Aunque en principio me resultó chocante, no pude dejar de darme cuenta de que, mientras seguía intermitentemente la noticia, me producía cierta admiración y placer el espectáculo televisivo a que el incendio estaba dando lugar y la manera espléndida —literalmente— en que se convertía en imágenes impresionantes que llegaban nítidas, aunque inocuas, hasta mi dormitorio. Lo encontré hermoso, entretenido, grandioso y se me pasó el pensamiento por la cabeza, un poco blasfemo, que así como debemos estar orgullosos de los hombres capaces de construir catedrales magníficas como Notre Dame, orgullosos de esas hermosas catedrales, las catedrales de hoy son de otro tipo y se yerguen en nuestras casas, tan presentes y tan invisibles, esa suma de artefactos, energías y medios de comunicación increíbles que permiten ver y llorar por catedrales incendiándose a lo lejos, más lejos de lo que podrían divisar miles de ojos juntos.
Esas catedrales, las catedrales góticas sobre todo, son un símbolo de civilización, por cuanto la estructura entera se apoya en cada una de sus partes, y cada una de ellas, para elevarse y mantenerse en pie, a su vez, requiere del conocimiento, trabajo, empeño y recursos aportados por generaciones sucesivas, lo cual ilumina la manera como también llegan a ser las tecnologías contemporáneas. Como aquellas, estas son posibles por una acumulación de nuevos conocimientos y tecnologías que se van sumando a lo largo de décadas, en cuyo descubrimiento e invención han participado autónomamente centenares de personas. Una suma de inteligencia, conocimientos, esfuerzo y recursos aplicados a resolver preguntas y problemas específicos, dando lugar a otras búsquedas y respuestas posteriores que los primeros investigadores ni siquiera sospecharon. Es sensato pensar que ambas, además, se hallan impulsadas por una energía común, un deseo de maravillar y seducir a un espectador para que, venciendo las limitaciones de la materia, se produzca en este un hipnótico efecto una suerte de vívida conmoción espiritual. (El Mercurio)