El pangolín, un pequeño mamífero conocido por sus escamas y en peligro de extinción, podría ser un animal clave en la transmisión al hombre del coronavirus, que ya ha provocado la muerte de más de 600 personas en China.
Investigadores de la Universidad de Agricultura del sur de China identificaron al pangolín como un posible «huésped intermedio» que facilitó la transmisión del virus, informó la institución.
Según un estudio reciente, probablemente el murciélago es reservorio del coronavirus, es decir, el animal que alberga el virus sin estar enfermo y puede transmitirlo a otras especies. Pero el virus del murciélago no puede fijarse en los humanos receptores y debe pasar por otra especie para adaptarse al hombre, lo que se llama «huésped intermedio«.
En el caso del coronavirus, los expertos sospechan que hubo un mamífero que actuó como «huésped intermedio». Durante un tiempo se pensó en la serpiente, pero luego esa hipótesis se descartó. Ahora, después de haber estudiado mil muestras de animales salvajes, los científicos determinaron que los genomas de las secuencias de virus estudiadas en el pangolín eran en un 99% idénticos a los de los pacientes infectados por el coronavirus de Wuhan.
Este virus apareció, en diciembre pasado, en un mercado de esa ciudad china, donde se venden muchos animales, algunos de ellos salvajes.
APETECIDO POR SIBARITAS CHINOS Y MEDICINA ASIÁTICA
En la epidemia del SRAS que hubo en China entre 2002 y 2003 el huésped fue la civeta, un pequeño mamífero cuya carne es muy apreciada en ese país. A fines de enero, con el fin de contener la epidemia, China anunció una prohibición temporal del comercio de animales salvajes, por lo que estarán prohibidos la cría, transporte y venta de todas las especies salvajes.
Cada año se comercian ilegalmente en Asia y África cien mil pangolines, especie codiciada por los traficantes de animales salvajes, que la prefieren al elefante o rinoceronte, según la ONG WildAid.
Su carne es muy apreciada por los sibaritas chinos y vietnamitas, y sus escamas, huesos y órganos se usan en la medicina tradicional asiática.
En 2016, la Convención internacional sobre el comercio de especies salvajes amenazadas de extinción introdujo al pangolín en una lista que prohíbe su comercialización, pero según las ONGs, pese a esa medida, el tráfico ilegal de esa especie ha seguido aumentando. (Emol-AFP)