Estamos convencidos de que la modernización de Fonasa es una condición necesaria y urgente para avanzar hacia un sistema de salud que logre acceso y cobertura universal en salud. Por ello, el Centro de Estudios Públicos nos convoca desde agosto de 2019 a un trabajo sistemático para generar una propuesta de fortalecimiento del asegurador público. A pesar de que somos un grupo de académicos e investigadores con experiencia en políticas públicas de salud con miradas de mundo muy diversas, hemos llegado a consensos sobre elementos que consideramos sustantivos para que Fonasa sea verdaderamente garante de la entrega de los beneficios de salud a los que tiene derecho su población. Acá compartimos algunos de ellos.
En primer lugar, proponemos avanzar hacia un sistema de salud moderno, con mirada de largo plazo y regido por los principios de la seguridad social. Es decir, que el acceso a los servicios de salud esté en función de necesidades; que exista un Consejo Nacional de Salud (o instancia similar) que vele por que la toma de decisiones se haga con visión sanitaria y centrada en las necesidades de la población, y que las funciones de salud estén separadas (rectoría, financiamiento y prestación).
Por tanto, no es rol del Fonasa ser un gestor de redes de prestadores, sino financiar el plan de salud adecuadamente. Ello implica recibir íntegramente los recursos requeridos para garantizar el plan de salud de su población, contar con autonomía en la gestión de su presupuesto aprobado y en la determinación de los convenios con las redes de prestadores, preferentemente las redes de prestadores públicos del Sistema Nacional de Servicios de Salud, pudiendo ser complementadas por otros prestadores, en caso de requerirlo. Dichos convenios deben contener las condiciones de entrega de los servicios (por ejemplo, soluciones integrales de salud, plazos, instancias de reclamo); los mecanismos de pago acordes a esas disposiciones y que traspasen responsabilidad y riesgo financiero a los prestadores; y los premios y sanciones ante (in)cumplimiento.
Esto último requiere que Fonasa pueda hacerlos efectivos. A su vez, Fonasa debe ser fiscalizado por la Superintendencia de Salud en lo relativo al plan de salud, transparencia, rendición de cuentas y sostenibilidad financiera. La atención de libre elección debe modificarse, apuntando a operar en base a soluciones de problemas de salud y a redes de prestadores.
La modernización y fortalecimiento de Fonasa requiere que la ley defina su rol de asegurador público, responsable por la entrega del plan de salud a su población. Para ello, Fonasa debe dejar de ser una entidad unipersonal dependiente del gobierno de turno, para pasar a una que cuente con un Consejo Directivo que represente intereses sociales de largo plazo y vele por el cumplimiento de su rol de seguro público. Este Consejo debe ser independiente y libre de conflictos de interés, con altas capacidades técnicas, transversal, transparente y con participación de los usuarios. Ello es relevante, porque, entre otras cosas, dicho Consejo deberá participar en la selección, evaluación y remoción del Director Ejecutivo, quien solo tendrá derecho a voz en el Consejo Directivo.
Junto con ello, se propone fortalecer la incidencia de los usuarios a través de un Consejo de la Sociedad Civil. Finalmente, creemos que para que esta transformación se lleve a cabo, es indispensable definir una ruta de transición clara, con hitos y plazos asociados a cada etapa, asegurando los recursos y apoyo necesarios para su implementación y funcionamiento futuro.
El reciente ingreso de un proyecto de ley sobre Fonasa y el contexto social que vive nuestro país nos urgieron a compartir estas propuestas, con la esperanza de que sean un aporte al debate actual, a los acuerdos y la mejora de la salud de la mayoría de la población. Por ello nos ponemos a disposición del país. (El Mercurio Cartas)
Carolina Velasco Ortúzar
Comisión para la modernización de Fonasa
