Trece alumnos integraban la academia de jóvenes guardiamarinas que el Director Supremo Bernardo O’Higgins creó el 4 de agosto de 1818 con el fin, según consta en el respectivo decreto, de hacer «impenetrable el baluarte de la libertad de América al fomentar la Marina, hasta ponerla en un pie brillante que asegure las defensas de las costas del Estado de Chile».
Hoy, su sucesora Escuela Naval Arturo Prat está constituida por 423 cadetes, de los cuales 69 son mujeres. Por cada uno de ellos, hubo otros 10 a 11 aspirantes que no quedaron. «Las postulaciones en los últimos cinco años se han incrementado a niveles nunca vistos desde hace 40 años», destacó ayer el director del plantel, capitán de navío Pedro Arentsen, en el discurso conmemorativo del bicentenario.
La ceremonia tuvo lugar en el patio de honor del plantel, en el cerro Playa Ancha de Valparaíso, y fue encabezada por el Presidente de la República, Sebastián Piñera. A ella asistieron otras altas autoridades civiles, militares y religiosas del país, agregados de defensa extranjeros e invitados especiales como ex directores y ex cadetes. Entre ellos, el ex alumno más antiguo de la escuela: el ex teniente segundo Boris Lomakin (95), egresado en 1943.
Fue la oportunidad de repasar los hitos de esos dos siglos de historia. No solo en lo bélico militar, ámbito en el cual ayer se honró a su principal exponente e inspirador valórico: Arturo Prat. Cumpliendo el compromiso que adquirió en 1957 el Presidente Carlos Ibáñez, al colocar la primera piedra del actual edificio, se inauguró un monumento en honor del héroe de Iquique, esculpido por Arturo Hevia.
Egresados de la Escuela Naval también han destacado en la industria, religión, arte, política, docencia o deporte. Entre ellos, el fundador de Puerto Toro y Porvenir, Manuel Señoret; el intendente de Valparaíso, Juan Williams, o el encargado de la expedición que anexó Isla de Pascua a Chile, Policarpo Toro.
Por eso, ayer se reflexionó sobre los desafíos que la Escuela Naval enfrenta para formar los nuevos liderazgos no solo de oficiales ante sus subordinados, sino en el aporte general en el desarrollo del país.
El Presidente Piñera señaló que hoy «la Armada de Chile tiene misiones más amplias y tal vez más trascendentes que las que ha tenido a lo largo de toda su historia, porque no es solamente defender nuestra soberanía. También proteger nuestro mar de los peligros que lo acechan, proteger nuestra frontera marítima, integrar a nuestro país, participar en misiones de paz y colaborar cuando la catástrofe golpea a nuestro país».
El director Arentsen señaló que nuevos aprendizajes se suman a las técnicas de la navegación, maniobras y empleo de la artillería que caracterizaron a la escuela desde su creación.
«Buscamos educar a personas que estén dispuestas a liderar humana y tecnológicamente en un ambiente hostil para el ser humano. En donde, a nuestros egresados, tempranamente les serán confiados sofisticados sistemas de armas que tendrán que usar con eficiencia y cuidadoso criterio para el resguardo del país», expresó. (El Mercurio)


