“Me parece muy razonable que las reglas de este proceso constituyente se discutan en el Congreso. Creo que esta es una respuesta institucional a este debate”. Con estas palabras, el presidente de RN, Cristián Monckeberg, se refirió ayer al anuncio realizado el martes por la Presidenta Bachelet para cambiar la Constitución.
Ese día, la Mandataria presentó el diseño para impulsar esta modificación, informando el envío, a fines de 2016, de un proyecto que habilitará reformar la Carta Fundamental. Dicho proyecto, que introduciría una reforma al artículo 15 de la Constitución, necesitará un quórum de 2/3 de los parlamentarios en ejercicio. Es decir, 80 diputados y 25 senadores.
Considerando que la UDI ha expresado un férreo rechazo a una nueva Carta Magna (ver nota secundaria), en el oficialismo admiten en privado que la única alternativa que se presenta como viable es alcanzar un acuerdo político con RN, partido que con sus 15 diputados y seis senadores resultará clave para las pretensiones de La Moneda.
DIFERENCIAS CON LA UDI
Desde que comenzó el debate por una nueva Constitución, en RN han marcado diferencias con la postura de la UDI, abriéndose a debatir sobre esta materia. Ayer, el propio timonel de RN se encargó de remarcar esta distancia con sus socios de coalición. Y al ser consultado por las críticas del gremialismo al anuncio de Bachelet, señaló que “el peor de los negocios es restarse de un debate que es fundamental”.
“Frente al anuncio presidencial tenemos dos opciones: o me amurro y me mando a cambiar, o lo enfrento con mis ideas y propuestas. Prefiero la segunda alternativa. Mandarse a cambiar porque no me gustó el debate, y no participar, es dejar fuera de esta discusión a muchas personas que uno aspira a representar”, agregó Monckeberg.
En RN apuntan a no repetir la experiencia que vivieron cuando el gobierno de Bachelet modificó el sistema binominal. En aquella ocasión, La Moneda consiguió los votos necesarios para aprobar esa reforma sin recurrir a la UDI y RN, lo que finalmente implicó que no se incorporaran las posturas de esos partidos.
Sin embargo, aunque en RN valoran que Bachelet haya optado por “la vía institucional” -es decir, que el Congreso decida-, advierten que un eventual apoyo a la iniciativa del Ejecutivo aún se ve muy lejano, considerando que, como dijo Monckeberg, “tenemos reparos”.
“Lo vamos a estudiar, pero creemos que el gobierno sigue muy distante de los intereses de la gente. Si en el contenido hay algo que mejore la democracia, lo vamos a apoyar. Pero creemos que el gobierno está construyendo un camino preestablecido para un objetivo determinado”, señaló el jefe de los senadores de RN, Baldo Prokurica.
En la misma línea se mostró el senador Francisco Chahuán, quien agregó que “estamos disponibles para el debate, pero todavía no hay claridad sobre el proceso”, mientras el senador Manuel José Ossandón sostuvo que “no existe ningún tema que no sea conversable, pero lo que se está haciendo aquí es una estrategia electoral. Yo lo voy a estudiar y a votar en consciencia”.
El jefe de bancada de diputados, Alejandro Santana, afirmó que “esto legitima al Congreso como lugar de la toma de decisiones, pero el proceso anunciado es engorroso y no hay nada concreto sobre qué se quiere cambiar”. La diputada y vicepresidenta Paulina Núñez señaló que un posible apoyo del partido dependerá, también, del contenido de la propuesta del Ejecutivo.
Otra de las aprensiones que tienen en el partido son los plazos anunciados por el gobierno. Al respecto, el senador Alberto Espina afirmó que “me parece un grave error político tener a un país durante siete años en un debate constitucional, generando todo tipo de incertidumbres”.
Así, en el partido esperan que, en la reunión que sostendrán con Bachelet en La Moneda, la Mandataria les entregue mayores definiciones.


