El dólar Dylan

El dólar Dylan

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La Tercera

Producto de una responsabilidad que transitoriamente tengo en la justicia electoral recibí y acepté una invitación a presenciar las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) de Argentina. Por ello tuve la especial oportunidad de presenciar in situ, lo que en estos días se ha comentado profusamente, y a veces profundamente, en los medios de comunicación nacionales. Un par de perlas positivas: no deja de impresionar al observador foráneo el grado de participación ciudadana: cerca del 80% del padrón. Es cierto que son obligatorias, pero los riesgos punitivos de no votar son casi igual a cero. Impacta también al visitante la juventud de los miles de apoderados, de las diversas agrupaciones políticas, que están dispuestos a cuidar los votos de quien representan en el acto eleccionario.

Desde la sede de Correo pudimos ver una demora y los atormentados semblantes de los funcionarios oficiales que debían comunicar la dura noticia: una dura e inesperada derrota minutos antes anunciada por un desencajado Presidente Macri, que luego de ensayar explicaciones harto malas, mandó a dormir a los televidentes.

Vamos a un intento de análisis. Si el intérprete, experto como han habido de varios en estos días, o el simplemente seguidor, como es el caso, debe buscar una causa determinante de lo ocurrido, debe elegirse, a mi juicio, la decisión del amplio, casi inconmensurable, peronismo de unirse para enfrentar al oficialismo. Unirse para ganar, y en esa virtuosa estrategia, el rol de Cristina Fernández ha sido notable. Todo indica que para las elecciones del 27 de octubre, la táctica seguirá dando frutos. Lo que pasará después de octubre, está por verse. Si la unidad para ganar servirá para gobernar es dudoso. Ahí quizás está buena parte de la inquietud de los mercados. “El peronismo unido jamás será vencido” está cerca de ser una vez más ratificado, pero esa máxima para gobernar no pasa la prueba. Si a la causa anterior le agregamos que Macri después de dilaciones y apuestas equivocadas de liquidez internacional duradera en el tiempo terminó el pasado año ejecutando el ajuste económico más duro -FMI de por medio-, la ecuación para enfrentar la renovación del mandato no podía ser halagüeña.

Una primaria que nada definía al interior de los bloques terminó a la hora de contar los votos en una virtual primera vuelta, convirtiendo al Presidente Macri en un candidato en problemas, y al candidato opositor en un virtual Presidente, con todos los efectos que ello puede tener. Ya que hemos seguido, tal vez como en ninguna parte -era que no-, miles de kilómetros de frontera y aún más posibilidades de enfrentar en común el presente y futuro, una palabra final, con sana envidia, sobre la capacidad de los vecinos de reírse de sí mismos, aún de lo dramático.

El título de la columna, moteja al dólar, que desvela a los ciudadanos, como Dylan, el nombre del popular perro del ganador, luego que éste, en el intento de calmar la moneda americana, indicara lo que creía debía ser el valor de transacción. No sé cuán contento estará Bob, pero está presente en la campaña. (La Tercera)

Jorge Burgos

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