Que los economistas difieran en la cantidad de ahorros fiscales que deben gastarse ahora en lugar de reservarlos para tiempos peores es entendible, pero que el Colegio Médico proponga una estrategia de manejo económico para el país me deja atónito, no solo porque excede con creces el objetivo, la competencia y la idoneidad de la institución, como por el contenido de la propuesta, sesgada y carente de equilibrio y fundamento, que ratifica la permanente actuación de su presidenta de desacreditar y obstaculizar la difícil tarea que lleva a cabo la autoridad para contener el virus y sus consecuencias.
Extraña que economistas con aura de moderación se presten sin contrapeso a suscribir propuestas, que si tuvieran la guitarra en sus manos, no suscribirían. (El Mercurio Cartas)
José Antonio Guzmán M.
