«Se va. Inició los trámites para su retiro», contestó el lunes en la mañana el general director de Carabineros, Mario Rozas, cuando fue consultado por El Mercurio sobre qué pasaría con su esposa, la coronel Carolina Aengo, ahora que él está a la cabeza de la institución.
Según Rozas, esta decisión fue tomada de forma independiente «por probidad». «Se va, lo hace voluntariamente. Y ella siempre me ha apoyado en desmedro de su carrera. Es una mujer muy generosa», replicó el general director. La oficial Aengo, al igual que el general director, es hija de carabinero y ahora se desempeñará en la Corporación de Ayuda Familiar de Carabineros. «Ella se va feliz, porque me va a apoyar desde la Dirección de la Corporación de Ayuda a la Familia de Carabineros», detalló Rozas.
Y agregó que a su señora, con la que tiene dos hijos, «no le costó nada tomar la decisión, porque seguirá ligada a Carabineros a través de la familia». La corporación, la administra la esposa del fallecido general director de Carabineros José Alejandro Bernales (2008), Teresa Bianchi, que creó el Centro de Rehabilitación Integral de Carabineros de Chile (Cricar), que se dedica a atender a hijos de funcionarios nacidos con algún grado de discapacidad o capacidades diferentes, para generar inclusión.
La coronel Aengo trabajó en el Cricar, donde desarrolló su vocación humanitaria con menores discapacitados. La funcionaria en enero de 2019 cumpliría 28 años en la institución, donde conoció su marido. Sus compañeros en Carabineros la caracterizan como una persona «de muy buen trato», «ejecutiva, estudiosa» y «muy respetuosa».
Emol/Agencias
