El daño de revisar los tratados internacionales

El daño de revisar los tratados internacionales

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En los últimos días estamos viviendo un fuerte debate sobre la posibilidad de revisar los tratados internacionales que ha firmado Chile. La candidatura del Frente Amplio y el Partido Comunista ha planteado esta revisión. Específicamente, el alcalde de Recoleta y ex precandidato presidencial, Daniel Jadue, socio de campaña de Gabriel Boric, ha argumentado con fuerza que deben revisarse todos los tratados externos que ha firmado nuestro país.

En respuesta a estas advertencias, un grupo de ocho excancilleres de los gobiernos de la Concertación ha sido muy crítico respecto de esta opción de política pública. En palabras de los excancilleres, “Chile ha basado su prestigio e influencia internacional en el cumplimiento irrestricto de los tratados y acuerdos internacionales. La ambigüedad deliberada con que se emplea el concepto de ‘revisión’ de estos tratados debilita gravemente la inserción internacional de Chile y… su credibilidad ante la comunidad de naciones”.

En esta discusión, los excancilleres tienen toda la razón. Chile cuenta con 30 tratados de libre comercio con 65 economías que abarcan más del 95% de nuestras exportaciones y cubren los principales mercados del mundo. Esta es la red más amplia de tratados que tenga país alguno y es base importante de la competitividad internacional de Chile. Lo que está en juego es —ni más ni menos— la confiabilidad de Chile como socio comercial. Por eso, la propuesta de revisar los tratados y las declaraciones del alcalde Jadue no pueden dejar indiferente a nadie.

Otro aspecto en juego es la actividad y el trabajo de millones de chilenos que se desempeñan en sectores tan diversos como la agricultura, la minería, la industria o los servicios, que dependen del comercio internacional y que, en un escenario de revisión como el que se propone, no tendrán certeza de las condiciones en las que seguirán operando en los próximos años. Lo que menos necesita nuestro país son nuevas fuentes de incertidumbre.

En un reciente estudio de Clapes UC analizamos cómo dinamizar las exportaciones chilenas luego de que estas han vivido una fuerte pérdida de dinamismo, especialmente a partir de 2015, con volúmenes que prácticamente no han crecido. Profundizar y expandir los tratados internacionales es justamente una de las propuestas de este trabajo que hemos efectuado con la cooperación de ProChile.

Al ser una economía pequeña, Chile necesita expandir productos y mercados, y los tratados entregan acceso preferencial a nuevos mercados. Por supuesto, los acuerdos siempre se pueden mejorar de común acuerdo entre las partes. Un caso de ello es el tratado bastante limitado que tenemos con la India, que deja muchos productos fuera y otros con acceso muy restringido. A su vez, tendría enormes ventajas para nuestro país incorporarse al TPP11, como lo ha hecho recientemente Perú. Para retomar el dinamismo de sus exportaciones, Chile debe avanzar exactamente en la dirección opuesta de la que se propone.

Entre mejorar y profundizar nuestros tratados internacionales y ponerlos en revisión hay un enorme trecho. Ello tendría innegables e ineludibles efectos negativos sobre las posibilidades de Chile de atraer inversión extranjera, de potenciar la inversión local y crear empleos. No podemos olvidar que hay una parte significativa de la inversión externa que viene a nuestro país para establecer una base de exportación, precisamente atraída por la red de acuerdos que ha suscrito nuestro país.

En conjunto con otras propuestas que hemos conocido del programa de gobierno del candidato del FA y el PC, como las relativas a impuestos y a la composición de los directorios, esta revisión sería un nuevo obstáculo para la creación de empleos, el crecimiento y el bienestar de Chile.

Felipe Larraín B.

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