«Mucha gente no recuerda que, al momento que estábamos negociando el Acuerdo de Escazú, estábamos en plena contienda marítima con Bolivia. Evidentemente la Cancillería que lideraba Heraldo Muñoz estaba muy pendiente de no causar ningún flanco que pudiera debilitar nuestra posición frente a La Haya, por lo tanto es absurdo que eso sea una razón por la cual no firmar, a estas alturas».
Así se refirió el ex ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, a la decisión del gobierno actual de no firmar el Acuerdo de Escazú, un tratado internacional en materia ambiental que inicialmente fue impulsado por Chile pero que hoy no cuenta con el apoyo del Estado. Según el Ejecutivo, el texto «expone al país a la contingencia de demandas internacionales por razones ambientales«.
«Este tipo de cláusulas ya están en gran parte de los tratados que hemos firmado«, añadió Mena en conversación con Cooperativa. «Es un artículo que para Tratados de Libre Comercio, como el TPP, no es problema, pero para este proyecto pareciera ser un problema, a dos años de lo que pasó en La Haya», apunta.
«Realmente no tiene ningún sentido que sigamos ocupando esto como un argumento a estas alturas».
El Gobierno también señaló como un problema que el tratado abordara los temas de forma «vaga y ambigua», algo que Mena asegura que es intencional. «Negociamos un texto que fuera amplio para permitir que los distintos gobiernos adoptaran este tipo de derechos en forma gradual, de acuerdo a sus circunstancias, con ‘lenguaje ambiguo’ justamente para poder convencer a potencias diplomáticas como el caso de México, Brasil», expuso.
«Pareciera ser acá que simplemente a alguien se le ocurrió rechazar este acuerdo por razones políticas y dos años después se sacan argumentos del sombrero, que realmente no dicen relación con la realidad. Nosotros negociamos este acuerdo, no es que haya llegado de otro país, es la misma Cancillería quien designó este texto con el Ministerio de Medio Ambiente», dijo Mena.
A su juicio, el Presidente Piñera «tuvo que buscar razones, porque razones no había» para retractar su apoyo al tratado. En estos últimos dos años, postula, «creo que el empresariado empezó a darse cuenta de que esto podría causar algún tipo de mayor estándares de participación y causar algún tipo de judicialización, cosa que no es verdad«, expuso.
La no firma del acuerdo, consideró Mena, «debilita la misma posición que ganó Chile, que se autoasigna liderazgo ambiental que él mismo define«. «Esto se gana con los hechos, y nosotros habíamos ganado ese liderazgo al asignar el primer tratado regional ambiental, esas cosas no las hace Chile normalmente y fue un momento espectacular de diplomacia que hoy día resignamos porque se le ocurrió al Presidente que este acuerdo es inconveniente para Chile», añadió.
«Es muy triste, porque en definitiva este acuerdo llevó de verdad al liderazgo a Chile, y ese liderazgo lo ganamos con acciones y hoy día simplemente lo resignamos porque pensamos que la participación ciudadana debilita a las inversiones, cosa que es mentira«, agregó Mena.
«Nos encontramos con que efectivamente esos valores que nosotros pensábamos que eran universales, no están presentes en este Gobierno. Por eso no es de extrañar que no vea valor en poder entregar esta información. Si no tenemos acceso a la información, debilita lo que es la democracia ambiental». (Emol)
