Un informe realizado por el Centro de Estudios Horizontal, estableció un análisis de precariedad del Mercado de Trabajo que determinó que para el trimestre de septiembre, octubre, noviembre de 2014, la precarización alcanza un 14,1%, lo que implica un aumento de 0,9 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del año anterior.
El foco del informe se centra en dos medidas complementarias sobre la calidad del empleo en Chile y su evolución: Subempleo e Informalidad, “entendiendo el verdadero sentido de la precariedad que comprende características como volatilidad y protección de derechos laborales: personas a las que no se les pagan cotizaciones de pensión o salud, que no tienen contrato firmado, que no reciben ni entregan ningún comprobante por sus ingresos laborales, que cumplen alguno de los anteriores y aquellas que se emplean por cuenta propia”.
Si se desagregan los datos por género se puede apreciar que el índice alcanzó un 12,8% para los hombres y 16,1% en las mujeres. “Estos datos confirman una tendencia al alza de los niveles de precariedad”, dice el documento.
“Dado el momento en que nos encontramos, pareciera que esta tendencia se mantendrá durante los meses siguientes, pues los meses de verano son aquellos donde se presenta el mayor nivel de precariedad dado el tipo de trabajo de temporada que se genera”, agrega.
En cuanto a la diferencia por edad, los jóvenes, entre 15 y 24 años son los que enfrentan las más altas tasas, alcanzando un nivel de 26,6% (0.6 puntos porcentuales más que el mismo trimestre del año anterior). Sin embargo, el segmento etario en que más aumentó la precariedad fue el de aquellos que tienen más de 65 años, donde la precariedad subió a 19.9%, 2,3 puntos porcentuales más que el mismo trimestre del año anterior. Los segmentos de adultos entre 25 y 54 años también mostraron aumentos en el nivel de precariedad, pero menos importantes.
Si se establece una división por nivel educacional de los trabajadores, bajo la condición de precariedad laboral, el grupo más afectado es aquel que no tiene finalización de estudios o sólo ha alcanzado un nivel básico. Para el ítem por ausencia de cotizaciones, este grupo alcanza el 18.9%; en cuanto a la inexistencia de contrato, alcanza el 17%. Por inexistencia de registros de pagos, registran un 16.7%; en cuanto al autoempleo, alcanzan un 39%. (El Mostrador)
