Indecisión costosa

Indecisión costosa

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El dilema de la Democracia Cristiana de si ir primera vuelta o a primarias será resuelto por la fuerza de los hechos, más que por una determinación fundada en los argumentos que esgrimen los partidarios de una u otra opción: es que el tiempo apremia. En efecto, en menos de una semana se tendrá que pronunciar su Junta Nacional y tras cartón inscribir los candidatos a primera vuelta, cuando ya las cosas no tengan vuelta atrás. Y nada se ha resuelto, y las dudas y debates internos lo corroen todo.
Hace no tantos meses la DC no tenía otra alternativa que ir a primarias, porque carecía de candidato presidencial. Pero desde que pronunciara un sentido discurso en el funeral del expresidente Patricio Aylwin y, más tarde, obtuviere una sólida victoria en las elecciones a la presidencia del partido, se perfiló la opción de Carolina Goic. Muchos vieron en su candidatura un gesto sin otro destino que negociar cuotas de poder. Discutible, porque Alejandro Guillier no era tan firme como parecía, ya que tiene mucho de “flor de un día” germinada en las encuestas, en las que incluso aparece ahora algo marchito.
Pero las oportunidades hay que aprovecharlas y cuando son cuesta arriba, hay que tener arrojo para capitalizarlas, que es lo que le ha faltado a la candidata DC. Era menester decidirse ir a primera vuelta y, a más tardar, el 1° de marzo lanzarse con todo. Porque se trataba de una ventana estrecha, cuando el tiempo apremiaba. No obstante, en un karma que persigue a la DC desde siempre, las aguas fueron tibias y se dejó a la próxima Junta Nacional la determinación de lo que se haría. Dos meses de cavilaciones, debate interno y declaraciones contradictorias. Tiempo precioso perdido, que ha desdibujado la oportunidad. Las encuestas lo evidencian: Goic no logra despegar en las preferencias.
Las fuerzas en pugna en la DC están claras: unos, más preocupados de sí mismos, piensan en los cupos y pegas, y en lo que pasaría si se va a primera vuelta y hay dos listas parlamentarias, ya que ciertamente sería un escenario de confrontación con el resto de la Nueva Mayoría; los otros, más de principios -pero, digámoslo también, que tienen otras actividades y no dependen tanto de las pegas públicas y cupos parlamentarios-, ven que la DC puede terminar totalmente desperfilada y relegada al baúl político del olvido, si no comienza a defender ideas y valores propios, aún si con ello pierde algunos parlamentarios. Y Goic no dirime, aunque diga que está más bien por la primera vuelta, porque también ha dicho que iría a primarias si hay una discusión programática y se logran ciertas definiciones en la Nueva Mayoría sobre el camino a seguir, como también en los cupos y listas parlamentarias. Pero, ¿a qué se refiere?: si no queda tiempo ni espacio para ese debate, ni para aunar criterios o negociar con los restantes partidos del conglomerado.
De hecho, lo que obviamente deben hacer los demás partidos es continuar tramitando la causa, para que el sábado la DC tenga que pronunciarse presionada por el reloj. Y las decisiones que son resultado de la indecisión, son costosas: hagan lo que hagan, no habrán asegurado ni la candidatura presidencial ni los cupos parlamentarios. (La Tercera)

 Axel Buchheister

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