Una mañana lluviosa recibió este viernes al obispo de Osorno, monseñor Juan Barros Madrid, quien poco antes de las 9 horas llegó hasta el edificio de la Corte de Apelaciones de Valdivia, en la Región de Los Ríos, para prestar declaración ante el magistrado Marcelo Vásquez en el marco de la demanda civil interpuesta por los denunciantes del caso Karadima en contra del Arzobispado de Santiago. Trámite que duró cerca de cuatro horas y tras lo cual el prelado salió por una puerta posterior sin hablar con la prensa.
Pero el religioso no fue el único que viajó hasta allá, puesto que cerca de 30 integrantes del movimiento laico de Osorno hicieron lo propio y se apostaron en el frontis del tribunal, donde provistos de sus ya clásicas pancartas y consignas, protestaron en contra del sacerdote a quien las víctimas del bullado caso lo apuntan como encubridor de los abusos.
En el lugar, ubicado en calle Yungay a una cuadra de la costanera, hubo además un fuerte resguardo de Carabineros, contingente apostado en todas las esquinas y que incluyó un bus policial; así como una importante presencia mediática. La abogada demandante, Grace Schmidt, señaló que fue una declaración extensa, que Barros desconocía que existió una investigación del Vaticano en su contra, que él tuvo palabras ambiguas y respuestas evasivas, por lo que le tuvieron que replantear muchas veces las preguntas .
Antes, el vocero de los feligreses osorninos, Mario Vargas, explicaba que “le haremos ver la situación de ingobernabilidad que tiene la diócesis con su llegada, manifestando abiertamente que hay parroquias que han cerrado sus puertas, que él no puede asistir a actos públicos, que no existe un plan pastoral para dirigir la ciudad”. Pero no lograron acercarse a él.
Cabe recordar que las diligencias en el marco de esta demanda surgen porque la parte querellante acusa una «negligencia sistemática» de parte del Arzobispado de Santiago en el marco del caso Karadima, cuyo proceso está en su recta final. Revisa aquí las preguntas que debería responder el obispo de Osorno.
El movimiento laico pretendía además entregarle una carta al obispo en la cual lo invitarían a debatir con uno de los denunciantes del caso, Juan Carlos Cruz, quien viajará por segunda vez a Osorno a fines de este mes. Cosa que no ocurrió.
