Dirigente mapuche Hugo Alcamán: “La política es negociar”

Dirigente mapuche Hugo Alcamán: “La política es negociar”

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El presidente de la corporación de profesionales mapuche Enama se refiere a la inédita ola de atentados del jueves 6 y señala que sus autores buscan amedrentar a las comunidades que optaron por una vía pacífica, descritos como “yanaconas” (traidores). Integrante de un grupo que apoya una lista de 11 candidatos a escaños reservados con ideas afines a la centroderecha, estima que la violencia no va a cesar hasta que se promulgue una nueva Constitución que responda la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU (2007) y otros convenios internacionales.

“Ser más chileno que yo es difícil, pero antes soy mapuche”. Hugo Alcamán, 65 años y presidente de la corporación de profesionales mapuche Enama, vive 13 kilómetros al sur de Temuco, desde donde ha seguido la ola de violencia registrada la última semana en La Araucanía.

  • Los ataques registrados en la comuna de Lumaco el jueves 6 de mayo dejaron 26 vehículos quemados y llamaron la atención de los investigadores por el alto número de máquinas afectadas, porque ocurrieran durante el día y con más de 30 encapuchados armados que se enfrentaron con la policía.
  • Alcamán también integra el Consejo Político Mapuche y el Consejo Primeras Naciones, que promueve a 11 candidatos afines a la centroderecha para los escaños reservados en la convención constitucional.

El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, dijo que los atentados del jueves 6 buscaban amedrentar a las comunidades mapuche que trabajan pacíficamente. ¿Es así?

Sí, absolutamente.

¿Pero los atentados no amedrentan a todos los que trabajan, viven y transitan por una zona donde hay vehículos en llamas?

Indudablemente que afectan a todos, pero no hay nada peor para un movimiento autonomista que los propios mapuche que dicen representar cuestionen sus planteamientos, porque todo ese discurso se les cae. La idea de los movimientos autonomistas es amedrentar, pero mucho más a los mapuche que no estamos en la línea de ellos.  Y eso es un error de estos grupos, porque ya que se declaran movimientos políticos, la política es seducir, la política es negociar, y si no parten seduciendo a su propia gente, no parten negociando con su propia gente, mal le puede ir con los ajenos.

La policía recogió panfletos con los dibujos usados por la Weichán Auka Mapu (WAM) en sus atentados. ¿Cuál es su posición sobre este grupo?

La WAM expresa un discurso político y desde esa mirada debiera haber un diálogo político con ellos, y no lo hay. El problema es que no podemos hacer juicios categóricos de ninguna organización, porque a lo largo de todos estos años ha habido muchas mentiras (…). La más terrible fue la Operación Huracán, donde carabineros hicieron todo este show y cometieron estas faltas tan graves, entonces no puedo decir si los miembros de la WAM son delincuentes. Lo que digo muy claramente es que el narcotráfico, el robo, el asesinato no son una causa política, es delincuencia. Y si la Justicia determina que efectivamente son dirigentes de la WAM, eso lo acogeremos.

En los panfletos se utiliza el término yanacona, traidor, en aparente referencia a los mapuche que están trabajando de manera pacífica.

Somos un pueblo libertario, donde todos tenemos la posibilidad y el derecho a hacer lo que pensamos que es lo más correcto. Por lo tanto, esto de acusar de yanaconas es simplemente una conducta dictatorial.

Eso ocurrió también tras la quema de la casa de una dirigente de la comunidad José Lincopán Lepumán de la región del Biobío, el 9 de abril…

La gente de Lleu Lleu tomó la decisión de hacer una alianza productiva con las empresas forestales y, si así lo determinan, es su autodeterminación, que les corresponde por derecho. La autonomía y la autodeterminación es lo más importante que tenemos. Por tanto, si una comunidad mapuche decide tal o cual forma de desarrollo, eso es autonomía y autodeterminación.

Siguiendo esa misma lógica, ¿qué opina de las comunidades que resuelven autónomamente ejercer “control territorial” y no permitir la libre circulación por sus calles como en el resto de Chile?

Si lo veo dentro de la lógica del Estado de Derecho de Chile, no está bien, pero en otros países se respeta la autonomía de los territorios y hay policías indígenas, tribunales indígenas, y está todo regulado dentro de la propia constitución, que es lo que pedimos. Lo que ellos hacen es una autonomía y autodeterminación de facto.

¿Apoya o no entonces el control territorial?

En los territorios mapuche, sí, porque tenemos una realidad diferente a la de ustedes los chilenos. La relación con nuestro entorno no obedece a la misma lógica que tiene la cosmovisión chilena occidental.

Dice “ustedes los chilenos”. ¿Se considera chileno?

Indudablemente somos ciudadanos del Estado de Chile, de eso no hay duda. Yo entré a la Escuela de Aviación como cadete el año 71, a los 15 años, y ese año juré a la bandera y juré dar mi vida por este país. A los 19 años me gradué como oficial de la Fuerza Aérea de Chile, por lo tanto, he jurado dos veces dar mi vida por este país. Ser más chileno que yo es difícil, pero antes soy mapuche.

¿Espera que estas demandas de reconocimiento se resuelvan en la nueva Constitución?

Sí, definitivamente, porque no se ha avanzado, no se quiere reconocer a los pueblos originarios y esta oportunidad de la nueva Constitución nos lo permite. Tenemos 17 posibles constituyentes y es una enorme posibilidad.

¿Espera que el proceso constituyente baje la violencia en la zona?

Mientras dure la discusión, no. Vamos a seguir igual. Pero sí una vez que se promulgue una nueva Constitución que responda a la declaración de los derechos indígenas de las Naciones Unidas de 2007, la declaración del convenio 169 que Chile ratificó el 2008 y la declaración de los derechos indígenas de la Organización de Estados Americanos de 2016, porque ahí está todo lo que queremos. (Por Jorge Poblete, Ex Ante)

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