“La comparación entre Chile y Perú, en base a licitaciones realizadas hace muy poco para volúmenes similares, determinó que con la misma tecnología, el mismo costo de capital y un recurso solar de mejor calidad, Chile tiene un precio de energía más alto. Es una ecuación muy difícil de entender y, por cierto, no tengo la respuesta”.
Con estas palabras, el presidente ejecutivo de Collahuasi, Jorge Gómez, destapó ayer una situación que desde febrero pasado, se viene conversando en este sector y en otros.
En esa fecha, el vecino país adjudicó contratos de suministro en base a energía renovable no convencional (ERNC) a un precio promedio de US$ 51,68 por MWh, inferior al precio medio de US$ 79,3 por MWh de la subasta chilena de octubre, proceso donde los adjudicatarios fueron desarrolladores de ERNC, entre ellos varios solares.
Ahora, si se contrasta específicamente la energía solar, la diferencia es mayor: en el concurso peruano las ofertas promediaron US$ 48,09 por MWh y en Chile, según datos que manejan en el sector, el menor precio de energía adjudicado a la tecnología solar fue de US$ 64,8 por MWh.
“Este precio incluye sólo la energía y no la potencia como sí sucede en Perú. Por lo tanto, si comparamos ambos precios monómicos o sólo los precios de energía, vemos US$ 25 a US$ 30 por MWh que no se explican. Aun cuando le sumemos costos por ineficiencias o sobrecostos que pudieran existir, no logramos explicar la diferencia”, comenta un especialista eléctrico.
La pregunta que se hacen muchas mineras, que enfrentan la presión de reducir sus costos para responder a la caída en el precio del cobre, es si Chile tiene la mejor condición y el mayor potencial para implementar esta tecnología de generación en base solar ¿por qué es considerablemente más caro?, considerando, además, que en ambos procesos se repitieron oferentes.
CAMBIAR LA ECUACIÓN
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, que ayer compartió con Jorge Gómez en el panel del seminario Energy&Mines, dijo que para que las ERNC puedan ser una alternativa más sólida para el sector minero deben dar garantías de seguridad o continuidad de suministro y a su vez ser competitivas.
Frente a esta situación, de que en Perú se cobre menos por la energía solar que en Chile, Villarino comentó que en el caso local, la industria ERNC debe hacer un esfuerzo y ser un socio estratégico de la minería y “pese a que se pelee en las negociaciones de los contratos, hay que colaborarse, sino ambas industrias no llegarán muy lejos”, dijo.
A su turno, el director ejecutivo de Barrick Chile, René Muga, que también participó en el panel, dijo que tal como el gobierno abrió espacio para que los desarrolladores ERNC pudieran participar en las licitaciones para clientes regulados, “se echa de menos que estos generadores busquen opciones comerciales para ofrecer seguridad de suministro a sus clientes libres, buscando ellos el respaldo con unidades hidroeléctricas o de gas natural, que le faciliten la vida al cliente libre”.
Villarino recordó que la minería invirtió en ERNC o adaptó sus esquemas de contratación para darle cabida a estas fuentes, como una respuesta ante una emergencia por la crisis de abastecimiento, pero aclaró que no es la intención seguir haciéndolo en el futuro sino que “en las eléctricas debe quedar el rol de integrarse para hacer ofertas que cumplan los requisitos de continuidad y competitividad”, puntualizó.
ENERSIS AMÉRICAS
La fusión de Enersis Américas con Endesa Américas y Chilectra Américas no estará exenta de riesgos para los accionistas, el principal de los cuales podría ser un negativo impacto en las acciones.
Así lo reconoció Enersis Américas en una serie de documentos enviados ayer a la Security Exchange Commision (SEC), donde detalla los pasos de la próxima operación, la que debería concretarse durante el tercer trimestre del año.
La firma advirtió a los inversionistas que el valor de los títulos de la compañía puede verse afectado tras la fusión, entre otros factores por la volatilidad de mercados como Brasil y Colombia, que en conjunto representan el 63% de la compañía y el 67% de su Ebitda.
Asimismo, indicó que los beneficios previstos para la operación de fusión podrían también no concretarse o tomar más tiempo de lo esperado. «El valor de las acciones de Enersis Américas y ADS podría verse afectado negativamente en la medida que damos cuenta de estos beneficios o la realización de estos beneficios se retrasa», señaló la firma.
Según las estimaciones de la compañía, una vez operando en régimen la separación del negocio en Chile del resto de Latinoamérica, y la posterior fusión de las compañías que tienen negocios en Argentina, Brasil, Colombia y Perú, lo ahorros previstos alcanzarían a unos US$ 400 millones.
La compañía también ratificó las ecuaciones de canje de las acciones (2,8 para Endesa y 5 para Chilectra), aunque señaló que estas podrían variar.
Respecto a los directorios y las administraciones de las compañías que serán absorbidas, clarificó que estos desaparecerán una vez completada la operación. (DF)