Los parisinos

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Durante toda la campaña de primera vuelta, la mayoría de los candidatos presidenciales despreció públicamente no solo al candidato Franco Parisi, sino también a quienes lo apoyaban. Ignorantes, básicos o poco informados, para alguna parte de la élite política del país era impensado que un grupo de chilenos apoyara a un candidato tan cuestionado como Parisi y que, más encima, ni siquiera viajó a Chile para representarlos.

Pero el 21 de noviembre, los parisinos se hicieron notar con fuerza. Con casi 900 mil votos en la presidencial y la elección de seis diputados en la parlamentaria, Franco Parisi derrotó a la centroizquierda y a la centroderecha, sin poner un pie en Chile, y se quedó con el tercer lugar de las preferencias electorales. ¿Quiénes son los parisinos? ¿Qué buscan? ¿Quién los representa? Difícil saber aún.

Lo que sí está claro es que esos 900 mil votantes no aparecieron por casualidad y están aquí para quedarse. Algunos creerán que incorporando algunas medidas específicas o impulsando una “agenda Parisi” pueden conquistar esos votos; otros lo intentarán viajando a las zonas donde Parisi se hizo más fuerte; los últimos, buscarán desdecirse de sus desprecios en el pasado, para acogerlos con simpatía en esta hora. Pero la verdad es que para cautivar a ese electorado hay que hacer un ejercicio más profundo y reflexivo de las personas que, pese a toda la campaña negativa y despreciativa hacia la opción de Parisi, se mantuvieron firmes y decidieron apoyarlo hasta el final.

Un primer paso es el respeto. Decir que el votante Parisi lo único que busca es más plata en el bolsillo, como dijo Daniel Jadue, es no entender nada. Son miles de personas que, cansadas de la oferta política de la derecha o de la izquierda, simplemente buscaron una alternativa que las representara en los más diversos ámbitos y que, pese a las diferencias, englobara su apuesta política y social en el momento.

Un segundo paso, es visión de futuro. El Partido de la Gente es el partido más grande de Chile y su irrupción, con seis parlamentarios, pareciera ser el comienzo de una construcción política de largo aliento. No basta con un cafecito o una foto de adhesión a un candidato o a una postura. Lo que se requiere es comprensión del fenómeno de largo plazo y entender que las personas están cansadas de las posiciones políticas monolíticas y de las coaliciones hegemónicas. El multipartidismo llegó a Chile para quedarse y quienes busquen imponer la lógica binominal nuevamente solo terminarán superados por la realidad que el Partido de la Gente representa.

Finalmente, una agenda clara y compromisos concretos para representar el malestar de esos votantes. A diferencia de otras aspiraciones electorales, los parisinos no se encasillan en la lógica derecha o izquierda, o en la jerga chilena actual, en la disputa apruebo o rechazo. Por lo tanto, no es la afinidad ideológica lo que va a conquistar esos votos, ni tampoco una lista de supermercado de propuestas e ideas. Si el votante Parisi no logra encontrar en las alternativas que quedan una respuesta integral al malestar que sienten y a la distancia con la política vigente, simplemente no van a ir a votar y seguirán esperando que llegue alguien a futuro que sí los represente.

A diferencia de lo que piensan algunos, que creen que la elección está ganada o que el resultado depende de quien se posiciona mejor en el centro, Franco Parisi y el Partido de la Gente tienen el potencial de convertirse en el gran elector de esta segunda vuelta. La pregunta es quién y cómo se apuesta por ellos. (La Tercera)

Cristián Valenzuela

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