La columna del Economist y la versión que publicó El Mercurio

La columna del Economist y la versión que publicó El Mercurio

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El Mercurio necesita traductores o periodistas más rigurosos.

El domingo el diario reprodujo una columna de la revista The Economist en la que hace un análisis profundo acerca de la necesidad de efectuar una limpieza a fondo de la democracia en la región.

El artículo se publicó en la sección que semanalmente dedica la prestigiosa revista a América Latina: la columna de “Bello”, en referencia a Andrés Bello, el venezolano que creció en Londres y que eventualmente llegó a Chile, donde escribió el Código Civil y fundó la Universidad de Chile.

“Gobernar se está volviendo cada vez más duro, pero no tiene que ser tan difícil o sucio”, dice la nota, haciendo referencia a las crisis que actualmente enfrentan las democracias de Chile, Brasil y México, por el tema de corrupción.

“Con el fin del auge de las materias primas, el crecimiento ha aflojado el paso y por lo tanto también lo ha hecho la caída de la pobreza, lo que ha provocado que la corrupción sea menos tolerable. Además de Rousseff, Enrique Peña Nieto en México y Michelle Bachelet en Chile han visto desplomarse sus índices de aprobación a niveles récord. El recelo público hacia los políticos está muy difundido.”

The Economist señala que reformar la política ahora se ha convertido en prioridad en la agenda regional y da sus consejos: “Lo que se necesita ahora son medidas para fortalecer a los partidos y reformar su financiamiento con el fin de reducir la corrupción y el tráfico de influencias”, pero advierte que el problema “es que los políticos son desafortunadamente reacios a cambiar las reglas bajo las cuales fueron elegidos”.

Todo eso está reproducido fielmente en la versión que publicó El Mercurio.

Sin embargo, uno de los párrafos claves de la nota está incompleto. Es el que se refiere al financiamiento de los partidos políticos.

“El escándalo en Petrobras se debió en gran parte a la codicia voraz del Partido de los Trabajadores y sus aliados. Sin embargo, la opinión pública se muestra hostil a que el Estado financie a los partidos”, dice fielmente lo reproducido por el diario. Pero ese párrafo de la columna del Economist no termina ahí.

A esa frase le sigue lo siguiente:

“Daniel Zovatto, del Instituto para la Democracia y Asistencia Electoral, una organización intergubernamental, es partidario de prohibir donaciones de empresas y las anónimas, y de apoyar el financiamiento parcial a los partidos políticos con fondos estatales a cambio de un escrutinio mucho más riguroso de las finanzas de los partidos y una mayor democracia al interior de ellos”.

La versión de El Mercurio omite esa parte y salta a la frase final. “La reforma política por sí sola no mejora la calidad de la democracia en Latinoamérica, pero a medida que gobernar se vuelve más duro, los políticos deberían hacer todo lo posible para restaurar el prestigio y la eficacia de los sistemas políticos de la región”.

Cabe mencionar que Zovatto es el único extranjero que forma parte del Consejo Anticorrupción creado por la Presidenta Michelle Bachelet para salir de la actual crisis. Lo que él dice es que estima como esencial para el fortalecimiento de la democracia que se establezca un financiamiento para los partidos políticos. Acompañado, por cierto, con normas de transparencia y funcionamiento interno democrático.

Uno puede concluir dos cosas de la versión que publicó El Mercurio: o hubo un error de traducción o el diario abiertamente decidió censurar la columna del Economist. Hay que recordar que la posición del medio, reflejada a través de sus páginas editoriales, es de oposición al financiamiento público de la política. (El Mostrador)

 

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