Monseñor Rebolledo insta a «cuidar la democracia y el bien común»

Monseñor Rebolledo insta a «cuidar la democracia y el bien común»

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El Arzobispo de La Serena, Monseñor René Rebolledo, habla reposadamente para referirse a los diferentes escenarios que se presentan hoy en Chile en el período preelectoral y enfatiza cuando afirma que “todos somos los responsables del presente y porvenir de nuestra Patria.” Resalta el real interés de muchas personas por gestionar bien la democracia, pero también deplora el ambiente polarizado advertido en las intervenciones y la poca capacidad para reconocer lo positivo de otras posturas. Una posibilidad cierta de salir de este ambiente polarizado y de descalificación, es pensar en el bien común de nuestro país, que es enormemente superior a nuestras propias posturas y opciones.

Monseñor Rebolledo, ¿Cómo observa usted el escenario ciudadano desde su condición pastoral?

“Con aspectos positivos: El real interés que demuestran numerosas personas por cuidar y potenciar la democracia, como también su participación en las campañas y el serio discernimiento que están realizando de cara a las votaciones de noviembre. Percibo a un país que busca caminos de encuentro. Hay un anhelo profundo de justicia como de diálogo y deseos de recuperar la esperanza que debemos cuidar y fortalecer.  Por otra parte, el ambiente preelectoral se percibe polarizado. En no pocas ocasiones unos y otros se descalifican, lo que produce desaliento que la política no se logre mantener “a cierta altura”, buscando el bien superior del país”.

El país lo vemos muy polarizado, especialmente en este período, pre electoral. Hay una tensión que se siente en el ambiente. A sus ojos de Pastor, ¿Qué está sucediendo?

“Vivimos un tiempo de gran sensibilidad social y política. Cuando el diálogo se debilita, crecen la desconfianza y la agresividad. Como decía anteriormente, una posibilidad cierta de salir de este ambiente polarizado y de descalificación, es pensar en el bien común de nuestro país, que es enormemente superior a nuestras propias posturas y opciones. ¡Chile es tarea y misión de todos! El país exige de nuestra corresponsabilidad y mirar a un proyecto común. Esto entusiasma a la gente, especialmente a los jóvenes”.

¿Qué llamado le hace a la ciudadanía?

“Cuidar la democracia, procurar en el ambiente de cada cual la reflexión y el diálogo, conversar sobre el país que queremos, discernir en conciencia acerca del voto, participar en las votaciones y actuar consecuentemente aportando al presente y al porvenir de nuestro país. Y sobre todo, a mantener el respeto, la serenidad como la fraternidad, incluso cuando pensemos distinto”.

Los analistas dicen que en este escenario político, algunos confunden lo que es ser adversario con ser enemigos.

“El problema se soluciona contemplando el bien de Chile. En nuestro país nadie sobra. Todos podemos y debemos aportar, cada cual desde su posición, también en política. Ésta necesita recuperar la amistad cívica, ese espíritu de servicio y respeto que construye el bien común. Aspiremos a ese bien común, contribuyamos a un proyecto país que trascienda los intereses particulares”.

El pasado 22 de agosto de este año, en una carta abierta dirigida a quienes postulan al Palacio de La Moneda, la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Chile, hizo un llamado a vivir la política como un servicio y a conducir la campaña electoral con respeto, transparencia y buscando el bien común. ¿Se ha escuchado este llamado de la Iglesia?

“Observo que es creciente el número de aquellos que leen los comunicados de instancias de la Iglesia, en este caso de la Comisión Nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal. Este hecho, junto a la reflexión que también se realiza en comunidades y grupos, como en barrios, suma en gran medida. Ese llamado sigue siendo muy necesario. Algunos lo han acogido, pero aún queda por avanzar”.

Citando el período electoral de primera vuelta, la Conferencia Episcopal, la Iglesia remarca que este proceso electoral debe ser una oportunidad para fortalecer la democracia.

“Las elecciones son una instancia propicia para el fortalecimiento de la democracia y el compromiso activo por la justicia, el respeto y la participación. Todo lo que en este sentido se pudiere realizar es invaluable, particularmente en relación a los jóvenes, dado que ellos esperan de nosotros, una concreción del límpido ideal que está en sus corazones”.

Ese mismo documento se refiere a la seguridad de la ciudadanía y habla de una nueva realidad delictual asociada a bandas de crimen organizado. Y sobre este punto también quiero agregar que este crimen organizado está reclutando a niños, que cometen delitos graves incluso asesinatos. Y en este escenario ¿en qué hemos fallado como sociedad? ¿En qué hemos fallado?

“Es una constatación de máxima gravedad. Debemos implicarnos todos en encontrar una salida a este gran problema, de lo contrario, hipotecamos el presente y el porvenir de gran parte de la población.

¿En qué hemos fallado?

La respuesta a esta consulta es amplia. Hemos fallado cuando dejamos solos a nuestros niños y jóvenes, cuando pierden sentido, afecto o esperanza. La delincuencia se aprovecha de ese vacío. Urge recuperar el tejido social, la familia, la educación, fuentes laborales dignas y estables, el acompañamiento cercano que forma en valores y da sentido a la vida”.

Es conocida la postura de la Iglesia respecto del aborto y la eutanasia. Jara confirma que continuará con tramitación de proyecto de aborto en su eventual gobierno, y no se descarta el tema de la eutanasia. ¿Qué opina al respecto?

“La posición de la Iglesia es clara y permanente: Toda vida humana tiene una dignidad inviolable, desde la concepción hasta la muerte natural. Nuestra mirada -que ofreceremos hoy y mañana- es acompañar, cuidar y aliviar el sufrimiento de quienes más lo necesitan, así como nos enseñó y testimonió Jesucristo”.

Para terminar, monseñor, ¿una última reflexión?

“En medio de las incertidumbres del día a día, no perdamos la esperanza. Chile es un país de generosidad y fe. Si volvemos a escucharnos, a cuidarnos y a buscar juntos el bien común, más allá de nuestras diversas miradas de la vida, podemos construir un país más justo y fraterno para todos, contando con la bendición del Señor”. (por Marcos Borcoski, NP)