Garzón es criticado no solo por haber apoyado la demanda de Bolivia en contra de Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, sino también por haber suscrito una declaración del Grupo de Puebla donde se criticaba al Poder Judicial chileno.
El canciller Alberto van Klaveren dijo el domingo que el reconocimiento en ese plano fue por la labor de Garzón al ser una especie de “punta de lanza” para que la justicia chilena fuese más diligente a la hora de juzgar a Pinochet.
Sin embargo, el ruido interno en el Ministerio de Relaciones Exteriores por el tema fue algo que ayer se comentaba, considerando que el ministro Van Klaveren fue asesor en el equipo jurídico de Chile ante la demanda boliviana.
“El reconocimiento que se le hizo fue por su trabajo en términos de luchar contra la impunidad en la Comisión contra Crímenes de Lesa Humanidad, en distintos países del mundo. Ese es el sentido del reconocimiento que se le hizo. Más allá de las diferencias que podamos haber tenido y que pueden incluso seguir presentes”, dijo ayer Van Klaveren.
Sobre quién tomó la decisión de entregar un homenaje al abogado, el ministro dijo: “Esta es una decisión presidencial obviamente y yo como ministro de RR.EE. y como parte del gabinete obviamente respeto una decisión de carácter presidencial”.
Ante la duda de si fue planificado con antelación, hay quienes recordaron cuando el mandatario decidió intempestivamente no recibir las cartas credenciales del embajador de Israel en Chile en septiembre pasado. Por ello la consulta sobre si el canciller estuvo realmente informado del homenaje con anterioridad también se repitió. “El tema de quién estuvo informado es un tema absolutamente irrelevante”, indicó.
Y añadió: “Siempre hay un proceso de consulta, obviamente; estas son decisiones compartidas por los equipos que organizan las giras y la verdad es que mi opinión en ese tema es simplemente menor e irrelevante”.
La inclusión de Garzón fue una sorpresa para varios asistentes al evento. Desde hace días se conocía que irían figuras de España y Chile. Por ejemplo, la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, y también quien fuera médico de Salvador Allende, Óscar Soto, estaban entre los asistentes al acto.
No obstante, lo del reconocimiento a Garzón no estaba confirmado. La invitación que dio a conocer este diario el pasado domingo 9 de julio solo incluía un conversatorio entre el Presidente Boric y el cantante Joan Manuel Serrat. En el programa escrito en papel que entregó la Casa de América el día del evento no aparecía el nombre del abogado dentro de los reconocimientos. Desde la entidad indicaron a este diario que no tuvieron tiempo para añadir ese nombre, aunque sí apareció en la versión digital que dio a conocer Casa de América el viernes.
La persona a cargo de la realización del acto habría sido el agregado cultural de Chile en España, Germán Berger Hertz, hijo de Carmen Hertz, diputada del Partido Comunista.
Sobre las dos polémicas tuvo que pronunciarse ayer la vocera del Gobierno, Camila Vallejo.
Respecto de Garzón, dijo: “Evidentemente que respaldamos y mantenemos una posición firme con el Presidente en esto que es un reconocimiento conmemorativo, nada que ver con una condecoración, son cosas distintas. Este es un reconocimiento a una persona que buscó la verdad, la justicia”.
Sin embargo, el comunicado de Presidencia sobre el acto señalaba que a Serrat el mandatario “lo condecoró con la medalla de los 50 años por su apoyo a través de la música en época de la dictadura”. Y que hizo lo propio con Garzón.
“UNA INVITACIÓN, NO UNA IMPOSICIÓN”
Si hay algo que en la oposición cayó mal fue enterarse de la iniciativa del Presidente Boric de suscribir una declaración en torno a los 50 años del golpe de Estado mientras el mandatario estaba en España y durante un programa de radio.
Ayer la vocera dijo: “Obviamente el llamado que hace el Presidente es una invitación, no es una obligación, pero esperaríamos que todos y todas se sientan convocados en pleno siglo XXI a tener una condena transversal y sin miramientos a la violación a los derechos humanos”. (El Mercurio)