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Huneeus admite pago de US$ 300 mil para asegurar cupo universitario a su hija

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En un nuevo capítulo del escándalo por el pago de sobornos en el sistema de admisión universitaria en Estados Unidos, el empresario chileno Agustín Huneeus se declaró culpable de conspiración para cometer fraude con el objetivo de asegurarle un cupo a su hija en una universidad de elite. Poco más de dos meses después de que se destapara un esquema de corrupción para alterar el examen de ingreso SAT, el empresario vitivinícola admitió haber pagado US$ 300 mil a William Singer, el principal gestor de este negocio, acusado de conspiración para la extorsión, conspiración para lavado de dinero y obstrucción de la justicia.

De acuerdo con la investigación de la fiscalía, Huneeus le pagó a una persona que ayudó a que su hija diera el examen SAT, utilizado para la admisión universitaria en Estados Unidos. Y esta persona, “corrigió sus respuestas después de que ella lo completó”. Todo, para asegurar un cupo en la Universidad de California del Sur. Además, la acusación sostiene que Huneeus simuló que su hija era una estrella de waterpolo en la escuela secundaria y sobornó a Donna Heinel, la directora atlética de la universidad californiana, y a Jovan Vavic, el entrenador de waterpolo de la casa de estudios.

Según los términos del acuerdo de culpabilidad a los que tuvo acceso La Tercera, se recomendará para Huneeus una sentencia de 15 meses de prisión, un año de libertad vigilada, una multa de US$ 55.000, restitución y decomiso. Si no se declaraba culpable, el ejecutivo chileno podría haber enfrentado la sentencia máxima de 20 años en prisión, una multa de US$ 250.000 y tres años de libertad vigilada. Se espera que Huneeus, dueño una compañía productora de vinos radicada en Napa Valley, California, conozca su sentencia el próximo 4 de octubre.

Huneeus había acordado declararse culpable en abril pasado, junto a otros 13 padres involucrados en el mismo escándalo. La participación del empresario chileno consta en los registros de las conversaciones que fueron grabadas por el FBI y publicadas en The New York Times en marzo. En las conversaciones que aparecen en los registros del FBI, Huneeus, de 53 años, pregunta por las posibilidades de que los descubran -y le dicen que no-, y luego, cuando le cuentan que la policía está investigando, señala que él dirá que donó 50 mil dólares a la fundación por su consideración con los niños que no tienen fácil acceso a la universidad.

La acusación contiene todos los diálogos de Huneeus captados por el FBI:

-Y si por alguna eventualidad ella no entra (a la universidad), (el dinero) no volvería a mí, ¿verdad? -pregunta Huneeus en uno los diálogos consignados en la acusación.

-Eso nunca, nunca ha pasado.

A través de su empresa de preparación universitaria llamada Edge College & Career Network, también conocido como The Key, Singer ayudaba a los estudiantes a hacer trampa en los exámenes estandarizados SAT y ACT, y pagaba sobornos a los entrenadores deportivos para que pudieran hacer ingresar a estos jóvenes a la universidad con credenciales atléticas falsas. Huneeus utilizó ambos esquemas, según documentos oficiales.

El empresario vitivinícola habría llegado a The Key por el empresario estadounidense William E. McGlashan, ya que la hija del chileno asistía al mismo colegio que el hijo de McGlashan, a quien le inventaron que tenía problemas de aprendizaje para así poder tomar el examen de ingreso solo, durante dos días en vez de uno.

En los documentos judiciales aparecen textuales las conversaciones telefónicas de Agustín Huneeus y un “testigo colaborador” o “CW1” (como es mencionado en el texto judicial) que trabajaba en The Key. Ahí se detalla que la hija del empresario viajó a Los Ángeles para dar el SAT de manera especial frente a un evaluador que luego corrigió sus respuestas.

Sin embargo, el empresario chileno tenía dudas y temor.

-¿Hay algún riesgo de que esto me explote en la cara? -pregunta Huneeus.

-No ha pasado en 24 años -responde CW1.

-Lo sé pero (…) si sale un artículo de que el equipo de waterpolo está vendiendo cupos en la universidad por US$ 250 mil….

-No, porque ella es una jugadora de waterpolo.

-Pero no lo es… -replica el empresario. (La Tercera)

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