Las razones de Chile Vamos para evitar un nuevo plebiscito de entrada

Las razones de Chile Vamos para evitar un nuevo plebiscito de entrada

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Hasta la sede de Renovación Nacional llegarán este miércoles a la hora de almuerzo los principales dirigentes de Chile Vamos para sostener una reunión estratégica en la antesala de que se retomen las negociaciones para darle continuidad al proceso constituyente. Se espera que este viernes los partidos de todos los sectores políticos vuelvan a sentarse a la mesa para seguir las tratativas sobre cómo se elaborará una nueva Constitución. Por lo mismo, la UDI, RN y Evópoli esperan llegar con una propuesta común.

Sin embargo, los tres partidos han debido lidiar con un problema que no ha sido fácil de manejar: enfrentar a los sectores duros que no quieren que se escriba una nueva Carta Fundamental. Desde esos bandos -radicados en el Partido Republicano y algunos dirigentes de Chile Vamos- han promovido que se haga un nuevo plebiscito de entrada para que la gente defina si es que quiere o no una nueva Constitución. Esto último argumentando que, en el Artículo 142 de la reforma al capítulo XV de la Carta Magna actual, se establece que con el triunfo del Rechazo en el pasado plebiscito de entrada del 4 de septiembre se conserva la actual Constitución.

De esta manera, los sectores denominados como “más duros” afirman que no es legítimo establecer que el plebiscito de entrada del 25 de octubre del 2020 -en que cerca de un 80% aprobó una nueva Constitución- le dé validez a un nuevo proceso constituyente, sino que hay que someterlo a votación nuevamente. Una idea que tomó más fuerza luego del contundente triunfo del Rechazo en el referéndum del 4 de septiembre y tras sondeos de opinión que arrojan una mayor aprobación de un nuevo plebiscito de entrada.

Y si bien los promotores de esta opción han dicho que es una alternativa que le da mayor legitimidad al proceso constituyente -y así evitar críticas de que cualquier mecanismo será definido dentro de una cocina por políticos-, lo cierto es que en Chile Vamos han hecho el análisis de que un nuevo plebiscito de entrada no les conviene y les puede hacer pagar los costos políticos. Esto incluso pese a que, en la encuesta Cadem del domingo, un 49% de los consultados se inclinó por un nuevo plebiscito de entrada, mientras que un 44% afirmó estar por un acuerdo político para elaborar una nueva Carta Fundamental.

Fuentes del sector dicen que uno de los principales motivos para oponerse a un nuevo plebiscito es la división que se podría generar en la derecha y, de esa manera, replicar el escenario de 2020, cuando en el sector no hubo una sola postura. Antes de los comicios de septiembre, Chile Vamos se comprometió formalmente a darle continuidad al proceso constituyente si es que ganaba la opción de no aprobar una nueva Carta Fundamental. Para ello suscribieron un documento con 10 puntos y, además, apoyaron el proyecto de ley de rebajar los quórums de las reformas constitucionales con el objetivo de dar señales en esa línea.

Un plebiscito de entrada en que se defina si la gente quiere o no una nueva Constitución -que han promovido diputadas del comité de RN como Camila Flores y Sara Concha– implicaría que los dirigentes de Chile Vamos deberían estar por la opción de Apruebo para respetar la palabra empeñada y no sufrir un problema de credibilidad. Sin embargo, en la postura contraría podría estar gran cantidad de sus militantes de base que, con el paso de los días, se han ido decantando por no darle continuidad al proceso constituyente. Según la última Cadem, un 50% dijo estar a favor de un nuevo proceso constituyente, mientras que un 48% dijo preferir reformar la actual Constitución.

A eso se suma que en el sector transmiten que no basta con que las directivas digan algo, sino que también se requiere tener el compromiso de sus parlamentarios, ya que serán los diputados y los senadores quienes finalmente con sus votos le darán viabilidad a un proceso constituyente. Tanto en la UDI como en RN ha habido rebeliones internas de los senadores contra los presidentes de sus partidos, Javier Macaya y Francisco Chahuán, respectivamente.

De hecho, ambos líderes sufrieron duras presiones el pasado 12 de septiembre, cuando en un principio se abrieron a un consenso de cinco puntos respecto de las negociaciones que llevaban adelante con el oficialismo. Luego recularon: dijeron que nunca hubo un acuerdo y pidieron postergar las reuniones agendadas.

Por lo mismo, dentro de los cálculos que hacen en los partidos es que -ante el escenario de un nuevo plebiscito de entrada- Chile Vamos se dividiría, mientras que el Partido Republicano estaría alineado totalmente por el Rechazo, por lo que saldría fortalecido. Incluso, podría provocar acercar a gente de la UDI, RN y Evópoli a sus filas. Y creen que, en la vereda del frente, el oficialismo estaría unido por el Apruebo.

“Existe una mirada en Chile Vamos de que el plebiscito de entrada no convendría. Sin embargo, lo que hace mayor fuerza en cómo seguimos este proceso es una comisión de expertos. Porque la ciudadanía no quiere más elecciones, la gente está cansada”, dice el jefe de los senadores UDI, Iván Moreira.

Otra división que se ha dado es por el tema de si se debe plebiscitar o no el mecanismo de un nuevo proceso constituyente, como han pedido algunos diputados, como el RN Andrés Celis. También existe el consenso de que esa discusión dividiría a la derecha, pues en Chile Vamos hay algunos que están a favor de una Convención 100% electa, mientras que otros han promovido un órgano solo compuesto por expertos, y otros que sea una entidad mixta.

ESFUERZOS POR UNA PROPUESTA COMÚN

En la reunión de este miércoles es que en Chile Vamos algunos esperan llegar a una postura en común en torno a qué mecanismos podrían promover para la próxima reunión de todos los sectores políticos. Sin embargo, en los partidos saben que es algo difícil. Algunos aventuran que probablemente se llegue a una propuesta en común en torno al comité técnico político que sugirieron -que definiría cómo se deben continuar las negociaciones en la mesa-, pero no un documento formal respecto de mecanismos o bordes.

Y es que en cada partido saben que las presiones de sus militancias de base son fuertes y que ante cualquier propuesta que hagan existirán recriminaciones para que sean sometidas a votación de los consejos generales de cada entidad. Algunas directivas esperan evitar eso, por lo que han estado realizando encuentros con sus militantes de base. Por ejemplo, en la UDI y RN tienen programados viajes para juntarse con las directivas regionales y abordar las posturas.

En Chile Vamos, en todo caso, algunos señalan que lo ideal es que se llegue a la próxima cita con una propuesta conjunta para poder mostrar unidad como sector. (La Tercera)