Las dos izquierdas del gobierno de Boric

Las dos izquierdas del gobierno de Boric

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Son varios los desafíos que tendrá el gobierno entrante. Partiendo por el manejo de crisis de la inmigración ilegal, el control de la alicaída economía, y el combate de la delincuencia y el narcotráfico en sectores densos de la capital y la macrozona sur. Pero quizás el desafío más importante del gobierno que asume el próximo 11 de marzo sea mantener a la coalición unida para poder cumplir con las cosas que de verdad le importa a la gente.

Si no hay estabilidad en la coalición de gobierno, no hay gobernabilidad. Si el gobierno pierde el control de la agenda, pierde la capacidad de legislar y llevar a cabo su programa. Es lo que pasó por primera vez en los dos últimos años del gobierno de Sebastián Piñera, y es lo que podría pasar en el gobierno de Gabriel Boric si es que no se ocupa desde el primer día en diseñar un mecanismo que pueda garantizar la cohesión política.

Hay razones que sugieren que mantener la estabilidad política no será tan fácil como se cree. Pues, cuando llegue el momento de entregar, y la oposición empiece con su tarea de marcar al gobierno donde más importe, empezarán los problemas. Y será entonces en que las fallas políticas crujan, y se asomen las verdaderas diferencias de la coalición de gobierno, poniendo en jaque la capacidad del presidente de mantener el buque en rumbo.

El Partido Comunista vs el Frente Amplio

Quizás la falla más notoria en la coalición de gobierno es la que se percibe que existe entre el PC y el FA. Dos sectores de izquierda que parecen cohabitar en el mismo espacio, pero que en los hechos destacan más por sus diferencias que por sus similitudes. Desde el proceso de primarias presidenciales de Apruebo Dignidad, y la evidente molestia del alcalde PC Daniel Jadue con Boric, que es obvio que el matrimonio es por conveniencia y no amor.

Hipotéticamente, la gran diferencia entre el PC y el FA, es la magnitud y el enfoque de los cambios propuestos. A partir de una lectura de sus programas políticos, es fácil clasificar a los primeros como representantes de la clase trabajadora tradicional y a lo segundos como representantes de las nuevas demandas de las zonas urbanas. En ese sentido, dos posiciones suplementarias.

Desde otra perspectiva: a los votantes del PC le importa poco lo que propone el FA y a los votantes del FA le importa poco lo que propone el PC. En esa línea, una relación reminiscente de lo que fue el vínculo entre el Partido Socialista y la Democracia Cristiana en los años de la Concertación, pero, relevantemente, con una mayor brecha de separación. La distancia entre el PS y la DC era menor a lo que es entre el PC y el FA.

Análisis legislativo en la Convención Constitucional

La hipótesis, entonces, es que el PC y los sectores moderados del FA son facciones opuestas en el mismo continuo. Afortunadamente, es una propuesta que se puede comprobar. A partir de un análisis de todos los votos que se han emitido en el pleno de la Convención Constitucional (más de mil), se puede ubicar a los dos sectores en un plano cardinal de dos dimensiones, que miden el eje izquierda-derecha y el eje autoritario-conservador.

Cuando se observa el comportamiento de los constituyentes de ambos sectores en la Convención, queda clara la diferencia. Mientras el PC se ubica en el cuadrante de la izquierda autoritaria, el Frente Amplio se ubica en el cuadrante de la izquierda progresista. Y no es solo eso. La diferencia entre el Partido Comunista y el Frente Amplio es tan grande, que cuando se observa la emisión de todos sus constituyentes, no tienen puntos en común.

Dentro de la izquierda, el PC vota de un modo y el Frente Amplio vota de otro modo. Son dos extremos del extremo. Y como si eso fuera poco, el comportamiento legislativo de ambas coaliciones también destaca por su disciplina. Los del PC solo votan con los del PC y los del FA solo votan con los del FA. Es decir, no son solo dos sectores opuestos, son dos sectores disciplinadamente opuestos.

Dos izquierdas: tensión permanente

El análisis a las votaciones de la Convención Constitucional revela la fragilidad de la coalición de gobierno. El Partido Comunista busca algo diferente a lo que busca el Frente Amplio, y viceversa. Boric, por supuesto, como jefe de la coalición, existe en algún punto intermedio. Por lo mismo, es el principal encargado de mantener la relación sana, lo cual hasta ahora se ha hecho mediante la distribución de cargos de primera línea.

Nada de esto, sin embargo, será suficiente para mantener la unidad de la coalición, pues la tensión que subyace no es solo programática. No es solo que un sector quiere una cosa y el otro sector quiere una distinta. La relación también es una de poder. El Partido Comunista entiende al gobierno de Boric como un medio y no un fin. Opuesta hubiese sido la situación si el gobierno hubiese sido de Jadue, por ejemplo.

El Partido Comunista siempre ha operado con un pie dentro y un pie fuera. Fue lo que pasó en el plebiscito de 1988 y el de 2020, en que el partido estuvo oficialmente en la oposición a las opciones ganadoras, pero que no tuvo problemas con sumarse a los carros ganadores tras las respectivas victorias. Aquí es lo mismo, pero al revés. De perder vuelo, el Partido Comunista sería el primero en bajarse del gobierno y pasar a la oposición.

La amenaza es más poderosa que la ejecución

El punto no es que el Partido Comunista está dispuesto a abandonar el gobierno de Boric si este pierde el control de la agenda. El punto es que, en ese escenario, el PC aumentaría su peso relativo en el balance intercoalicional. En ese sentido, la amenaza es más poderosa que la ejecución. La permanencia del PC en el gobierno no está garantizada por más de lo que significaría su salida de la coalición.

Por supuesto, de concretarse una salida, Boric podría suplir al PC con personeros del Colectivo Socialista, lo que tendría más coherencia en lo ideológico. De hecho, a partir de sus respectivos comportamientos legislativos en la Convención, la diferencia entre el Frente Amplio y el Colectivo Socialista es marginal. El Colectivo Socialista es incluso más parecido al Frente Amplio que al Colectivo del Apruebo (ex Concertación).

Por las circunstancias históricas, y por la conformación de la coalición de gobierno, el próximo gobierno se enfrentará a series de tradeoffs sucesivos. También será un gobierno dependiente de la coyuntura. Pues, basta pensar en el efecto que podría tener un rechazo en el plebiscito de salida. La prioridad de Boric debe ser mantener su coalición de gobierno estable, a toda costa. Sin eso, no podrá hacer nada más. (Ex Ante)

Kenneth Bunker

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