Actuales ministros y algunos de la administración anterior del Presidente Sebastián Piñera recuerdan cómo el Mandatario, durante su primer gobierno, asistía a los consejos de gabinete con papeles de encuestas que contenían el nivel de conocimiento de los secretarios de Estado. A más de uno, dicen las mismas fuentes, le consultó: “¿Quién más lo conoce aparte de su mamá?”. La pregunta, además, iba acompañada de un mensaje sobre la relevancia que tenía el nivel de conocimiento público de sus ministros.
Ahora, señalan en La Moneda, el escenario cambió. Según cuentan en Palacio, al Presidente le interesa más el “cómo comunican” sus secretarios de Estado. De hecho, la Secretaría de Comunicaciones (Secom) y la Secretaría General de Gobierno (Segegob), a cargo de la ministra Cecilia Pérez, tienen un diseño de seguimiento de los 23 miembros del gabinete para saber cuáles son sus puntos fuertes, débiles y en qué aspectos deben trabajar. La consigna, repiten en La Moneda, es “hablar cuando se tiene algo que decir”.
Este diseño es similar al que utiliza el propio Piñera, quien, a diferencia de su primera administración, tiene menos intervenciones en el día a día y, mayoritariamente, aborda los “grandes temas”.
Así, desde el primer mes de gobierno la ministra Pérez instaló las denominadas “bilaterales comunicacionales”, en las que se “acompaña” a los secretarios de Estado para abordar su agenda, analizar cómo hacer las “bajadas” a ciertos temas y ver qué aspectos se pueden potenciar. De igual manera, según fuentes de Palacio, la Segegob realiza constantemente encuestas internas y focus group para ir viendo la percepción de la ciudadanía respecto de los ministros.
Según las mismas fuentes, esos sondeos arrojan números similares a los de la última encuesta Cadem, del martes pasado, que midió el nivel de conocimiento y aprobación de los titulares de las diferentes carteras.
En esa encuesta, Andrés Chadwick (Interior), Hernán Larraín (Justicia) y Felipe Larraín (Hacienda) lideran los niveles de conocimiento, mientras que los menos conocidos son Felipe Ward (Bienes Nacionales), Baldo Prokurica (Minería) y Pauline Kantor (Deporte).
En aprobación, por otro lado, el mejor evaluado es el canciller Roberto Ampuero, seguido por las ministras de la Mujer, Isabel Plá, y de Cultura, Alejandra Pérez. Los tres tienen en ese sondeo niveles de respaldo por sobre el 65%.
Con más baja aprobación están el ministro de Justicia, Hernán Larraín; de Salud, Emilio Santelices, y de Educación, Gerardo Varela, quienes están entre el 40% y 47%.
En Palacio defienden el “cambio de criterio”, ya que aseguran que exigirles a los secretarios de Estado un determinado nivel de conocimiento puede ser contraproducente. Esto, porque podrían estar “más expuestos a errores” por querer cumplir con esa meta y “figurar más”. Además, dicen que los errores que han tenido algunos, como Varela, Santelices y Hernán Larraín, han sido precisamente “por hablar de más”. Asimismo, sostienen que “no puedes exigirle que sea más conocido a un ministro de una cartera que tiene menos agenda que otros”.
En medio de este trabajo de seguimiento a las autoridades, en La Moneda indican que el gabinete ha evolucionado de manera positiva. Eso sí, recalcan que deben seguir progresando.
Según afirman en el Ejecutivo, hasta ahora la vocera de gobierno ha sostenido bilaterales con casi todos los ministros. De los análisis internos -según fuentes de La Moneda-se realizarían informes, los que serían entregados al propio Mandatario, quien sigue de cerca las intervenciones comunicacionales y la gestión de sus secretarios de Estado.
Entre las evaluaciones que se hacen, por ejemplo, comentan que Varela ha tenido “una gran evolución”, debido a que partió teniendo varios traspiés por “declaraciones desafortunadas” respecto del lucro en la educación. Si bien comentan que ha ido mejorando, señalan que aún sigue teniendo “caídas”, por ejemplo, la última entrevista que concedió, el jueves, a la revista Capital, en la que aseguró que “el Presidente hizo lo correcto cuando me nombró a mí”.
En relación a Santelices, aseguran que ha logrado sortear la polémica por el protocolo de objeción de conciencia en el marco de la ley de aborto, lo que le significó enfrentar una interpelación y una acusación constitucional impulsadas por parte de la oposición. Las mismas fuentes señalan que ahora el titular de Salud tiene una oportunidad de “dejar de ser el ministro del protocolo” y que debe concentrarse en los temas de su cartera, por ejemplo, listas de espera. Y aseguran que las temáticas de “invierno” pueden ser una oportunidad que debe aprovechar.
De igual manera, en La Moneda afirman que hay carteras que “podrían brillar más”, por ejemplo, la de Vivienda, encabezada por Cristián Monckeberg. En el Ejecutivo indican que falta sacar provecho a “lo social”. El mismo diagnóstico hay respecto del titular de Minería.
En el contrapunto, destacan lo logrado por el ministro Ward, sobre quien comentan que, pese a estar a cargo de una cartera con menos agenda, ha conseguido destacar.
Hay otros, como la titular de Transportes, Gloria Hutt, y el de Economía, José Ramón Valente, quienes, pese a que consideran que tienen una gran gestión, creen que aún usan un “lenguaje muy técnico” y que deben acercarse más a la ciudadanía.
CONTRASTE DE CHILE VAMOS
El diagnóstico en los partidos de Chile Vamos es más negativo. Al interior del bloque afirman que cuando van a regiones a muchos ministros no “los conoce nadie”, y que eso es un mal indicio. En esa categoría identifican a la titular de Transportes, a la de Cultura y a la de Deportes.
El exministro y jefe de bancada de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, asegura que “es imprescindible que los secretarios de Estado no solo gestionen, sino que también den a conocer sus visiones y realizaciones en cada área sectorial”. Y añade: “Hay que aprender a poner temas en la agenda con diligencia y responsabilidad, ya que los gobiernos son muy cortos y la claridad comunicacional respecto de lo que se quiere lograr es fundamental en la percepción que tendrá la opinión publica respecto del gobierno”.
Por su parte, el jefe de los senadores UDI, Víctor Pérez, sostiene que “si el ministro no tiene ningún grado de conocimiento, incluso sus visitas a regiones pasan inadvertidas, y eso es muy malo para el gobierno”. (La Tercera)
