“Una mala señal”, dice el empresario socio de BTG Pactual, añadiendo que “desde el punto de vista económico no me cabe duda que en ser parte de la UE hay un beneficio, por lo tanto concluyo que al desintegrarse hay un costo. Están por verse las consecuencias laterales del Brexit”. Sobre sus efectos en Chile, eso sí, desdramatiza. Los problemas en el país, dice, son internos y tienen que ver con el rumbo que han tomado las reformas.

Errázuriz es miembro del comité de Ciudadanos, el partido político fundado por Andrés Velasco, y asegura que está evaluando seriamente inscribirse como militante, porque en su opinión frente a la situación que vive el país es necesario comprometerse.

“Me atrevo a pronosticar que de aquí a un año vamos a estar peor en prácticamente todos los índices”, advierte Errázuriz, quien la próxima semana será uno de los dueños de casa en la cumbre de la Alianza del Pacífico en Frutillar.

¿Qué impacto cree que tendrá el Brexit en la economía mundial?

Se produce una reacción de corto plazo y todo va a depender de cómo la UE, sin Inglaterra, maneje el problema. Porque pueden venir demandas de otros países de hacer plebiscitos y se puede producir una desconfianza respecto del euro. Creo que por todos lados hay un fortalecimiento del dólar, de la economía de Estados Unidos.

¿En Chile ve algún efecto?

Nosotros somos marginales, somos tomadores de lo que pasa en el mundo. Si el Brexit produce una recesión mundial vamos a estar afectados. Pero no debería ocurrir. Depende de cómo la UE maneje el tema, de los liderazgos. Creo que es mucho más importante para nosotros lo que pase con las elecciones en Estados Unidos, donde Donald Trump tiene una posición populista.

Aún cuando el efecto del Brexit no tan duro en Chile, tampoco ayuda a un buen clima externo que facilite la recuperación del país.

El Brexit es negativo, pero no tan dramáticamente negativo dependiendo de cómo reaccione la UE. En Chile la derecha dice que el problema son las reformas y la izquierda dice que el problema es el cobre. Y la verdad es que esto es producto de las dos cosas. Tenemos un freno que es la baja del cobre, pero nos aplicamos un doble freno con la incertidumbre de las reformas mal planteadas.

¿Cree que hay una obstinación del gobierno al insistir en las reformas?

La mayoría eligió a la presidenta Bachelet y al Congreso, ¿pero qué ocurrió en el transcurso?, ¿por qué en ninguna encuesta las reformas tienen un apoyo mayoritario? Puede ser que el título de las reformas sea el correcto, pero la gente se da cuenta que la manera en que están desarrolladas no la beneficia. La reforma laboral es para darle poder a la CUT y al Partido Comunista que domina a la CUT. Es una reforma sindical; no he sabido de ningún país que progrese por hacer cosas de este tipo.

¿Qué le pareció el veto con que el gobierno zanjó la discusión laboral?

Este es un veto de revancha frente a una decisión del Tribunal Constitucional que dice que no se puede obligar a la empresa a negociar solo con los sindicatos. Uno respeta la decisión democrática, pero esa decisión va evolucionando. La última encuesta le da un apoyo a la presidenta de un 21% y un rechazo de 73%… y la pregunta es, ¿va a seguir adelante con las reformas? Tenemos que buscar grandes acuerdos, yo no estoy en contra de las reformas, pero con acuerdos.

Usted conoce bien al ministro Rodrigo Valdés, trabajó con él en BTG. ¿Cómo cree que está después de esta difícil semana tras el veto y el salario mínimo?

No he estado con él, pero sí puedo decir que creo que la sensación que debe tener el ministro Valdés es muy parecida a la de Burgos, debe estar cansado. Es un cansancio de frustración de tener que luchar con posiciones populistas de izquierda, sin el poder para cambiar esto, porque la presidenta no parece haberle dado el poder a Valdés para imponerse. Da la impresión de estar muy solo.

¿Le falta muñeca política al ministro?

El no es un político. Para que un no político pueda tener un peso como ministro de Hacienda, basta el total respaldo de la presidenta; de una presidenta, que lo digo con todo respeto, de economía no entiende y no tiene por qué entender, ella es del sector de la salud. Lo que se ha hecho es desvalorizar el rol del ministro de Hacienda.

¿Cree que era necesario un debate constitucional?

Sí. La Constitución actual no se considera legítima por su origen. Pero, uno, hay que ver qué sistemas tenemos en la Constitución para cambiarla; y segundo, qué cosas podemos cambiar para llevar adelante un proceso ordenado. Lo que yo planteo es que como aquí va a haber una elección del Congreso el próximo año, que ese sea el Parlamento Constituyente, y que su gran función sea acordar y proponer una Constitución a los ciudadanos. Pero para que sea un Parlamento Constituyente debería votarse por todo el Parlamento, no de una parte.

¿Cree que las expectativas económicas van a mejorar solo con el próximo cambio de gobierno?

Yo creo que sí.

Los dos años que vienen, ¿están perdidos?

Totalmente. O sea, este año está perdido. Me atrevo a pronosticar que de aquí a un año vamos a estar peor en prácticamente todos los índices: desempleo, crecimiento, inversión. Está todo el problema de las malas reformas, pero si le agregas el tema constitucional como otro factor de incertidumbre, ¿qué haces?, ¿te tiras a la piscina sin ver cuánta agua hay o esperas que la terminen de llenar? Yo creo que no va a cambiar el ambiente. No basta con decir: ahora nuestro objetivo es… ¿y antes no?, ¿y qué es lo que cambió?

¿Cómo ve la próxima elección presidencial?

A mí se me vino una imagen con la idea de Piñera o Lagos, y es que cuando hay incertidumbre, vuelves a la casa de los padres. Es como el joven profesional que después de 3 años viviendo solo queda sin trabajo y vuelve a la casa de sus papás. Así veo el llamado a Piñera y Lagos.

¿Ve emergiendo a alguien entre la derecha y la izquierda?

Yo veo que está surgiendo el movimiento Ciudadanos, que va en esa línea, y creo que Amplitud también está en esa línea. Creo que la mayoría de la gente no se siente identificada por ninguno de los dos polos. Líderes, no veo. Pero para adelante, para la gente joven, yo veo un país mucho más transparente, con posibilidades de empujar un tipo de economía de mercado moderna, colaborativa. Y por eso que las empresas grandes y los abusos que ha habido no solo deben terminarse, sino que la legislación tiene que ser muy dura. Yo soy partidario de la cárcel para la colusión. Y los grupos grandes se las arreglan solos, no hay que protegerlos. A los que hay que proteger es a los ciudadanos, a los emprendedores, a las pymes, y abrirles espacio.

Usted apoyó a Andrés Velasco… 

Yo lo apoyé cuando él no había decidido meterse en primarias de la Concertación, porque yo le decía que tenía que ir a la papeleta. La carrera a ser Presidente es una maratón con varias etapas. Yo espero que Andrés Velasco se presente y esté en la papeleta.

¿A pesar de las vinculaciones que se la han hecho con supuestos aportes irregulares de empresas?

Es qué, ¿cuál es el aporte irregular a la política? Yo creo que él reaccionó muy mal. Penta le pagó por ir a un almuerzo, y a Andrés Velasco le pagan eso por ir a almuerzos, es su profesión. Las opiniones económicas de Andrés Velasco las valoran por eso. Yo estoy en el Consejo Empresarial de América Latina, e invitamos a Velasco a Uruguay y le pagamos US$ 25 mil. ¿Cuánto le pagan a Lagos por una presentación? A Piñera le pagan US$ 100 mil.

Si fuera candidato presidencial, ¿lo apoyaría?

Yo apoyaré a los que calcen con mis ideas, y eso significa ideas liberales en lo económico y en lo social.

Esta semana el senador Jaime Orpis quedó en prisión preventiva por el caso Corpesca, y también formalizaron a Pablo Longueira por SQM, ¿qué le parece este escenario?

No tengo problemas con la aplicación de las leyes, en la medida en que sea igual para todos. Ahora, hasta aquí, la igualdad ante la ley no se ha visto. Por otro lado, los otros reclaman que Orpis no es un peligro para la sociedad, que podría estar en su casa, pero bueno, si el Poder Judicial decide que es un peligro para la sociedad, que decida que también algo con Insunza, Peñailillo y Martelli, y que llamemos al senador Rossi. Yo soy partidario del caiga quien caiga, no algunos más y otros menos.