El pozo sin fondo del Estado-Beatriz Hevia

El pozo sin fondo del Estado-Beatriz Hevia

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Pocos impuestos encarnan de forma tan nítida la asimetría entre el ciudadano común y el Estado como las contribuciones. Mientras miles de familias hacen malabares para cumplir con este cobro, el Estado responde siempre con la misma excusa: “no hay plata”. No hay recursos para reducir este impuesto injusto, no hay plata para mejorar la salud ni para elevar la calidad de la educación. Pero, curiosamente, siempre hay dinero cuando se trata de contratar nuevos asesores, financiar campañas comunicacionales ideológicas o duplicar estructuras burocráticas sin medir impacto ni eficiencia.

Lo indignante es que el ciudadano no tiene la misma posibilidad de decirle al Estado: “yo tampoco tengo plata”, aunque realmente no la tenga y deba hacer apretarse el cinturón mes a mes para poder cumplir con todos los costos de una vida cada vez más cara, también fruto del gentil auspicio de la clase gobernante. La respuesta es implacable: intereses, multas, remates. Para el fisco, los ciudadanos se han convertido en un pozo sin fondo al que acudir una y otra vez. Y mientras más gasta el Estado sin control ni prioridades claras, más justifica nuevos cobros, nuevas alzas, nuevas restricciones sobre quienes sí hacen el esfuerzo de contribuir.

Pareciera el mundo al revés: los ciudadanos trabajan para financiar al Estado, y no al revés. El aparato estatal, que debiera estar al servicio de las personas, olvida que su razón de existir es servir a los ciudadanos, no proteger a los burócratas ni sostenerse a cualquier costo.

En lugar de recortar privilegios innecesarios, revisar programas ineficientes o fortalecer los mecanismos de fiscalización de recursos ya existentes, el Estado prefiere seguir exprimiendo al mismo contribuyente que sostiene todo el aparato.

Las contribuciones deben ser revisadas, no sólo por su carga excesiva, sino por lo que representan: la señal de un modelo fiscal que castiga al que ahorra, invierte y proyecta. Si realmente queremos avanzar hacia una sociedad más justa, eficiente y libre, necesitamos un gobierno dispuesto a hacer los cambios y ajustes necesarios, que ponga a las personas en el centro y al Estado a su servicio. (El Líbero)

Beatriz Hevia