Independientes en listas parlamentarias abre debate por riesgos de discolaje

Independientes en listas parlamentarias abre debate por riesgos de discolaje

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Con el cierre de inscripciones parlamentarias, los partidos y pactos políticos sorprendieron al incluir en sus listas a varias figuras independientes de alto perfil público. La decisión busca ampliar el electorado y sumar notoriedad, pero también abre dudas sobre la capacidad de las colectividades para ordenar a candidatos sin pertenencia partidaria firme.

Uno de los casos más comentados es el del diputado Miguel Ángel Calisto (Ind.-Demócratas), quien inicialmente quedó fuera del pacto Chile Vamos–Demócratas por reparos de la UDI debido a causas judiciales pendientes. Tras anunciar una candidatura independiente, el 19 de agosto finalmente fue acogido por la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), con apoyo del oficialismo, para competir por el Senado en Aysén. El propio parlamentario reconoció que su cambio respondió a una decisión de “supervivencia política” y marcó distancia con la coalición que lo cobija.

Otro ejemplo es la exconvencional Elisa Loncón, quien buscó un cupo en el Frente Amplio pero terminó en la lista del Partido Comunista para disputar un escaño en el Senado por La Araucanía. La académica mapuche destacó que mantiene independencia de cualquier colectividad y que su proyecto político “trasciende las etiquetas partidarias”.

Asimismo, el PC sumó a Gustavo Gatica, víctima de trauma ocular durante el estallido social, como candidato en el Distrito 8. Pese a que había manifestado su interés por competir desde el Frente Amplio, la colectividad comunista logró incorporarlo a su lista.

En la vereda opositora, el pacto “Cambio por Chile” (Republicanos, PNL y PSC) presentó la candidatura de Gino Lorenzini por el Distrito 10. El fundador de Felices y Forrados saltó al debate público tras su frustrado intento presidencial de 2021.

Los analistas advierten riesgos en esta fórmula. Para Jaquelin Morillo, académica de la Universidad San Sebastián, cuando los partidos abren cupos a independientes “el margen de control siempre es más débil” porque no existen incentivos ni sanciones propias de la militancia. Si bien su incorporación amplía la base electoral, aumenta la posibilidad de comportamientos “díscolos y autónomos” dentro del Congreso.

En la misma línea, Felipe Vergara, analista político de la UNAB, señaló que algunos independientes han demostrado ser “difíciles de alinear” y alertó sobre un fenómeno de “turismo partidista”, donde candidatos pueden moverse entre sectores tan opuestos como el PC y el Partido Republicano. Según dijo, muchos de ellos podrían terminar apoyando posiciones distintas a las de la lista que los cobijó, lo que agrava la crisis de confianza hacia el Parlamento.

Con estos antecedentes, las inscripciones parlamentarias de 2025 abren un escenario competitivo, pero también frágil, en el que los partidos apuestan por el arrastre mediático de los independientes, aun a riesgo de ver debilitada su cohesión política en el Congreso.