La ministra del Interior, Carolina Tohá, se refirió esta mañana a la situaciones de violencia que se vive en las cárceles, aspecto que ha marcado esta semana a raíz de las agresiones registradas en diversos centros penales del país, y afirmó que la cifra «es preocupante».
Un hombre que sufrió cerca de 250 puñaladas en la celda de cárcel Puerto Montt; un decapitado en ritual satánico en Centro Penitenciario de Concepción; y uno asesinado a cuchilladas en el patio del recinto penal de Alto Hospicio. Esas son las últimas tres muertes reportadas de reos al interior de un establecimiento penitenciario del país.
De hecho, de acuerdo con datos entregados por Gendarmería a Emol, hasta ayer 11 de diciembre son ya 42 los reclusos que han fallecido producto de agresiones y riñas en una cárcel este 2024.
Al respecto, la secretaria de Estado señaló esta mañana en un punto de prensa que «respecto a la cantidad de muertes en las cárceles, es un número que es preocupante», añadiendo que «este no es el año de más muertes, pero es un número que nos preocupa».
Por otro lado, el subsecretario del Interior, Luis Cordero, quien además había sido ministro de Justicia, señaló esta mañana en conversación con Radio Pauta que la evidencia da cuenta de que cuando los recintos carcelarios reciben un aumento «muy sostenido» de población penal, comienza la «rivalidad por el metro cuadrado», por lo que «los niveles de afectación de la integridad física suelen aumentar».
Y señaló que si bien «Chile había bajado sus niveles de conflicto interpenitenciario, pero era probable que lo que sucediera era que con el aumento sostenido población penal, sin ampliaciones del sistema penitenciario, pudieran aumentar riñas y afectaciones a la integridad».
«Las cárceles tienen una concentración de problemas de salud mental muy superiores a lo que existe en el resto de la población. Entre otras cosas, nosotros no tenemos una cantidad suficiente de camas psiquiátricas», agregó.
DISCUSIÓN PARLAMENTARIA
La ministra Tohá también señaló en el punto de prensa que «el Gobierno del presidente Gabriel Boric empezó a hablar del problema de las cárceles antes de que se presentara la situación tan violenta y brutal que vimos en un penal de una persona de degollada».
«No fue necesario que eso pasara para que este tema entrara en la agenda. Desde el primer día se empezó a hacer un esfuerzo de ampliación de las capacidades que tenemos nosotros en Chile en los centros carcelarios, se llevaron al Parlamento leyes para facilitar la construcción de nuevos recintos, se llevaron y se aprobaron leyes para entregar más facultades y más protección a los gendarmes y eso va a ser complementado con proyectos adicionales», agregó.
También recordó que «el Gobierno va a presentar un fast-track para la construcción de cárceles con aún más facilidades respecto a la ley anterior y también un régimen especial para los gendarmes que administran centros de alta seguridad. En nuestro Gobierno se han duplicado las capacidades de alta seguridad porque era una necesidad prioritaria en esta etapa».
Con todo, dijo que «hace algunas semanas atrás, cuando se presentó la propuesta de fast-track, hubo una polémica transversal de distintos sectores que se opusieron a esa iniciativa. El Gobierno decidió postergarlo para después de las elecciones, precisamente porque el clima electoral afiebra a algunas personas y no se genera un sentido de la prioridad que esto tiene. Ahora que pasaron las elecciones, volvemos al Parlamento y vamos a insistir en esa línea. Porque para tener cárceles hay que ponerlas en algún lugar. Y a nadie le gusta que estén cerca suyo, pero es una necesidad y el no tenerlas es un daño aún mayor que tenerlas».(Emol)



