EE.UU. vs. Rusia y China: ¿nueva carrera a la Luna?

EE.UU. vs. Rusia y China: ¿nueva carrera a la Luna?

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Israel estuvo a punto de ascender a la primera división de las superpotencias espaciales hace poco, pero el fracaso de la sonda que envió a la Luna le impidió finalmente entrar en el selecto grupo de Estados Unidos, la URSS, Rusia o China. Su nave «Beresheet” se estrelló debido a un problema con el motor. Aún así, el experimento israelí demostró que, tal y como dicen los observadores, la Luna vuelve a estar en el punto de mira.

Hace medio siglo, en julio de 1969, Estados Unidos se adelantó con el primer alunizaje. Ahora aspira lograrlo de nuevo. A finales de marzo, el vicepresidente Mike Pence encargó a la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) enviar astronautas a la Luna en un plazo de cinco años. Si la NASA no puede, su Gobierno recurriría a empresas privadas, advirtió Pence. En su opinión, EE.UU. compite en esa carrera por la Luna igual que en los años 60, aunque no mencionó quiénes eran los contrincantes.

CONTRA CHINA Y ELON MUSK 

Ramón Lugo, director del Florida Space Institute (FSI), de la Universidad de Orlando, sugiere que Pence se refería a la rivalidad entre EE.UU. y China. Para el experto está claro que China tiene un programa Lunar. «Ambos países compiten en muchas áreas tecnológicas”, explica Lugo. En enero, los chinos fueron los primeros en aterrizar con una nave espacial en el lado posterior de la Luna.

USA, Cape Canaveral: Israel schickt Raumsonde zum Mond (picture-alliance/dpa/T. Renna)Nave de SpaceX con la sonda israelí Beresheet.

En lo que respecta a Rusia, Lugo considera que no es rival para Estados Unidos en la carrera a la Luna, aunque haya operado muchos vuelos tripulados a la estación internacional ISS. En su opinión, Estados Unidos se hace competencia a sí mismo y la NASA compite con empresas privadas como SpaceX de Elon Musk.

Además considera demasiado optimista el objetivo de Pence de llegar a la Luna en 2024. Podrían enviar un vuelo tripulado a la órbita, pero aterrizar con astronautas no sería posible hasta 2030. Quizás podría lograrse antes si la NASA utiliza los cohetes de la empresa de Musk, diseñados para viajar a Marte. Sin embargo, las condiciones en la Luna y Marte son totalmente diferentes, matiza Lugo.

¿RUSIA EN LA CARRERA?

Por su parte, Andrei Ionin, de la Academia Rusa de Cosmonáutica, no cree que exista esa «carrera por la Luna”. En su opinión, la  declaración de Pence estaría «motivada por razones de política interior”, de cara a preparar su candidatura presidencial para el año 2024, planes que nunca expresó oficialmente. Aún así, el experto no excluye la posibilidad de que se impulse un aterrizaje lunar estadounidense como un «proyecto único” en los próximos cinco años. En ese caso, ni Rusia ni China participarían en la carrera.

Según Ionin, Moscú no tiene base financiera y tecnológica para hacerlo. Pero, aún así, Rusia continúa investigando sobre la Luna. A mediados de marzo comenzó el experimento Sirius 19, que simula un vuelo lunar. La organización espacial rusa Roskosmos aspira a enviar estaciones automáticas a la Luna en 2021, tal y como hizo en la era soviética. El aterrizaje de astronautas sería posible a partir de 2030. Para llegar, al parecer se pretende utilizar la nave Federazija, todavía por terminar, impulsada por el Jenisej, un super cohete cuyo lanzamiento estaría planeado para 2028.

EUROPA ESPERA SEÑALES

Thomas Jarzombek, miembro del Bundestag y Coordinador del Gobierno Federal para el Sector Aeroespacial del Ministerio de Economía y Energía, tampoco cree que haya tal «carrera por la Luna”: «No es que los estadounidenses lo quieran hacer solos, sino que habrá una gran cooperación como con la ISS junto con Canadá, Europa y Japón”, explica en entrevista a DW: «Necesitamos una señal clara de Estados Unidos sobre cómo seguir”.

Aunque el vicepresidente Pence no lo mencionase, la UE espera participar en el proyecto internacional de la NASA «Gateway”, que contempla la construcción de una estación espacial en la Luna. El proyecto está en fase de planificación y Rusia mostró su interés. Sin embargo, a finales del año pasado, el director de Roskosmos, Dimitri Rogozin, dijo que la Federación Rusa no participaría en este proyecto con un «papel secundario”.

Una vez terminado el programa del transbordador espacial, Estados Unidos estuvo casi 10 años sin enviar astronautas a la ISS. Todavía dependen de cohetes rusos Soyuz. Sin embargo, los estadounidenses trabajan en una nave espacial tripulada destinada a la investigación llamada Orion. La NASA relaciona esta nave con sus planes de llegar a la Luna y el vuelo de prueba ya fue superado con éxito en 2014. En el mismo proyecto, la Organización Espacial Europea desarrollo para Orion un modulo de servicio para abastecer la nave de combustible, agua y oxígeno. «El módulo se construyó en Alemania y «para nosotros es un gran éxito poder colaborar con Estados Unidos con estos componentes”, concluye Jarzombeck. (DW)

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