El íntimo balance de John Smok tras el fin de la Convención

El íntimo balance de John Smok tras el fin de la Convención

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El cargo lo pilló desprevenido. Eso contaba John Smok, el abogado con magíster en Derecho Constitucional y otro en Derecho Parlamentario, Elecciones y Estudios Legislativos que pasó de desempeñarse desde 1993 en la Cámara de Diputados, a convertirse en secretario general de la Convención. Quien fuera la figura mejor evaluada a nivel transversal por los 154 constituyentes sacando aplausos más de una vez en el pleno, por primera vez rompió el silencio la noche del domingo en un programa en vivo a través de redes sociales.

“No había tenido la ocasión de agradecer a Jaime Bassa y Elisa Loncon. Porque nosotros no nos conocíamos hasta ese 5 de julio. Me fui a presentar para decirle ‘buenos días, soy John Smok y me voy a encargar de ayudarlos a instalar la Convención. Ellos deben haber pensado quién es este perico, quién lo mandó, qué va a hacer, qué competencias tiene”, comentaba en la transmisión que sostuvo con la ex presidenta y ex vicepresidente de la Convención.

En esa línea, Smok contó que el 3 de julio agarró un terno y partió rápidamente a Santiago, desde su casa en Concón, pues le habían pedido que estuviera a disposición de lo que Carmen Gloria Valladares necesitara al día siguiente que se inaugurara la Convención Constitucional. Luego de eso, relataba él, su plan era devolverse a su casa y seguir con sus labores como secretario en el Congreso Nacional.

A las pocas horas hubo un cambio de planes: el lunes en la mañana recibí una llamada de mi superior jerárquico en la Cámara de Diputados, quien me dijo ‘John, tienes que ir a apoyar el proceso de instalación. Yo con mi chilenismo le dije ¿me estay …?”.

La primera semana, aseguró, fue por lejos la más compleja. Sobre todo porque no fueron pocas las gestiones que tuvo que hacer para lograr que los entonces 155 convencionales tuvieran todos los recursos disponibles para poder debatir y votar en el pleno. “Por razones de aforo no podían estar todos en el hemiciclo. Entonces, habían unos 75 en el hemiciclo que tenían computadores, estándar de parlamento europeo y, el resto, repartidos en cinco salas que solo tenían un micrófono. Tuve que estandarizar todo para que no hubiesen convencionales categoría a y categoría b”.

En ese sentido, dijo, las conversaciones con sus colegas en el Congreso para traer computadores y las gestiones con la entonces secretaria ejecutiva, Catalina Parot fueron claves. “Llamé al secretario de la Cámara de Diputados y le dije, ‘mira, tú me metiste en esto así que necesito tu máxima colaboración’. Ese mismo día había asumido de secretaria ejecutiva doña Catalina Parot, a quien no conocía. Fui a verla a la oficina, le expliqué que necesitaba 30 computadores, a lo que ella dijo, de inmediato”.

En medio de ese trabajo, Smok contó que el día 10 de julio lo llamaron para avisarle que a su suegra debían someterla a una cirugía por un paro cardiorespiratorio, por lo que no fue fácil lidiar con temas familiares y el intenso trabajo que estaba liderando. Con su señora, por ejemplo, tuvieron que adoptar la rutina de que ella viajara una vez a la semana para poder verse y con sus hijos no pudo vacacionar. “Somos una familia brutalmente unida y pasar de compartir de lunes a domingo a vernos solamente sábados y domingos, dos días a la semana durante un año y sin pausa fue súper demandante, agotador y exigente. Pero a la vez, permitió hacer esas muestras de amor y sacrificio que se prueban sólo en los momentos de dificultad. He sentido a mi familia más presente que nunca”.

A partir de eso, cuenta el secretario general, los vínculos que se generaron con Bassa y Loncón fueron estrechos. Los convencionales cuentan en el live que tanto Smok como su señora traían cajas con dulces árabes para compartir entre los tres, además de juntarse entre ellos: “Con Jaime hemos estado tomando once con nuestras dos familias juntas también, así que claro que se teje esta red”, contó Smok.

Además de los vínculos, el secretario agradeció la valoración de los convencionales por su trabajo, asegurando que “hay un lote de gente en el poder legislativo que está muy comprometido sobre su papel de servidor del Estado. Es importante tenerlo en cuenta, sobre todo cuando de repente se habla un poco mal de los funcionarios públicos”.

El secretario de la Convención, John Smok junto a la mesa directiva de la instancia.
El secretario de la Convención, John Smok junto a la mesa directiva de la instancia.

Sobre el resultado final del borrador constitucional, no emitió grandes opiniones más allá de decir que a partir de mañana “vamos a contar con el texto final. Desde mañana nadie va a poder decir aquí dice esto o no dice esto. Desde mañana el texto está escrito, se va a divulgar por todos los medios y todo el mundo va a poder ver ahí qué dice verdaderamente el texto”, aseguró.

Así, realizó un llamado a la ciudadanía a leer el texto, a informarse y destacar las cosas que les gusten y también las que no les gusten. “Lo digo porque pronto empieza la campaña con miras al plebiscito, entonces es importante que uno pueda tener una capa que lo proteja frente a la cantidad de cosas que le van a llegar a través de la publicidad electoral”, comentó.

John Smok, en su calidad de secretario ejecutivo de la Convención, es uno de los firmantes de la propuesta de nueva Constitución.

Sobre lo que se le viene ahora, Smok afirmó que durante un mes más, participará del proceso de cierre de la Convención. “No puede quedar ningún solo papel, ni servilleta que quede sin ser enviado al archivo nacional” dijo. Y concluyó: “Sí, ahora vamos a almorzar con calma, sin correr y luego nos incorporaremos a nuestras funciones en la Cámara de Diputados, en el Senado y en la Biblioteca Nacional del Congreso”. (La Tercera)