Horas y días decisivos frente al 7 de mayo

Horas y días decisivos frente al 7 de mayo

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El nuevo proceso constituyente ha iniciado su marcha esta semana con la elección por parte del Congreso Nacional de los 24 autodenominados expertos, 12 por la Cámara de Diputados, 12 por los senadores y los 14 miembros del comité de admisibilidad.

El desafío siguiente, para lo cual existe un plazo máximo, a partir de hoy, de 8 días, es la presentación por parte de los partidos y bloques políticos de sus listas de candidatos al Consejo Constitucional, cuya fecha legal es el próximo 6 de febrero.

Cabe destacar que la elección de estos consejeros constitucionales tiene un sistema distinto a la elección de los constituyentes de la primera Convención. En esa oportunidad los candidatos eran 138 más 17 escaños reservados elegidos en los 28 distritos electorales siguiendo el modelo de la Cámara de Diputados. La elección del 7 de mayo usa el modelo electoral del Senado, eligiendo 50 constituyentes en 16 regiones.

Frente a este plazo perentorio, los respectivos partidos y bloques políticos aún no deciden su política de alianzas. En el caso de la derecha, todo hace presumir que irán en listas separadas, dado el aumento de la conflictividad en este sector político a propósito de las acusaciones constitucionales y por otra parte, a la decisión ya tomada por el Partido Republicano de competir separadamente de la derecha tradicional, es decir, Chile Vamos. Cabe consignar que, tomando como referencia la última elección nacional ocurrida hace un año. la derecha tradicional, es decir, Evópoli, Renovación Nacional y la UDI, obtuvieron el 25.07% de la votación y republicanos obtuvo el 10.54%. Además la incertidumbre aumenta en este sector si consideramos la aún no definición del Partido de la Gente que obtuvo el 8.45% en la última elección. La presencia de su líder en Santiago en estos días, Franco Parisi, podría definir si el Partido de la Gente levanta su propia lista a consejeros constitucionales o se integra a cualquiera de las otras dos listas. Para el electorado de la derecha chilena no debe ser muy estimulante que sus partidos políticos, frente a la próxima elección, vayan a los menos en dos listas y eventualmente en tres, dependiendo de la decisión del Partido de la Gente.

En las fuerzas oficialistas la decisión es aún más compleja, el bloque Apruebo Dignidad, integrado por los partidos Comunes, Convergencia Social, Frente Regionalista Verde Social, Revolución Democrática y Partido Comunista, que obtuvieron hace un año el 20.94%, ha planteado la lista única del oficialismo y en esto coincide con las declaraciones de altos personeros de Gobierno que también postulan una sola lista. El otro bloque gubernamental, denominado Socialismo Democrático e integrado por los partidos Liberal, PPD, Radical y Socialista, que obtuvieron 12.55% de la votación, hasta el día de hoy no ha tomado una decisión pero se prevé que hoy el Partido por la Democracia en su consejo nacional, mayoritariamente votará por dos listas, uniéndose en esto al Partido Radical que también proclamo las dos listas y manteniéndose la incertidumbre en la definición socialista que también hoy, en su comité central, definirá su política de alianzas. En paralelo, el otro partido de este bloque, el Liberal, aspira a una lista única pero está esperando la definición del Partido Socialista y del PPD. Por otra parte, la Democracia Cristiana, que no es parte del oficialismo, ha decidido ir en una lista común con el Socialismo Democrático y ha rechazado una lista unitaria con Apruebo Dignidad.

En el escenario descrito, en mi opinión, las fuerzas del oficialismo debieran evitar una doble ruptura, si se dieran las dos listas oficialistas, para no dañar al Gobierno, debieran contemplar una campaña que tuviera un programa mínimo común en la formulación de la Nueva Constitución, además de concordar pactos por omisión entre las dos listas para un mayor rendimiento electoral, así mismo evitar que la campaña de estas dos listas esté centrada en la evaluación de los primeros 11 meses de Gobierno y desterrar de la competencia las referencias a “la lista del indulto” y su respuesta, “la lista de Soquimich”; una competencia al interior del oficialismo marcada por la diferenciación y por la lucha por la hegemonía entre ambos bloques solo dañará al Presidente y al Gobierno que además vive momentos muy difíciles en materia de adhesión ciudadana. Por el contrario, si ambas listas compitiendo convergen en los aspectos principales de la futura Constitución, como por ejemplo, el Estado social y democrático de derecho, el Gobierno puede sobrellevar esta división.

Pero tenemos que evitar una segunda ruptura, cual sería que en las definiciones de hoy día se rompiera el bloque del Socialismo Democrático, dada las definiciones de sus dos principales partidos, el Socialista y el PPD. Si sus definiciones implican la ruptura del Socialismo Democrático, le estaríamos haciendo un enorme daño al Presidente y a su gobierno, dado que este bloque, después de perder en la primera vuelta presidencial con su candidata, al día siguiente opto por el candidato Boric en segunda vuelta y la suma de ambas fuerzas, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, le dio una contundente victoria al Presidente con el 55% de los votos en la segunda vuelta presidencial. Además, después de la derrota del 4 de septiembre, se ha reforzado la presencia en la gestión de gobierno, en cargos claves, del Socialismo Democrático, lo que refuerza la necesidad de su unidad. (El Mercurio)

Francisco Vidal