Informe del IISS: China, factor de inseguridad

Informe del IISS: China, factor de inseguridad

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Bastian Giegerich, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), advierte de los peligros, sobre todo, en Asia. No cree que Donald Trump sea problemático para la OTAN.

DW: Señor Giegerich, su instituto acaba de presentar su informe anual. La mayoría de la gente tendrá probablemente la impresión de que el mundo se volvió más inseguro el año pasado. ¿Es así?

Giegerich: La seguridad es un sentimiento relativo. Lo que sí podemos tener claro son los siguientes aspectos. Por un lado, los gastos en defensa se han reducido levemente en casi todo el mundo. En Asia, por el contrario aumentan considerablemente y es así desde hace cinco años. Es preocupante teniendo en cuenta las disputas territoriales y otros riesgos en torno a la seguridad.

El segundo aspecto es la distribución de alta tecnología militar, tema que ha adquirido un matiz alarmante. Al respecto, sobre todo China ha dado pasos agigantados y se ha mostrado dispuesta a exportar este tipo de tecnología. Por eso entretanto un gran número de países dispone de una capacidad militar a la que hasta ahora solo tenía acceso Occidente.

¿Cambia la situación con Donald Trump?

Bastian Giegerich, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.Bastian Giegerich, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

Es demasiado pronto para poder decir algo sobre el tema. Pero los temores que afloraron en la fase de transición, no se han confirmado. Trump reaccionó ante la prueba de misil de Corea del Norte con relativa cautela. Él apostó por una política, como lo podría haber hecho su antecesor Obama: destacó las relaciones con los aliados, Japón y Corea del Sur, y realizó un planteamiento en el marco de las Naciones Unidas. Esto quizá haya sorprendido a algunos, pero significa que sigue existiendo un elemento de continuidad.

Trump ha puesto en duda a la OTAN, aunque más tarde lo haya relativizado. Pero, los países del Báltico se preocupan de que en un conflicto con Rusia, la OTAN en caso necesario podría sacrificarlos. ¿Cómo ve usted esto?

Aquí vemos un cierto movimiento pendular y es que la administración Trump retira en parte su discurso original. La amenaza en los países del Báltico es naturalmente muy real. Si observamos la capacidad militar en la región, tendremos claro que Rusia, si quisiera, podría adqurir una superioridad regional y temporal superior, pero esto no quiere decir que se dude de la capacidad de defensa de la OTAN. El despliegue de refuerzos iniciado en las últimas semanas es un buen ejemplo de ello y por cierto fue apoyado y financiado por Estados Unidos.

Creo que la preocupación en el Báltico está relacionada con la duda sobre la unidad política. Sin embargo, últimamente hemos visto que la OTAN es capaz de actuar con cohesión.

En caso de que Trump colaborara estratégicamente con el presidente Putin, ambos podrían, por ejemplo, poner pronto fin al conflicto sirio, independientemente de la cuestión de si esa sería una solución real para la región.

Si nos preguntamos qué tratos podrían negociar ambos, en primer lugar sería evidente una coalición contra el llamado Estado Islámico. Pero tendrían considerables obstáculos en el camino. Desde el punto de vista de Estados Unidos, por ejemplo, la «relación laboral” de Moscú con Irán y Hezbolá sería un factor perturbador que no hay que subestimar. Trump y Putin también tienen en general puntos de vista opuestos con respecto a Irán. No tengo tan claro que este pacto se firme en breve.

¿Se halla el EI cada vez más a la defensiva o su gran momento está por llegar?

Vemos que de momento están siendo obligados a retroceder militarmente. Esto significa, desde mi punto de vista, que EI comienza a transformarse y apuesta de manera más directa por los atentados terroristas internacionales. Y esto podría suponer una gran amenaza para Europa.

¿Cómo se desarrollará China si Estados Unidos se retira como potencia reguladora?

China ha invertido mucho durante los últimos años en su armamento. Su presupuesto de defensa aumentó rápidamente en los años pasados. Ahora vemos que China también ha empezado a enlazar esta capacidad armamentista con una política exterior más agresiva que en el pasado. Así comprobamos que en el tema de seguridad Asia-Pacífico sí existe un cierto factor de inseguridad. También es un interrogante la postura que adoptará Estados Unidos al respecto: ¿asumirá un papel menos activo que permitiría a China llenar el vacío dejado por los estadounidenses? (DW)

*El experto en seguridad Dr. Bastian Giegerich colaboró en la elaboración del informe «Military Balance and Strategic Survey”, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres.

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