Tras una serie de polémicas, el Registro Civil adjudicó el 15 de octubre, la licitación para el desarrollo de la nueva cédula de identificación y pasaportes a la empresa china Aisino, esto por un período de 10 años y un monto de US$205 millones.
A través de un comunicado de Prensa, el organismo destacó que la licitación fue elaborada bajo “estándares OCDE” y permite una “significativa reducción de los costos para el Estado de Chile y especialmente para la ciudadanía”.
Pese a esto, desde el Congreso hubo un rechazo transversal a la decisión del Registro Civil.
Desde Renovación Nacional, el diputado Miguel Mellado dijo que es preocupante que China tenga los datos de todos los ciudadanos y aseguró que quizá hubo presiones para la adjudicación.
“Lo más complicado para saber es saber qué presiones hizo el estado chino al estado de Chile para obtener esta licitación; nosotros pedimos a la Fiscalía Nacional económica que investigue fuertemente”, sostuvo.
Gabriel Silber, diputado de la Democracia Cristiana, coincidió con su par de RN y fue claro en decir que esto sí o sí se debe investigar.
“Lo que corresponde es que la Contraloría revise el proceso de adjudicación y licitación” en términos de los montos involucrados y las condiciones de “seguridad y privacidad y protección de datos”.
De la mano con lo anterior, el diputado socialista Jaime Naranjo aseguró que la decisión del Registro Civil traerá consecuencias que como país lamentaremos.
“Lamentablemente esto va a traer consecuencias, ya que un estado extranjero se va a apoderar de la información de los ciudadanos chilenos, y por otro lado corremos el riesgo de perder la visa privilegiada que tenemos con Estados Unidos”, argumentó.
Recordemos que, a diferencia de los 680 millones de dólares que le ha costado al país la provisión de este servicio en los últimos 10 años, el monto por el cual se adjudicó esta licitación es de 205 millones para el mismo período. (Bio Bio)
