Los líderes de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y Armenia, Nikol Pashinian, mantuvieron este lunes diferencias irreconciliables sobre el conflicto de Nagorno-Karabaj en su primera reunión desde el fin hace dos meses de la guerra que enfrentó a ambos países, aunque firmaron con mediación rusa una declaración conjunta sobre el desarrollo económico de la región.
«Como dijo en una ocasión Vladimir Putin, el conflicto karabají es cosa del pasado y debemos pensar en el futuro», dijo Aliyev durante una rueda de prensa conjunta en el Kremlin con el Presidente ruso.
Aliyev destacó que la situación en la zona, con la excepción de algunos incidentes, no despierta preocupación y abogó por que azerbaiyanos y armenios vivan «juntos, como vecinos».
Seguidamente, Pashinian, muy criticado en su país por firmar el acuerdo tripartito que puso fin a la guerra el 10 de noviembre, aseguró que, «lamentablemente, el conflicto aún no está arreglado».
«Por supuesto, hemos logrado garantizar el cese del fuego, pero aún hay muchas cuestiones por decidir. Una de ellas es el estatus del Karabaj. Armenia está dispuesta a continuar las conversaciones (…)», apuntó.
También lamentó que aún no se haya encontrado una solución para el canje de prisioneros de guerra, «el problema más doloroso y sensible». «Esperamos alcanzar en breve un acuerdo concreto», apuntó.
Los tres líderes firmaron hoy una declaración conjunta en la que, según Putin, abordaron el desarrollo económico de la región, lo que incluye «pasos concretos», en particular en materia de infraestructura de transportes.
«Estoy seguro de que la realización de esos acuerdos irá en beneficio tanto del pueblo armenio como del azerbaiyano», dijo el Mandatario ruso, quien adelantó la creación de un grupo de trabajo dirigido por viceprimeros ministros de los tres países.
Al respecto, Aliyev y Pashinian se mostraron convencidos de que la declaración y los proyectos que contiene reforzarán la seguridad en el Cáucaso Sur.
Los combates en el Karabaj, territorio montañoso en disputa desde 1988, estallaron el 27 de septiembre de 2020 y concluyeron 44 días después con miles de muertos y con Azerbaiyán como claro vencedor, ya que recuperó gran parte de los territorios que había perdido en la guerra de 1992-1994. (Emol EFE)
