La izquierda es el adversario- Jacquelinne van Rysselberghe

La izquierda es el adversario- Jacquelinne van Rysselberghe

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La unidad y la convivencia se practican, no se vociferan. Desde su creación hace cuatro años, Chile Vamos ha tenido la capacidad, como coalición, de administrar sus diferencias y manejar las tensiones propias que surgen en cualquier conglomerado político.

Este espíritu unitario viene marcando una diferencia fundamental con lo que ha sido históricamente la relación entre los partidos de derecha en Chile. La disposición a poner los intereses colectivos por sobre los individuales, y los de cada partido, es la receta que nos ha permitido consolidarnos como un bloque político electoral que representa una alternativa real de gobierno para los ciudadanos y que es capaz de interpretar los sueños y esperanzas de millones de chilenos, principalmente de clase media y sectores vulnerables.

Como presidenta de la UDI, uno de los partidos eje de Chile Vamos, considero relevante recordar esto, en un escenario donde algunos dirigentes se ven tentados a promover sus agendas personales por sobre los intereses del país, de nuestro gobierno y de la coalición.

Con un gobierno que enfrenta a una oposición obstruccionista, y un escenario económico internacional complejo, hay quienes estiman que es una oportunidad propicia para desmarcarse del Ejecutivo y así fortalecer sus liderazgos, pensando en la próxima elección presidencial y parlamentaria.

Es un error grave no entender que si al gobierno del Presidente Piñera le va mal, no nos irá bien como sector en los próximos desafíos electorales que tenemos por delante. Como también es una falta inexcusable olvidar que nuestro adversario es la extrema izquierda y no los partidos aliados del bloque.

Es cierto que hoy en la oposición no hay liderazgos fuertes ni consolidados, pero pensar que por eso tenemos asegurados cuatro años más en La Moneda es desconocer las cambiantes dinámicas de la política. La sola posibilidad de que la extrema izquierda, la que ha demostrado en el Congreso y alcaldías que administra que carece de capacidades políticas y técnicas para gobernar, pueda alcanzar la presidencia debe ser un factor más que suficiente para no equivocarnos y no ceder a tentaciones mezquinas.

Y esto vale también para quienes, compartiendo los valores fundamentales del sector, actualmente no son parte de Chile Vamos, pero que están construyendo su agenda sobre la base de cuestionar al Gobierno y de instalar divisiones en la derecha. Con esto no quiero decir que haya que ser obsecuentes, pero sí recalcar que tenemos la obligación de cuidar las formas y de actuar con sentido de responsabilidad, promoviendo la unidad.

Así lo entendemos en la UDI, y es lo que hemos venido haciendo, mostrando lealtad con el Gobierno y firmeza para enfrentar a la oposición obstruccionista, esa que levanta diques y busca instalar retroexcavadoras.

Con todo, el primer desafío que tenemos como coalición es preservar la unidad y aunar todos los esfuerzos para que a la actual administración del Presidente Piñera le vaya bien. El segundo es fortalecer los liderazgos internos a partir de las virtudes de cada uno y no descalificando o desmereciendo a los otros. Y, tercero, actuar con inteligencia y pragmatismo en el diseño de la estrategia con que cada partido y el bloque enfrentaremos los comicios municipales y de gobernador del próximo año, y la presidencial y parlamentaria de 2021.

Está en nosotros mantener la confianza de los chilenos y seguir demostrando que somos la mejor alternativa para gobernar, y es nuestra responsabilidad derrotar en las urnas a una izquierda que ha reafirmado que el bienestar de los chilenos no es parte de sus prioridades.

 

El Mercurio

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