Navarro sobre la SFF: "Hay que cambiar la imagen de los empresarios"

Navarro sobre la SFF: "Hay que cambiar la imagen de los empresarios"

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Fue en diciembre del año pasado, tras participar en el lanzamiento de un libro de Juan Carlos Eichholz en el auditorio de El Golf 50, donde el empresario Andrés Navarro (65) recibió, por primera vez, la propuesta de liderar una candidatura para presidir la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).

El encargado de lanzar la primera ofensiva para convencerlo fue Bernardo Larraín, presidente de Colbún, empresa asociada al gremio industrial. «Fue algo totalmente inesperado. Solo le dije que estaba con mucho tiempo y que lo iba a pensar», recuerda Navarro.

Los dos días siguientes, Larraín llamó por teléfono a Navarro y, luego, un grupo de consejeros de Sofofa fue a visitarlo a su casa en La Dehesa.

«Les dije: saben que más… a mí me vienen a ver muchos emprendedores, pero este proyecto es muy entretenido y he empezado a tomarle cariño», agrega Navarro sobre su respuesta a los empresarios.

En febrero, siguió trabajando en su programa para la Sofofa e, incluso, sostuvo reuniones en el lago Ranco. Este lunes, en una comida en la casa de Alfonso Swett Opazo, el ex presidente de Sonda dio el sí definitivo: será candidato a la Sofofa.

Navarro descarta de plano la propuesta de ser parte de una mesa de consenso con Hermann von Mühlenbrock, pese a que reconoce que uno de los actuales vicepresidentes de la entidad le hizo la propuesta en enero. Su respuesta fue clara: «Más que sumarme a un proyecto, quiero competir para generar un debate interno, que es necesario en la Sofofa, y que los consejeros voten de forma informada».

Respecto de su programa para el gremio fabril, señala que se están afinando los últimos puntos y que espera darlo a conocer en una semana más. Por ahora, lo que está definido es que habrá cambios en las áreas de Estudios, Comunicaciones y Secretaria General.

Su meta es reunirse con los 108 consejeros que tiene la entidad antes de las elecciones de abril, objetivo que ya está demandando gran parte de su tiempo.

De hecho, tras esta entrevista, que fue dada ayer en la tarde, Navarro recibió la confirmación de un encuentro con un consejero a quien hasta ahora no había podido exponerle sus ideas.

-¿Qué características reúne usted que le pueden servir al empresariado para enfrentar los próximos años?

«Yo no sé si tengo muchas habilidades (ríe), pero estoy disponible para crear un gobierno corporativo más abierto en la Sofofa, menos personalista, más participativo y crear instancias para dar cabida a las distintas visiones».

-¿Cómo se logra eso?

«Los empresarios deben dejar de ser vistos como un grupo de señores conservadores y contribuir a cambiar esa imagen con convicción. Para ello es central la actitud y considerar las opiniones diversas de los consejeros y socios de la Sofofa. Tenemos un gran consejo en la Sofofa, pero debe ser escuchado y estar empoderado».

-¿Qué responde a las críticas sobre lo desvinculado que ha estado de la Sofofa en los últimos meses?

«Esa es una crítica legítima. Es verdad que estuve desvinculado, pero también respondo con la verdad: estuve fuera incluso de cosas mías por razones personales. No iba a los directorios ni siquiera de mis empresas. No fue solo que me ausentara de la Sofofa».

-¿Conoce el quehacer de la Sofofa?

«Por supuesto. Y además conozco la actividad empresarial. Soy un viejo activo del colectivo empresarial».

-¿Qué le parece que Rafael Guilisasti haya dicho que «muchas veces los outsiders traen aire fresco» frente a su opción de candidatura?

«Fue un elemento positivo a la hora de definir mi decisión en este proyecto y cuando Rafael Guilisasti habló de «aire fresco» sentí que se refería a mí».

-¿Qué tan importante sería tener el apoyo de Rafael Guilisasti?

«Sería un apoyo muy importante y me encantaría tenerlo. Rafael es hoy vicepresidente de Hermann von Mühlenbrock, pero pese a eso ha dicho que apoya una competencia en la Sofofa».

-¿Por qué cree que Hermann von Mühlenbrock no fue capaz de ser reelegido por unanimidad?

«No tengo una crítica personal a Hermann, pero yo he sido empresario por más de 40 años y creo que en este momento tan difícil tenemos que dar personalmente la cara. Yo soy un empresario de verdad y no estoy mandando a ningún gerente a representarme».

«Respecto de la competencia que él deberá enfrentar, porque no tiene apoyo unánime, la verdad es que yo no tengo opiniones negativas de su trabajo, pero sí tengo una mirada más crítica sobre lo que no se ha hecho».

-¿Y qué no se ha hecho?

«Debemos convencer a la opinión pública de que no solo somos necesarios para el desarrollo del país, sino que además somos un grupo de personas normales que hacemos un trabajo honesto. Ha habido casos de infracciones graves, pero eso no invalida al empresariado».

-Y el actual presidente de Sofofa, ¿no ha logrado transmitir eso?

«Más que haberlo hecho bien o mal, las encuestas son claras: el nivel de evaluación de los empresarios es muy bajo y quiero ayudar a mejorar esa imagen».

-Si usted es elegido, ¿qué cambios internos está pensando implementar?

«Quiero fortalecer y renovar el departamento de Estudios, que sea un área más propositiva que reactiva. Eso es fundamental. Podría ser con las mismas personas o realizar cambios, pero debemos incursionar definitivamente en temas nuevos, como la inserción de las mujeres y los jóvenes, la igualdad y la innovación. Otra área clave es Comunicaciones. La Sofofa debe tener una presencia en los medios que permita que la opinión pública adhiera a sus opiniones. Hoy ese apoyo es muy bajo».

-Jorge Ortúzar es hoy gerente corporativo y secretario general. ¿Es posible retomar la figura de un secretario general 100% abocado a esa función en la Sofofa?

«En nuestro programa la figura del secretario general es fundamental, que esté 100% abocado a esa función y empoderado».

-Usted ha advertido la presencia de «poderes fácticos» en la Sofofa. ¿Cómo llega a ese diagnóstico?

«Lo que dije es que los jóvenes con quienes he hablado sienten mucha presencia de los poderes fácticos. En todo caso, es normal que los más jóvenes sientan que los más viejos tienen más poder y, por eso, lo importante en este punto es cómo se distribuye el poder para que no esté en pocas manos».

-¿Cómo le gustaría ver a la Sofofa de aquí a dos años?

«Más moderna, influyente en el debate de políticas públicas y más transparente».

-¿A qué se refiere con ser más transparente?

«Que todo lo que se debata y proponga venga de un debate más abierto, que no haya secretismos. La discusión debe salir de las cuatro paredes de la institución, que participen realmente todos los consejeros, pero convocar además a otros mundos, como por ejemplo el mundo académico».  (El Mercurio)

 

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