Lo más difícil de esto es la situación de mi nieto. Ha sido tan manoseado el tema que comienza a verse afectado su derecho a ser atendido. Los que deben atenderlo se complican porque entienden que se arriesgan a que cada palabra de ese certificado sea escudriñado por los medios y quien lo firme sea citado a declarar por la Fiscalía, como ya ha ocurrido.
Un canal de TV tuvo durante un mes un spot sobre diversos reportajes y casos judiciales, pero que parte con Cathy esposada y una voz en off que dice algo así como: ¿estará Cathy Barriga utilizando la enfermedad de su hijo para obtener su libertad?
No se imagina el lector lo duro que es para una familia escuchar eso todos los días, conociendo el retroceso objetivo que para mi nieto ha representado la ausencia de su madre, y todo porque ella, supuestamente, mientras el juicio todavía no comienza debe estar en prisión preventiva por ser un “peligro para la sociedad”.
Lo único que pedimos para ella es que haya un juicio justo. Con jueces que se atrevan a hacer justicia de verdad, sin mirar ni las redes sociales, ni la TV, ni la política. ¿Será mucho pedir en el Chile de hoy?
Joaquín Lavín Infante
Papá, suegro y abuelo



