clima de SEO/BirdLife, David Howell, señaló que en conjunto el resultado de la COP26 es «totalmente insuficiente«, porque el abandono de los combustibles fósiles y los subsidios asociados aunque figuran «por fin» en el acuerdo final, «está expresado en términos demasiado tímidos como para impulsar la transformación colosal requerida».
En opinión de Howell, la senda del límite del calentamiento global de 1.5 grados en relación a la era preindustrial «está aún lejos», este año se han dado «pasos modestos», cuando cada año toca dar pasos de gigante y corriendo.
Según Howell, el resultado tampoco es satisfactorio en relación a los «retrasos de la financiación» para los países más necesitados y vulnerables ante la emergencia climática, con la vida y sustento de millones de personas en grave riesgo permanente.
Por su parte, Greenpeace aseguró que la decisión de la COP26 «es sumisa, es débil y el objetivo de 1.5 grados apenas está vivo«. Sin embargo, la organización ecologista había destacado que desde la cumbre se había enviado una señal de que la era del carbón está terminando «y eso es importante», si bien la India introdujo a última hora una modificación en la que se habla de «reducción progresiva», en lugar de eliminación del carbón.
La directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, enfatizó en un comunicado que «aunque el acuerdo reconoce la necesidad de reducir las emisiones en esta década, esos compromisos se han dejado para el año que viene«.
«Los jóvenes que han llegado a la edad adulta en una crisis climática no tolerarán muchos más resultados como éste. ¿Por qué deberían hacerlo si están luchando por su futuro?», subrayó Morgan.
Por último, de acuerdo a Amigos de la Tierra, la COP26 ha sido la cumbre «más excluyente de la historia». La responsable de Justicia Climática de Amigos de la Tierra, Cristina Alonso, indicó que «la falta de ambición en el acuerdo de Glasgow nos conduce a un aumento de la temperatura global muy superior a lo que la ciencia determina y a lo que la sociedad civil de todo el mundo reclama». «Nos estamos quedando sin tiempo para actuar», concluyó Alonso desde Glasgow.(Emol)
