Paulina Vodanovic fue quien abrió la puerta a la idea públicamente, y el Presidente Gabriel Boric desdramatizó el debate.
El lunes, la timonel del PS mencionó que consideraba necesario “hacer una revisión crítica del programa” y determinar “qué es lo que nos interesa como partidos de gobierno relevar, cuáles van a ser las prioridades para nosotros”.
Y el miércoles el Mandatario optó por plantear que si bien continuamente examina las prioridades, es “sin abandonar” sus principios.
“Estoy siempre revisando las prioridades del programa (…). No veo ningún drama en revisar nuestro programa. Eso, sin abandonar los principios por los cuales llegamos hasta acá, que son la creación de un Estado de bienestar en Chile, distribuir de mejor manera la riqueza, mejorar la salud pública, la educación…”, dijo Boric desde Colchane, donde estaba de gira.
Sin embargo, previo a los dichos de Vodanovic, al interior de Palacio ya se evaluaba la idea de priorizar ciertos temas. En concreto, la Sepgres, cartera encabezada por la ministra Ana Lya Uriarte (PS), había iniciado un reordenamiento de la agenda legislativa. Esto, luego de que el 8 de marzo -con 73 votos a favor, 71 en contra y tres abstenciones- se rechazara la idea de legislar la reforma tributaria propuesta por el Presidente Boric en la Cámara de Diputados. El hecho descolocó a La Moneda y le inflingió su derrota legislativa más dura dado que el aumento en la recaudación que pretendían con la iniciativa era -precisamente- con el que financiarían una serie de medidas comprometidas.
Por estos días, según fuentes de La Moneda, los equipos de la ministra Uriarte están ocupados en revisar las prioridades de la agenda del gobierno, a petición del comité político del Ejecutivo. En dicha instancia se ha enfatizado que en este segundo año de gobierno es necesario disputar más intensamente todos los espacios. Por lo mismo, pretenden avanzar en paralelo y en lo que sea posible por la vía administrativa.
No se trata, según precisan al interior del gobierno, de gobernar por decreto. Pero no son excluyentes, dicen las mismas fuentes. Pretenden reforzar este aspecto en consideración de que el propio Boric ha pedido mejorar la gestión.
Ayer hubo señales explícitas por parte del Ejecutivo sobre el reordenamiento de las prioridades de la administración de Boric. En el debut del programa en vivo “Gobierno Informa”, la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), señaló que “no todas las cosas uno las puede hacer altiro. Hay algunas cosas que, a un año de gobierno, queremos ante los ciudadanos que sea nítido que son la promesa del gobierno como legado que (…) busca dejar y que va a pelear por dejar (…)”.
A continuación, la secretaria de Estado enumeró cinco temas que para el gobierno son prioritarias. Comenzó diciendo que “hemos planteado que hay dos reformas que (…) son requerimientos de Chile pendientes desde antes de nuestro gobierno: la reforma previsional y la reforma tributaria”.
Ante el rechazo a la propuesta en la Cámara de Diputados, Tohá enfatizó que “el Presidente ha dicho que ningún impasse en una votación va a impedir que el gobierno persista en buscar que estas reformas salgan adelante”.
Luego, como segundo punto, Tohá mencionó que son necesarias “correcciones profundas al sistema de salud”. Como tercer aspecto, dijo que “vamos a avanzar sustantivamente en dejar instituciones en materia de seguridad más sólidas de las que había cuando llegamos: Ministerio de Seguridad, unas policías y todos los organismos que intervienen en mejor grado de responder a las exigencias que hoy día tenemos en esta materia”.
En cuarto lugar, la ministra señaló que “esperamos irnos de La Moneda con que el país haya terminado su disputa constitucional (…), vamos a dar todas las facilidades para que eso pase”. Y por último, indicó que “hay dos recursos fundamentales que van a ser parte del corazón de a lo que Chile le van a permitir llegar al desarrollo (…): el litio y el hidrógeno verde. Los pasos que nos encaminen hacia allá van a haber sido dados en nuestra administración”.
Quien también tuvo palabras para referirse a la priorización dentro del programa de gobierno fue la ministra Segpres, Ana Lya Uriarte. La mañana del jueves, en conversación con T13 Radio, dijo que “nosotros hemos estado trabajando desde fin de año en el establecimiento de una verdadera carta de navegación respecto de las prioridades legislativas, que expresan en una parte muy importante lo que es la prioridad del gobierno en su conjunto”.
Respecto de eso, según especificó la secretaria de Estado, “lo que se va haciendo es combinar aquello que se quiere con aquello que estamos en condiciones también de avanzar, atendidas todas las circunstancias que rodean los procesos políticos y legislativos”.
Por su parte, la vocera de gobierno, Camila Vallejo (PC), sostuvo ayer que “el programa de gobierno tiene que tener la perspectiva del acontecer nacional permanentemente e impregnarse de las demandas ciudadanas que van apareciendo (…)”.
Eso sí, la ministra enfatizó que una revisión no implica una renuncia a los principios y promesas con los que arribaron al Palacio de La Moneda. “No estamos hablando de renunciar, estamos hablando de priorizar. Y confundir priorización con renuncia es una mezcolanza”, dijo.
Sin embargo, la apertura del Presidente y las ministras contrasta con las pretensiones de Apruebo Dignidad, particularmente con las del Partido Comunista (PC). En más de una ocasión, desde la tienda encabezada por Guillermo Teillier se ha pedido no renunciar al programa de gobierno con el que Boric llegó a La Moneda.
“El gobierno tiene que hacer todos los esfuerzos por avanzar sin renunciar, es una cosa esencial”, dijo Teillier el domingo en Radio Nuevo Mundo.
La idea de evaluar el programa de gobierno, en todo caso, no es nueva. Ha sido una constante entre las dos almas oficialistas. En Apruebo Dignidad reconocen que existe un temor a que a este gobierno le ocurra lo mismo que al segundo período de Michelle Bachelet, quien terminó instalando el concepto de “realismo sin renuncia” que implicaba resignarse a no cumplir con la totalidad de los compromisos de campaña.
En consideración de los cuestionamientos que ha habido sobre qué tan apegado debe estar el oficialismo al programa de gobierno, entre los partidos se instaló la posibilidad de realizar un nuevo cónclave oficialista entre los partidos y La Moneda. La última instancia de este tipo ocurrió en noviembre del año pasado, cuando se decidió conformar una alianza de gobierno que incluya a las dos coaliciones. Una unión que, en todo caso, ha estado marcada por sus desencuentros y roces, principalmente a raíz del proceso constituyente y de los equilibrios en la estructura de gobierno.
La puerta la abrió el jueves el presidente de Revolución Democrática, el senador Juan Ignacio Latorre, quien señaló que “lo que he dicho en algunas reuniones políticas con La Moneda es que podría ser un interesante espacio un cónclave, o una jornada de trabajo del oficialismo, con los partidos, las bancadas parlamentarias, con el gabinete (…). El ejercicio de priorizar las metas, los objetivos a cumplir durante el 2023, siempre es fructífero (…). Siempre hemos dicho que el programa no está escrito en piedra”.
La alternativa deslizada por Latorre sorprendió a La Moneda. De momento, no hay nada de esa naturaleza en agenda. Sin embargo, no descartan que puedan coordinar una instancia de encuentro entre las fuerzas oficialistas próximamente.
Ante la propuesta de Latorre, el timonel de Comunes, Marco Velarde, sostuvo que “en el cónclave de noviembre pasado tomamos una ruta de seis meses que estaba orientada a hacer que avancen las reformas y poner foco en las urgencias ciudadanas. Transcurrido este tiempo, es bueno evaluar si esto se cumplió y delinear una estrategia común para el presente año y enfrentar el obstruccionismo de la derecha, que ha parado reformas clave”.
Por su parte, Vodanovic señaló que un cónclave que cuenta con la presencia del Presidente y los ministros es una “buena instancia de definir cuáles van a ser las prioridades del gobierno y (…) el rol de los partidos políticos. Sería una interesante posibilidad que próximamente tengamos una jornada amplia, también con parlamentarios, alcaldes”. (La Tercera)