Especialistas: pros y contras de propuesta de reforma previsional opositora

Especialistas: pros y contras de propuesta de reforma previsional opositora

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Una contra propuesta para reformar el sistema de pensiones presentaron los senadores de oposición al ministro de Hacienda, Ignacio Briones, la semana pasada, iniciativa que esta mañana fue discutida por distintos economistas expertos en materia previsional.

El exsuperintendente de Pensiones, Guillermo Larraín; la directora de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo, Bettina Horst y el académico de la UDD, Klaus Schmidt-Hebbel, analizaron los pros y contras del proyecto que plantea que la cotización adicional del 6% se destine completamente a solidaridad e introduce el concepto de cuentas nocionales.

Larraín enfatizó que lo importante primero es plantear un objetivo. «Para mí sería empezar a pagar pensiones más altas a partir de enero de 2021, pero hay que ser muy pragmático», manifestó en el seminario organizado por la UDD ‘Hacia un sistema de pensiones más justo y sustentable’.

El experto señaló que da lo mismo qué porcentaje vaya a solidaridad con tal que se pueda aprobar. «De todas formas, en lo que hay acuerdo es que todas las primeras contribuciones vayan a este sistema de capitalización colectiva, de manera que si eso es así, da lo mismo lo que pase en la cola», indicó.

En ese sentido, manifestó que hoy la OCDE dice que da lo mismo un sistema de reparto, en la medida que sea contributivo y que acumule fondos, que haya capitalización. «Desde esa perspectiva, lo que está planteado hoy por la oposición cumple esos dos requisitos. Hay contribuciones y hay capitalización», destacó. 

Larraín precisó que lo que ocurre es que la distribución de los beneficios es de una forma distinta a lo que sería un régimen estricto de capitalización individual. «Un sistema nocional tiene una señal muy clara de beneficios, si es que yo contribuyo, puede ser un incentivo muy potente para la participación laboral. Hoy el hecho de que yo contribuya a la AFP es un beneficio incierto, mientras que si se da un beneficio cierto, se puede hacer una diferencia grande en términos del incentivo a participar de las personas en este nuevo sistema. Se puede crear un esquema con estos dos pilares: capitalización individual y capitalización colectiva, que se complementan bien y hacen un buen sistema en su conjunto», remarcó.

En la vereda contraria, Horst criticó fuertemente el actuar de los parlamentarios. «No entiendo qué pasó entre mediados del año pasado y ahora, cuando hubo un acuerdo mayoritario en la Cámara de Diputados y ahora llegando al Senado, resulta que nada de eso es válido, nada de eso gustó. Creo que la política cada vez es más mala«, espetó.

La economista indicó que por esa razón se volvió a partir desde cero en la discusión y que las cuentas nocionales no son una buena medida«No es un sistema de capitalización colectiva. Para el fondo de capitalización que estaría integrado por las cuenta nocionales, las personas que hoy tienen un ingreso formal sobre el promedio, es decir sobre $ 850 mil, a esa gente a su cuenta nocional se le va a imputar un sueldo más bajo en relación al que tiene«, explicó.

Horst ejemplificó que si una persona que hoy impone por $ 1 millón, el 10% de su sueldo va a su cuenta de capitalización individual. Sin embargo, en este nuevo sistema con el 6% adicional solidario, a esta misma persona se le va a ir menos de un 10%, se le contabiliza un sueldo más bajo. «Entonces la mitad de las personas que hoy cotiza van a seguir cotizando más pero se les va a reconocer un sueldo más bajoLa mitad de las personas que aporten a este fondo, van a recibir menos de lo que fuera su aporte a una cuenta de capitalización individual«, criticó.

Por otra parte, advirtió que ni la propuesta del Gobierno y ni la de la oposición se hacen cargo de la caída del stock de ahorro, ni de la proyección de menor empleo formal, producto de la pandemia.

«Creo que hay que avanzar en un sistema donde el componente solidario venga de impuestos generales de la nación porque nuestra base de cotizantes es muy estrecha. A marzo, antes de la pandemia, habían 5,5 millones de cotizantes de 9 millones de ocupados», concluyó.

A juicio de Schmidt-Hebbel, existen dos razones por las cuales un sistema de aporte obligatorio a cuentas individuales, tiene un menor impuesto al trabajo implícito, que un sistema de reparto o de cuenta nocionales o solidario colectivo.

Según el economista, la primera es que «la relación de lo que uno paga y lo que saca más adelante como pensión se rompe. La relación se hace más débil».

A su vez, recalcó que un sistema así tendría menos credibilidad, al contrario de lo que piensa Larraín. «Guillermo dice que tendría mayor credibilidad en el largo plazo un sistema de reparto basado en cuentas nocionales que un sistema de capitalización. Esto va en contra de la última encuesta de pensiones de la OCDE, que muestra que los sistemas que tienen cuentas nocionales o directamente sistema de reparto, la gente está más preocupada del futuro de sus pensiones que en sistemas que tienen un componente de capitalización mayor», sostuvo.

COTIZACIÓN A TRAVÉS DEL CONSUMO

Horst y Larraín mencionaron la idea de recaudar cotizaciones a través del consumo, con el fin de poder abarcar más trabajadores al sistema de pensiones. Similar idea a la que se refirió el ministro de Hacienda hace un par de semanas.

La economista de LyD enfatizó en el hecho de que hay que pensar en cómo esta crisis va a afectar a los formales. «Está el tema de la automatización, creo que hay sectores del mundo formal que probablemente no van a volver como lo conocíamos y si es que vuelven. Esta pandemia ha dejado de manifiesto que hay sectores de altos ingresos del decil más alto, con rentas de $ 3 o $ 4 millones, que son informales», advirtió.

En ese sentido, indicó que a pesar de ser un sector minoritario, existe. «Es una realidad de la cuál hay que hacerse cargo y no pasa con sacar un ejército de fiscalizadores sino que hay que buscar fórmulas por el lado del consumo. Cómo a partir de esto, se pueden registrar los trabajadores y generar aportes al sistema de pensiones», sostuvo.

Larraín, en tanto, reconoció que mientras la cotización se pueda evadir, se va a evadir. «Necesitamos que haya un Estado que haga cumplir las leyes. Debiéramos pensar en una cotización del usuario que tiene algo que ver con lo que ha estado planteando el ministro Briones para los independientes de una sobre tasa al IVA», señaló.

El economista planteó que podría ser que haya un componente del precio final que paga el usuario que vaya a pensiones de los proveedores de esos servicios.

Por último, Schmidt-Hebbel sostuvo que hay que transformar la informalidad en formalidad de alguna forma. «Tenemos que pensar de forma muy inteligente cómo diseñar una política de garrote y zanahoria, de premios y castigos para que un taller mecánico de San Miguel se haga cada vez más formal», puntualizó.

Para esto indicó que se requiere programas de subsidios del Estado, de motivación y de mayores controles. «Esto hará que masa de quienes contribuyen al sistema de pensiones, crezca», concluyó. (DF)

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