Más alto de lo esperado partió el año para la inflación, ya que el Instituto Nacional Estadística (INE) reportó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 0,6% en enero, mientras que los encuestados por Bloomberg anticipaban un 0,4%.
Con esto, el costo de la vida sube a 3,5% en doce meses, niveles que no se veían desde julio de 2016.
En el primer mes del año, incidió en el alza la división de alimentos y bebidas no alcohólicas y transporte, en un contexto en que nueve de las doce divisiones que conforman la canasta del IPC influyeron en el alza y tres presentaron caídas.
Entre las divisiones con alzas en sus precios destacó alimentos y bebidas no alcohólicas (1,0%) y transporte (1,1%).
En el primer segmento, los aumentos más importante fueron en hortalizas, legumbres y tubérculos (3,2%), seguido por carnes (0,9%).
Entre los productos, destacó el aumento del limón (57,4%), secundado por carne de vacuno
(1,2%).
En el caso del transporte, el incremento más importante fue combustibles y lubricantes para vehículos de transporte personal (2,4%), una situación explicada por el alza del dólar y el petróleo en el exterior.
De hecho, la gasolina registró un avance mensual de 2,2%, presentando un incremento a doce meses de 8,8%.
Lo otro clave fue el transporte de pasajeros por vías urbanas y carreteras (2,2%), a lo que se sumó servicio de transporte en bus interurbano (9,7%).
Por productos, de nuevo paquete turístico sobresalió con un alza mensual de 10,4% y un aumento de 52,4% a doce meses.
Electricidad, por su parte, exbibió un aumento mensual de 3,0% y una variación anual de 17,2%.
MINISTRO PALACIOS
El ministro de Economía, Lucas Palacios reaccionó en Twitter señalando que «El alza de explicó principalmente por mayores precios en alimentos y bebidas no alcohólicas, transporte, recreación, cultura, vivienda y servicios básicos«.
El IPC de 0,6% en el pasado mes se trata del alza mensual más alta desde octubre del año pasado, cuando la inflación subió 0,8%. Sin embargo, el dato de enero es el mayor registro para ese mismo mes desde el año 1998, cuando la variación fue de 0,7%.
Palacios aseguró que esta subida inflacionaria «responde tanto a efectos estacionales, como al impacto del alza del valor del dólar en los productos importados. No es descartable que la sequía esté también detrás del alza de los precios de los alimentos«.
Palacios concluyó afirmando que «esperamos que la inflación sea menor en febrero, y un primer indicio para ello es que las gasolinas, que fueron importantes en el IPC de enero, ya han empezado a bajar de precio en las últimas semanas«. De hechos, las bencinas de todos los octanajes y diésel han anotado dos semanas de bajas consecutivas, acumulando una disminución en ese periodo de $12.
ESPECIALISTAS
Sorpresa causó en los mercados la fuerte expansión que anotó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de enero, el que registró un alza de 0,6%, según dio a conocer este viernes el Instituto Nacional de Estadísticas. Dicha cifra modificó en parte los análisis económicos de cara al resto del año, lo que pone en duda la opción de que el Banco Central vuelva a disminuir la tasa de interés.
«Considerando que las mayores tasas de inflación son transitorias –estimamos que en diciembre el IPC acumulará una variación de 2,6%– prevemos que el Banco Central mantendrá estable la Tasa de Política Monetaria a lo largo del año. Lo anterior se ve reforzado por la intervención cambiaria y la mayor sensibilidad que podrían presentar los mercados financieros ante eventuales nuevas disrupciones de la actividad«, señala el informe del Banco Santander.
En tanto, el análisis de Banchile Inversiones sostiene que «aún no incorporamos en nuestro escenario base un recorte» de la tasa, ya que, a su juicio, «la acción del Banco Central estará determinada por la evolución del escenario económico a lo largo del 2020». «Esto (baja de la Tasa de Política Monetaria) tendrá lugar en la medida en que la actividad económica se mantenga débil y dificulte la convergencia de la inflación hacia la meta», agrega.
Por su parte, BCI Estudios estima que «el IPC de febrero se ubicaría en el rango 0,1-0,2% m/m» y que «la variación anual de la inflación tendería a subir en el corto plazo, para luego retroceder gradualmente hacia el segundo semestre marcado por la debilidad de la actividad económica».
Mirada similar a la manifestada por Tanner Investments. «Esperamos un alza acumulada de 1,0% para los próximos 3 meses en el nivel de precios, lo que es superior a lo implícito en los Forwards de Inflación hasta ayer (0,8%). Esto se explicaría principalmente por la persistencia del traspaso cambiario, el aumento del precio del petróleo y los efectos de la sequía, factores que se manifestaron de manera importante en los datos de enero. Sin embargo, existen efectos mitigadores como, por ejemplo, el control sobre las tarifas de los servicios públicos y una menor actividad económica, que sentiría el efecto del menor crecimiento temporal de China», señala.
Asimismo, sostiene que «los factores inflacionarios superarían a los deflacionarios, lo que se explicaría especialmente por los mecanismos de inflación extendidos en Chile. De este modo, proyectamos que el IPC de 2020 cerrará en 3,5%, lo que es superior a nuestra estimación anterior de 3,3%».
Pese a esto, el ministro de Hacienda (s), Francisco Moreno, hace un llamado a la cautela y a no «sobreinterpretar un dato de un mes en particular«. «Mirando hacia adelante, las gasolinas comenzaron febrero con bajas, lo cual podría incidir a la baja en el próximo dato. Como señalamos luego del IMACEC del mes de diciembre —que tuvo un crecimiento de +1,1%— debemos seguir trabajando para recuperar la capacidad de crecer, aumentar inversión y crear empleos», afirma. (DF-Emol)
