A un mes de que el Tribunal Superior Electoral lo absolviera de las denuncias sobre presunto financiamiento ilegal de su campaña de 2014, el Presidente brasileño Michel Temer enfrenta ahora una nueva batalla por la permanencia en el Palacio de Planalto. Hoy el autor de un informe parlamentario sobre las acusaciones por corrupción que pesan contra el mandatario afirmó que existen “indicios serios y suficientes” para transmitir a la Corte Suprema esa denuncia, dando inicio a un proceso que podría costarle el cargo a un debilitado Temer, que ve como algunos de sus aliados clave analizan su eventual desembarco del gobierno.
“Tiene que haber una investigación de los hechos bajo sospecha”, dijo el diputado Sérgio Zveiter al recomendar a la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) de la Cámara Baja pronunciarse a favor de la investigación de las denuncias formuladas contra Temer por la Fiscalía General.
Tras el debate en esa comisión, que puede extenderse hasta por cinco días, el informe de Zveiter -quien es miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el propio Temer- será votado en el pleno de la Cámara Baja y, si es apoyado por dos tercios de los diputados (342), la Corte Suprema será autorizada a instaurar el juicio penal, con lo que suspendería a Temer durante los 180 días que duraría el proceso.
“Es mentira, es infamia, es indigna”, declaró el abogado del mandatario, Antonio Claudio Mariz, ante la CCJ después de que Zveiter, instructor de ese comité, recomendó acoger la denuncia contra Temer.
El gobernante fue acusado de recibir un soborno US$ 150.000 de JBS, la mayor procesadora de carne del mundo, a través de un asesor al que la policía fotografió recibiendo una maleta con ese dinero antes de arrestarlo. La Fiscalía afirma que ese monto estaba destinado al Presidente. Sin embargo, la defensa de Temer ha negado los cargos, calificando la acusación de “pieza de ficción”.
Pero la base aliada ha dado muestras de erosión desde que a mediados de mayo se difundiera una grabación hecha por el dueño de JBS, en la que Temer da su presunto asentimiento al pago de un soborno para comprar el silencio de un ex diputado detenido.
En declaraciones al canal Globo, el presidente interino del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el principal aliado del gobierno, Tasso Jereissati, reconoció que la colectividad se inclina poco a poco por dejar el Ejecutivo. “En los últimos días el partido, sin ninguna imposición de los líderes (de la Cámara y del Senado), está evolucionando de forma natural hacia la salida del gobierno”, explicó.
Un decisión que sería analizada anoche en Sao Paulo en un encuentro organizado por el gobernador de ese estado, Geraldo Alckmin, y al que asistirían el ex Presidente Fernando Henrique Cardoso, de Tasso Jereissati y del alcalde paulista João Doria.
Pero el propio Alckmin admitió que el PSDB podría salir de la coalición después de la votación de la reforma laboral, prevista para este martes en el Senado. “Debemos aguardar el término de las reformas. Después de eso, yo veo que no hay ninguna razón para que el PSDB participe del gobierno”, dijo a O Estado de Sao Paulo.
Más crítico se mostró uno de los principales dirigentes del PMDB, el senador Renan Calheiros, quien en entrevista con Folha de Sao Paulo señaló que “independientemente de los partidos, casi todos apoyan una salida” de Temer, porque “la turbulencia es insoportable”. Y apuntó al líder de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, como eventual sustituto de Temer ante esa “inevitable travesía que debemos hacer”. “El gobierno de Temer ya fue; Maia puede ser una salida”, planteó. (La Tercera)
