¡No más de lo mismo!- Sergio Romero

¡No más de lo mismo!- Sergio Romero

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Las primarias de la centroderecha francesa han nuevamente golpeado la escena política, tal como lo hiciera Trump o el Brexit en su momento. Todos han derribado los aprontes y han enviado una señal potente que nada en política está dibujado de antemano.
En Francia, votaron más de cuatro millones de electores, y se asistió a una impecable puesta en escena, lo que da cuenta de una cultura cívica sobresaliente, y la aparición expectante de un líder político como François Fillon que con los dos tercios de franceses participantes se apresta a enfrentar, con éxito, a la nacionalista Marine Le Pen, que aparecía como probable ganadora. ¿Y la izquierda gobernante qué?

El periódico más cercano a ese sector, Liberation, titula el martes pasado, con el sugestivo “Izquierda Titanic” para graficar que su quiebre le impedirá cualquier opción en los comicios del año entrante.

Todos se miran con incredulidad de lo que está pasando. La propia partida de Fidel Castro ha concitado más expresiones negativas y abiertamente críticas de una revolución que lleva más de medio siglo y que solo consigue fundadas y tremendas sanciones éticas. Y de todo orden.

El ciudadano común en nuestros días está despertando del sueño, que a veces se presenta arropado de románticas aspiraciones y que las más de las veces no se cumple.

El derribamiento no solo de lo “establecido” y de lo “políticamente correcto”, sino también de los sueños de una quimera que atraía como el “castrismo”, están siendo ya rechazados por una opinión pública agotada de tantas promesas y cantos de sirenas.

Hoy, al igual que en la Francia de Fillon, la gente está cansada de ver cómo se esfuman las oportunidades de progreso y desarrollo individual y nacional, por improvisadas y regresivas reformas que solo buscan más Estado, vía dar empleo al clientelismo político, y despilfarrando recursos en estas quimeras reformistas, que no las defienden ni sus propios autores, y no enfrentando con firmeza y claridad los reales problemas que angustian a la ciudadanía, como una inmigración a lo que resulte o funcionarios públicos en movimientos ilegales, negándoles los servicios mínimos.

En Francia ganó las primarias quien derribó lo políticamente correcto, y afirmó que de ganar disminuiría en 500.000 los empleos públicos innecesarios, e improductivos, flexibilizaría las normas laborales, y revisaría la jornada de trabajo para hacerla más posible de compatibilizar con el crecimiento familiar y también con la productividad, aliviaría una carga impositiva asfixiante y todo ello enfrentando la inseguridad, jamás antes vista, con mano firme y justa.

Liberalizando la economía a lo Thatcher enfrentará con claridad a un electorado muy cansado y agotado de tanto socialismo ineficiente y populista.

Ya nadie está queriendo más estados obesos, o libertinajes, que se adueñan de lo público y que desafían y no respetan a la autoridad.
Más seguridad, más empleo, más oportunidades, más respeto y personas libres en familias sólidas, con más principios y valores, en Francia, en Chile, en Cuba, en todas partes y con especial atención a los más débiles.
¡No más de lo mismo ! (La Tercera)

Sergio Romero

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