Fue el jueves 21, apenas un día después de que Joaquín Lavín anunciara públicamente que no postularía a la alcaldía de Santiago, cuando el edil de Las Condes, Francisco de la Maza, se comunicó con él.
En esa conversación, el jefe comunal le planteó al ex ministro sus intenciones de no competir por la reelección en la comuna en la que le tocó sucederlo hace 16 años, y le propuso que le gustaría que, esta vez, fuera él quien asumiera en su reemplazo. Lavín quedó de estudiar la oferta.
De la Maza venía evaluando su decisión desde hace meses y, según él mismo explicó, la adoptó luego de que Lavín desistiera de competir en Santiago, lo que le dio la tranquilidad para ofrecerle la sucesión.
Entre sus principales razones se encuentran sus intenciones de iniciar una carrera presidencial con miras a participar de una primaria de Chile Vamos en 2017. Aunque ayer el edil precisó que esta decisión sólo la tomará en diciembre después de que finalice su periodo.
El viernes, Lavín reasumió como generalísimo de la campaña municipal de la UDI y, pese a que esto se oficializó en una actividad en conjunto con el presidente de la UDI, Hernán Larraín, y el secretario general, Guillermo Ramírez, a esa hora ni el timonel ni el resto de la directiva tenían conocimiento de la jugada de De la Maza.
No la tendrían hasta dos días después, cuando el domingo Lavín confirmó a De la Maza que aceptaba, y ambos se comunicaron con Larraín y Ramírez para transmitirles su decisión. Esta fue recibida con sorpresa por los dirigentes, quienes acordaron reunirse la mañana del lunes para analizar la situación.
En ese encuentro, según diversas fuentes, Larraín manifestó una serie de aprensiones. Entre sus argumentos, hizo notar que no se vería bien una definición de última hora, que podría leerse como una decisión ‘tomada entre cuatro paredes’, y que una eventual competencia de Lavín por Las Condes era incompatible con su rol de generalísimo.
Aunque algunas versiones indican que Larraín incluso habría intentado frenar la operación, otras fuentes descartan este hecho y señalan que sólo expresó sus aprensiones y procedió a intentar buscar una solución. En esas conversaciones participó también el diputado por la zona y ex timonel del partido, Ernesto Silva, quien, pese a plantear sus dudas por la forma en que esto se estaba realizando, dijo que le parecía una buena idea tener a Lavín en Las Condes.
Allí se barajó la posibilidad de que De la Maza postulara de todos modos al municipio, y luego lanzara su precandidatura presidencial; lo que finalmente fue desestimado.
Así, en la directiva quedaron de conversar con el resto de los partidos de Chile Vamos, y se le encargó a Lavín que tuviera listos los papeles para inscribir su postulación ante el Servel. Aunque aún quedaba un obstáculo: si uno de los partidos aliados se oponían, la operación quedaría abortada. ¿La razón? Se requería de las firmas de todo el bloque para poder inscribir al dos veces candidato presidencial.
Luego de eso, Larraín y Ramírez enfilaron hacia las oficinas del Servel, donde, junto al resto de los presidentes de partidos, entregaron las cajas con las fichas para la inscripción de los candidatos municipales.
Antes de la entrega, Ramírez retiró sigilosamente la carpeta correspondiente a la candidatura por alcalde de Las Condes, donde se encontraban los papeles de De la Maza.
ALERTA EN EL PIÑERISMO
A esas alturas, en el entorno del ex Presidente Piñera ya estaban enterados de la operación. Andrés Chadwick, histórico dirigente UDI y miembro de los ‘coroneles’, recibió con sorpresa la noticia.
Según altas fuentes gremialistas, el ex ministro del Interior se comunicó al menos en dos oportunidades con Lavín durante el domingo, en las que le hizo notar que la decisión era una mala idea. El mismo domingo también conversó con Larraín para manifestarle sus aprensiones.
Durante la mañana del lunes Chadwick continuó monitoreando el escenario. Cercanos al ex ministro afirman que, incluso, en un momento pensó que la ofensiva de De la Maza se había desactivado -dados los cuestionamientos que había compartido con Larraín-, por lo que se quedó tranquilo.
En paralelo, Larraín y Ramírez realizaron un recorrido. Primero llegaron a RN, donde la directiva de ese partido no puso ninguna objeción; algo que más tarde levantaría suspicacias en algunos militantes de la UDI, que afirman que RN podría haber pedido algo a cambio.
Más tarde, en la sede de Evópoli, conversaron con ese partido y con el PRI. Tampoco hubo mayores reparos. Con las anuencias de sus aliados, la mesa no tenía margen para oponerse a la jugada de De la Maza. Si no se oponían los socios de conglomerado, menos podían hacerlo ellos. La candidatura de Lavín iba.
Así, Chadwick fue notificado. “¿Esto lo hablaron con (Juan Antonio) Coloma?”, preguntó el ex ministro, en alusión al senador y único miembro de los coroneles que aún mantiene un cargo público. Coloma no lo sabía. El ex timonel sólo se enteraría durante la tarde. A esa hora, Larraín y Ramírez acudían por segunda vez al Servel, a entregar la documentación de Lavín.
Ya por la noche, Chadwick y Coloma harían un crítico análisis de lo ocurrido.
Según fuentes del gremialismo, el ex senador Jovino Novoa tampoco tuvo injerencia en la decisión. Pese a que ha sostenido internamente que la UDI debe llevar candidato presidencial a las primarias para fortalecer la capacidad negociadora de la plantilla parlamentaria, el ex timonel no estaría detrás de la decisión de De la Maza.
Ayer en la mañana, en tanto, el alcalde explicó su determinación en un punto de prensa conjunto con Lavín en la Municipalidad de Las Condes. El hecho de que no se haya realizado en la sede de la UDI era una clara muestra de la distancia del partido a su determinación. Esto quedaría en evidencia durante la tarde, en el punto de prensa que Larraín realizó en la casona de calle Suecia y en el que recalcó que esta “no es la forma como se resuelven las cosas en este partido. Aquí no había espacios para el camino normal, nos enfrentamos a una situación inesperada. Son situaciones excepcionalísimas, y espero que no se repita”.
EFECTOS IMPREVISIBLES
En el sector dicen que las intenciones del alcalde de levantar una postulación presidencial podría tener diversos efectos en la primaria de Chile Vamos. Si el edil decide postular, sería inevitable una elección preliminar a, al menos, cinco bandas: De la Maza, Manuel José Ossandón (ex RN), un candidato de Evópoli -que debería ser Felipe Kast-, eventualmente un militante de RN -Alberto Espina o Francisco Chahuán- y el ex Presidente Piñera, en el caso de que decida competir.
Según estiman en Chile Vamos, la competencia real entre los demás postulantes sería -entonces- por quién quedará como el ‘mejor segundo’ tras el ex Mandatario. Otro efecto -sostienen- podría ser que, con una UDI respaldando a De la Maza y con Ossandón fuera de RN, ese partido pueda inclinarse por respaldar la opción de Piñera.
Sin embargo, esto podría gatillar una eventual salida de Ossandón del bloque y su llegada directamente a primera vuelta. En todo caso, ayer en el gremialismo se aseguraba que hoy la mayoría del consejo general de la colectividad está con Piñera, por lo que las opciones de De la Maza serían bajas, más aun considerando que el edil ha desarrollado lo que definen como una militancia atípica y crítica del partido.
DEFENSA DE LARRAÍN
El presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, defendió la decisión asegurando que creen en la renovación y que ésta no se puede juzgar por una comuna.
Larraín que «de los 2.000 (candidatos que lleva el partido a la elección municipal), me atrevo a decir que más de la mitad son nombres nuevos, jóvenes y mujeres, porque nosotros creemos en la renovación». «Y la renovación está en los hechos, en los datos, no se juzga renovación de una generación por una comuna», recalcó.
El analista político Alberto Mayol sostuvo que la postulación en Las Condes demuestra la falta de rostros nuevos en la UDI. «Evidentemente hay una señal de desgaste, de carencia, donde sencillamente busca un refugio, una guarida. Es una cultura más de remanso que de acción política, no tiene mucho que ver con desafíos del futuro y simplemente se va a poner en una posición muy conservadora, donde probablemente, aunque gane la elección, no va a tener el empuje, la sensación de novedad», argumentó.
A su vez, el diputado Jaime Bellolio (UDI), candidato a la presidencia gremialista, dijo que «tiene que haber una renovación en la política que valore obviamente la experiencia, pero que también signifiquen caras nuevas». (La Tercera/La Tercera-Cambio21)


