Diputada Nuyado: «Narcoterrorismo y robo de maderas no es mapuche»

Diputada Nuyado: «Narcoterrorismo y robo de maderas no es mapuche»

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Con voz serena, reconoce estar aún afectada por el “error” en la votación del proyecto de resolución de un grupo de parlamentarios de RN que pedían Estado de Sitio en La Araucanía, iniciativa en donde se abstuvo, el pasado 4 de marzo.

Si bien asume su equivocación y hoy afirma que debió haber votado en contra, Nuyado asegura que detrás de las duras críticas hubo un sesgo racista en su contra.

“Por ser mapuche fui la única que pagué la abstención y no lo pagó la Democracia Cristiana, que hubo cuatro votos a favor del proyecto”, lanza.

Y agrega: “Esos comentarios fueron demasiado fuertes (…) del pueblo chileno fueron terriblemente crueles y dentro del mismo Partido Socialista igual”.

Quizás, por lo mismo, es enfática en señalar que nuestro país está “muy lejos” de tener un representante indígena como Presidente de la República.

¿ESTADO PLURINACIONAL?

¿Qué tanto influiría en el Congreso los escaños reservados para motivar una mayor participación política de los pueblos originarios?

– Yo diría que es una gran fortaleza, independiente que muchos la critiquen. Muchos del oficialismo no estaban de acuerdo porque consideran que somos todos chilenos y que por lo tanto es una única nación única e indivisible como lo señala la Constitución. Pero eso es no reconocer la historia de los pueblos indígenas como primeras naciones presentes en la formación del Estado chileno. Por lo tanto es necesario hoy día y urgente de disponer de escaños reservados en el Parlamento por lo que esto significa.

Acá tiene que haber una discusión mayor de las leyes mismas que hay que ir revisando, en el Congreso históricamente las leyes que se han aprobado, los proyectos de ley que pasaron por parlamentarios, que la mayoría han sido no mapuches. Pocos mapuches del territorio wallmapu han llegado en la historia al Parlamento, y un porcentaje de ellos también eran ligados a la derecha, entonces creo que los escaños reservados de los constituyentes es clave para escribir esta nueva Constitución, pero también va a ser necesario de contar con parlamentarios de pueblos indígenas en el Senado y en la Cámara de Diputados para todos los debates que se deben dar desde la realidad de los territorios.

Con los escaños reservados para constituyentes ¿se abre la posibilidad de discutir un Estado plurinacional?

– Sí, porque en este Estado plurinacional tienen que convivir las diversas naciones de pueblos indígenas, las naciones chilenas, por lo tanto tienen que convivir en una relación de generar interculturalidad, porque hoy día esta no se ha dado, por lo tanto tenemos que avanzar a un estado plurinacional, pluricultural, y por eso es importante que estas discusiones y estos proyectos deben tener el contenido intercultural.


ARCHIVO | Pablo Ovalle | Agencia UNO

Por eso es necesario que el Congreso pudiéramos tener una comisión permanente de pueblos indígenas que pueda atender todas las materias para ello, y espero que así se defina la proposición de los representantes de pueblos en la Convención Constitucional para que en el momento que quede plasmado lo que va a hacer los grandes lineamientos donde se garantice en una nueva Constitución la participación política de los pueblos, a través de escaños, la participación de los derechos colectivos de los pueblos, el derecho territorial que hoy día está afectando el territorio mapuche, pero que también tiene afectado a todos los pueblos indígenas.

Yo presenté un proyecto para contar con esa comisión de carácter permanente, logramos presentarlo en la Comisión de Derechos Humanos y fue aprobado en su mayoría, y que está pendiente todavía porque la Secretaría de la Cámara no lo ha propuesto a consulta a ninguna de las comisiones, pero son otras prioridades así que eso está pendiente.

¿Ha presentado propuestas en el Congreso en ese sentido?

– He planteado lo mismo que han planteado dirigentes mapuches que el primer acercamiento que debiera generarse como medida del Gobierno para restablecer confianzas y avanzar hacia la paz, era primero desmilitarizar el territorio wallmapu. Segundo, la conformación de una comisión vinculante que permita establecer la pérdida territorial del pueblo mapuche. El Estado no ha introducido modificaciones al Convenio 169 cuando éste debió empezarse a aplicar el 2009, para eso la ministra de Desarrollo Social y Familia tiene que liderar ese proceso, lo que no hicieron los anteriores ministros.

En el Poder Judicial, los procedimientos se deben adecuar para tener aplicaciones de medidas cautelares distintas a las cárceles, porque este ha sido el conflicto con los líderes del pueblo mapuche cuando han sido detenidos, en vista que ellos debieran estar en la comunidad, los machis en sus rehues, en sus territorios. Es como los carabineros, donde mientras no se aclare su participación directa, ellos están con medidas cautelares en sus cuarteles. Yo presenté una modificación al Código Penal por los hermanos que están privados de libertad a raíz de la huelga de sobre 112 días del machi Celestino Córdova y los que están privados de libertad en la cárcel de Angol. Ese proyecto todavía no se ha revisado.

¿Hay una estigmatización hacia todos los pueblos originarios en general a partir del conflicto en La Araucanía?

– Sí, lo hay. Yo debo valorar que los demás pueblos indígenas han sido solidarios. Cuando el ministro Moreno quiso modificar el articulado de la Ley Indígena, y que terminaban afectando mucho más al pueblo mapuche, ellos tuvieron la solidaridad de rechazar esta consulta y que terminó guardada. Por lo tanto, creo que ha habido solidaridad y ellos están claros que la situación de la tierra está afectando al pueblo mapuche, pero ellos tampoco están ajenos, los aymaras, que tienen igual una situación complicada, a ellos les ha afectado las mineras, las empresas forestales. También el territorio Rapa Nui que pudiera haber tenido un territorio definido y también desarrollando cada uno de ellos velando por su propio desarrollo, eso tampoco se ha podido avanzar.

El Estado tendrá que dialogar, tendrá que generar alguna búsqueda de solución, pero esa voluntad política no ha estado, ha estado de parte de los pueblos indígenas, por parte del pueblo mapuche, pero no ha estado de parte de este Gobierno, ni de los gobiernos anteriores.

Se ha dicho que el primer paso que se debe dar es el diálogo, pero ¿Cómo se puede establecer dada la dispersión de líderes que hay por cada comunidad?

– Lo primero ahora, que es lo más urgente y que es lo que ha visto la comunidad internacional y también los chilenos, que están en desacuerdo que se militarice el territorio wallmapu, eso es lo primero. Porque no puede ser que las comunidades estén patrulladas por militares y por Carabineros, eso no habla bien de la democracia, eso vulnera todo tipo de derechos humanos, eso es prácticamente no prestar atención a lo que está ocurriendo y que es grave. Esto no se puede permitir, por eso es tan grave el error que cometí y que he asumido.

No es la mejor señal, esta es la peor decisión que toma un Gobierno donde durante todos estos años ha cuestionado el actuar del pueblo mapuche. Cree que el pueblo mapuche es terrorista, que es narcotraficante, porque así también lo han hecho creer los que han investigado, así también lo ha hecho creer los fiscales. Y eso no es así.

No tiene sentido, cómo vas a acercar el diálogo si estás utilizando el estado de Excepción constitucional que es para enfrentar una crisis sanitaria. Hoy día se está enfrentando la demanda territorial de las comunidades como si esto fuera una guerra, y las comunidades no están armadas como para enfrentarse en una guerra. No pueden seguir muriendo más weichafes en los territorios. Ahí es donde uno dice, en qué cabeza, porqué se toman estas decisiones.

Pero el gobierno ha sostenido diálogos con algunos representantes mapuches

El Convenio 169 señala que el diálogo que tienen que llevar a cabo los diversos gobiernos, lo tienen que hacer con todas las instituciones representativas de los pueblos. Eso significa con aquellas comunidades que tienen personalidad jurídica, pero eso también significa por las diversas formas de organización que tienen los pueblos indígenas, con sus autoridades ancestrales. No dice que hay que hablar con 10 líderes del wallmapu, con los que generalmente tiene la posibilidad de tener vocería por los medios, lo tiene que hacer con todos y eso es lo que no se ha hecho.

Los diversos Gobiernos buscan a sus amigos que adhieren a ellos, pero eso es fácil, eso es decir que está todo bien porque no van a llamar a alguien que tiene una posición distinta de lucha, no van a llamar a alguien que va a decir a nosotros nos usurparon nuestro territorio, por lo tanto nosotros necesitamos recuperarlo.

¿Es un comienzo para lograr una solución la autonomía de las comunidades?

– Las comunidades han esperado que en estos casi cuatro años del gobierno del presidente Sebastián Piñera se haya ejecutado el presupuesto de la Conadi, se haya comprado la tierra que el espacio territorial que ellos demandaron, y que además sus antecedentes antropológicos jurídicos señalaban que tuvieron pérdidas y que estaban en carpetas listas para ser compradas, y que este gobierno no compró. Las comunidades ni siquiera le están diciendo nosotros queremos la autonomía, le están exigiendo al Estado, al Gobierno actual, que dé cumplimiento a la Ley 19.253 del Fondo de Tierras, y que este presupuesto se haya gastado, 76 mil millones, donde solamente el 8% se ejecutó el año 2020, y los años anteriores, tampoco lo ejecutaron, tampoco compraron tierras y lo hicieron convenios con diversas gobernaciones, municipalidades, de recursos para riego para contratar personal que adhiere a este gobierno, ni siquiera para darle soluciones en materia de riego a las familias. Y eso cansa, y eso molesta. Por lo tanto ellos tienen el legítimo derecho de salir a movilizarse, de salir a exigir que se les compre tierras.

¿El pueblo mapuche podrá aspirar a tener un representante que sea Presidente de Chile?

– Estamos muy lejos todavía de hacerlo porque primero tenemos que generar un trabajo de autonomía en el territorio, y la autonomía tiene que ver con el desarrollo económico de las familias. Si las familias hoy día no tienen desarrollo económico, no tienen acceso para poder ofertar sus productos, hay una brecha digital inmensa, no tienen la posibilidad de desarrollo cuando no tienen caminos, no tienen un sistema de energía, cuando no le puedo asegurar a la familia el alimento, por lo tanto no podría yo desde ya hablar de autonomía y pensar que voy a tener un Presidente de las naciones de pueblos indígenas, cuando todavía no tenemos el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, por lo tanto es una gran apuesta y también una gran exigencia para quienes van a ser nuestros representantes en nuestra Convención Constitucional en escaños reservados.

LA “SOLEDAD DEL POLÍTICO”

¿Qué sensaciones le deja su primera experiencia como parlamentaria?

– Yo venía como dirigenta mapuche, por lo tanto al inicio era mi temor de un mundo absolutamente desconocido, un mundo que está expuesto permanentemente a través de los medios de comunicación, porque además errores que uno puede cometer son situaciones que complican el trabajo de un parlamentario. Mi gran preocupación siempre estuvo en tratar de no equivocarme en tener una posición que vaya a ser distinta al mundo del cual yo venía, por tanto no afectar a los pueblos indígenas, a la clase trabajadora, por lo tanto era fijar mi meta en aquello.

¿Es una doble presión representar un partido político y a una etnia?

– Al inicio tenía temor que el Partido Socialista pudiera coartar tal vez mi expresión, no dejar definir mi planteamiento o posición especialmente a lo que tiene que ver con pueblos indígenas y especialmente lo que ocurría en contra del pueblo mapuche por las diversas actuaciones como habían también respondido otros gobiernos, donde también estuvo involucrado el Partido Socialista, entonces igual era mi preocupación. Pero sentí que al inicio en el momento en que llego al Congreso, tuve una buena recepción porque venía de un mundo dirigencial, por lo tanto tampoco había cuestionamiento hacia el rol que podía cumplir en el Parlamento.

Con el tiempo se va conociendo más a los parlamentarios, la participación en las comisiones, se fueron generando unos nexos de trabajo importante con muchos de ellos. Por lo tanto, ahí uno siente que no está sola, entendiendo que es un mundo muy solitario el de los políticos y de los parlamentarios, por la representatividad que se tiene, por la sensibilidad y los problemas que se generan. Y el caso mío, era una triple obligación de tratar de posicionar dentro de lo que me corresponde como parlamentaria, el apoyar proyectos que son también de la bancada, que son de pueblo chileno, pero también la responsabilidad de pueblos indígenas y en especial en temas tan difíciles, como ha sido la relación del Estado Chileno con el pueblo mapuche, por lo tanto, era aún más esa preocupación.

¿Qué pasó ese día en la votación del proyecto para militarizar La Araucanía?

– Ese 4 de marzo, de manera muy personal, tuve que salir a pedir disculpas públicas al pueblo mapuche, a las familias y organizaciones que me han apoyado, y que me han llamado con preocupación, porque en un proyecto de resolución de parlamentarios de Chile Vamos yo me abstuve, por lo tanto la bancada se abstuvo, pero nadie preguntó ni hubo un acuerdo absoluto de bancada. Yo estoy haciendo el trabajo telemáticamente por dificultades que se me empezaron a generar con los vuelos, también en el cuidado que debo tener, porque tengo una madre de 91 años con Alzheimer.

¿Fueron muy duras las críticas?

– Me abstuve como se abstuvieron muchos de oposición, pero tanto la mirada del pueblo chileno, tanto de izquierda y muchos autónomos, me hicieron críticas muy duras respecto a aquello. Poco menos que me habría coludido con el Partido Socialista y se habría llegado a acuerdo con la derecha, con el Gobierno de Sebastián Piñera. Entonces son especulaciones malintencionadas, yo señalé el error que tuve, porque el trabajo telemático también uno debe estar propenso a cometer errores, es un poco más lento el sistema que vuelve cuando uno se equivoca, y por no tener la mejor señal en el campo, pasó.

¿Cree que pagó los “platos rotos” por su error?

– Por ser mapuche fui la única que pagué la abstención y no lo pagó la Democracia Cristiana, que hubieron cuatro votos a favor de este proyecto de resolución. Por eso siempre sentí que por el hecho de ser una voz mapuche, tal vez estoy muy observada y tanto por el pueblo mapuche, donde muchos de manera muy malintencionada ya dieron por hecho aquello, y donde también los medios de comunicación le dieron gran cobertura a un proyecto de resolución, que no era un proyecto de ley. Entonces cuando la gente entiende, como el caso de varios abogados, mapuche escolarizados, mapuches que tienen claro cuándo es un proyecto de ley, cuando es una moción, igual trataron de confundir a la opinión pública, de confundir a las comunidades y yo creo que tampoco eso es el ánimo.

¿Cree que hubo un sesgo racista o clasista en las críticas?

– Si, yo sentí un sesgo muy racista y clasista además, porque esto no lo iban a hacer a un mapuche que tenga plata y tenga estatus y esté en la élite. Pero era como barrer el piso con una mujer mapuche, entonces sentí como que esos comentarios fueron demasiado fuertes, del pueblo mapuche yo lo puedo aceptar, pero del pueblo chileno fueron terriblemente crueles y dentro del mismo Partido Socialista igual. Entonces es muy fácil especular y generar la revolución a través de Twitter, se puede decir que desde las redes sociales es fácil criticar y decir que la revolución la tenemos que armar de esta manera. Entonces me dolió un poco eso de gente que conozco, de gente que yo he trabajado, que han estado conmigo y que quisieron tal vez sepultarme.

¿Se sintió sola frente a las críticas?

– Es muy solitario esto, porque tampoco la bancada dio alguna explicación de por qué se abstuvieron, si yo estaba acá en el distrito y voté mal, me equivoqué y eso lo reconozco, también hay que tener rigurosidad, no puede ocurrir. Pero mi defensa, mi pensamiento, mi historia de vida, el tiempo que he dedicado a defender los derechos de los pueblos indígenas y en particular del pueblo mapuche, no se puede haber derrumbado en ese minuto en una abstención, también no significaba que esa abstención se sumaba a la aprobación, entonces tampoco se criticó a muchos parlamentarios que estando ahí tampoco votaron, porque si hubieran votado cinco en contra, perfectamente no se iba a aprobar ese proyecto de resolución que además pasó casi en un resumen muy escueto y que finalmente el contenido era muy distinto.


ARCHIVO | Fernando Lavoz | Agencia UNO

Yo le tenía tanto miedo a esto que me hubiera pasado el primer año y me viene a pasar casi en el cuarto año, entonces ahí pude ver cómo en la política es tan dura, cómo las redes sociales actúan con tanta crueldad. Uno pudo haber votado bien todo el tiempo y te equivocas, y en ese momento te quieren crucificar, entonces en eso creo que para los que estamos en política, es difícil.

¿Y qué opina del proyecto? Porque por lo que comenta no está a favor de la militarización en La Araucanía.

– En lo absoluto, yo no he cambiado en absoluto mi posición respecto al cómo se está utilizando hoy día el Estado de Excepción Constitucional, cómo se ha intervenido con militares en La Araucanía, entonces eso es grave. Acá hemos estado permanentemente no apoyando esos proyectos que lo que quieren es prácticamente inculpar al pueblo mapuche, entonces claro que para mi es un tremendo dolor aquello.

¿Cree que esta polémica le quita piso a su rol de representante del pueblo mapuche en el Congreso? ¿O cree que las comunidades entienden que fue un error y que no representa su pensamiento?

– Al menos las comunidades de mi territorio, los dirigentes me llamaron a tener más rigurosidad, me dijeron que saben que soy una mujer mapuche que está más observada, que estoy más expuesta. Me dijeron que si se equivocó nosotros le vamos a creer, pero no le tiene que volver a ocurrir, porque hemos caminado juntos, porque si tenemos problemas, recurrimos a usted y la valoramos. Usted es una mujer política que hoy día no tan solo está siendo observada por muchos que la quieren ver desaparecer porque su voz no ha sido tan débil en el Congreso, que ha abierto un espacio para que otros y otras puedan atreverse.

¿Se siente como la voz del pueblo mapuche en el Congreso?

– Yo siento que por mi origen, por el trabajo que he desarrollado, soy una voz de un territorio que me apoyó, de un territorio que tuvo la oportunidad que el Partido Socialista brindara a abrir este espacio, pero no soy la representante de los pueblos indígenas, no soy la representante del pueblo mapuche, sino que una voz del territorio que me mandató a representarlos en el Congreso. Y en eso hubo votos en su mayoría de mapuches huilliches, en eso hubo votos de chilenos y chilenas conscientes que era necesario que esté la voz de una mujer mapuche que conoce la realidad del campo y la ciudad, la pobreza, de la clase trabajadora.

Se me acercaron personas que no necesariamente tenían sus apellidos mapuche, pero reconocían que hacía falta que alguien del pueblo mapuche pudiera llegar al Congreso, porque era necesario que a estas alturas. El Parlamento debió haber tenido escaños reservados para parlamentarios y parlamentarias en la Cámara y en el Senado.

¿Qué viene para usted ahora que termina su periodo parlamentario? ¿Está pensando en el Senado o incluso proyectarse para postularse a la Presidencia?

– No, yo solamente he pensando en tratar de responder al electorado, a las familias mapuches, a la ciudadanía, a la clase trabajadora, de votar bien que no se les afecten sus derechos y tratar de terminar bien este periodo de cuatro años y el Partido Socialista definirá si le parece o no dejarme en el cupo o llevar alguien más. Yo milito en un partido y ese partido también va a definir, si bien no me ha acallado, no me ha marginado, también pudiera presentar una máquina electoral y no apoyarme a mí. Tengo esa desconfianza, no confío cien por ciento de cuál va a ser el futuro de esta mapuche y hoy sobre todo por el error que cometí, tendré que evaluar también junto a los dirigentes y las familias que me apoyaron y las autoridades mapuche que estuvieron conmigo.

Hay que hacer una evaluación y posteriormente definiremos cuál va a ser el rumbo, pero desde el espacio donde esté siendo parlamentaria o no, esta es mi vida a la que he dedicado como dirigenta, con este espacio hoy día, apoyando fuertemente para que líderes mapuches tengan espacio, tengan la posibilidad de estar en las alcaldías, en las concejalías y precisamente de alguna de otra manera, de hermanos y hermanas que están participando a través de escaños reservados.

Si no hubiera repostulación ¿se iría satisfecha o considera que quedaron cosas pendientes?

– Generalmente quedan cosas pendientes, por ejemplo, un mecanismo de consulta para las mociones y proyectos con mensaje presidencial y las mociones parlamentarias, que deben tener consulta cuando se afecta a pueblos indígenas. Y eso no hay en el Parlamento. Una comisión de pueblos indígenas de carácter permanente que vaya revisando todos los proyectos de pueblos indígenas, que puedan afectar a pueblos indígenas. Siempre van a quedar temas pendientes, pero en el tiempo que nos queda esperamos ir avanzando en aquello.

VIOLENCIA EN ARAUCANÍA

Prácticamente todos los días están ocurriendo hechos de violencia en La Araucanía, con comuneros y con carabineros heridos, e incluso algunos han perdido la vida ¿hay mapuches detrás de esto? ¿Qué pasa con el robo de madera?

– Yo lo he dicho, sinceramente el robo de madera, como lo dijo el excapitán de Carabineros, Miguel Toledo, es un robo que no es del pueblo mapuche, categóricamente. Hay grupos organizados y hay carabineros, según indicó. Por eso es importante que el fiscal Abbott considere una investigación directa y disponer un fiscal. Con todo el sistema de inteligencia que tiene Carabineros, con toda la militarización en las comunidades, no es posible que no sepan quién roba la madera, es muy raro todo esto, porque no es un robo de un par de trozos, los mapuche no tienen camiones, el robo es industrializado, imposible. Ningún mapuche tiene esos recursos para robar a tal nivel.

Aquí es fácil decir que son las comunidades movilizadas, no podemos ingresar a las comunidades, pero están sitiadas. Esto tiene que ver con el accionar que han instalado diversos gobiernos, el gobierno pasado de Michelle Bachelet, con mayor fuerza este gobierno con el Comando Jungla, y hoy día con el Estado de Excepción Constitucional, los militares están en las comunidades.

¿ Y respecto a los atentados incendiarios? ¿Quién está detrás, entonces?

– Ahí tiene que haber una investigación, pero si dicen ‘esas son las comunidades’, yo tengo que señalar que no admito que se señale sin tener pruebas que son las comunidades. Debe haber algún grupo que tiene un interés en particular y que les interesa mucho que las comunidades se les siga estigmatizando, que son violentas, terroristas y ahora últimamente se les ha señalado que son narcotraficantes, pero son términos que han acuñado para proteger a otro grupo que seguramente también está buscando hacer desaparecer a las comunidades y que el Gobierno niegue todo tipo de reivindicación territorial.

En absoluto el pueblo mapuche es el que está generando la violencia, imposible que el pueblo mapuche por ningún lado es terrorista y menos narcotraficante. Son circunstancias de aprovechamiento de grupos que nada tienen que ver con demandas territoriales del pueblo mapuche, porque eso ocurre cuando los Gobiernos no han tenido la capacidad de investigar y porque tampoco les interesa investigar en profundidad, sino que les interesa seguir estigmatizando al pueblo mapuche.

¿Y qué pasa con las familias que han sido afectados con la violencia? Porque esto es transversal, tenemos los ejemplos de los casos de Camilo Catrillanca y el matrimonio Luchsinger Mackay ¿qué les diría a las personas que no son mapuches y han sufrido con esta violencia?

– El caso Luchsinger Mackay uno dice que es súper lamentable que le maten a la madre, que le maten al papá, es triste. Y he tenido conversaciones permanentes con el machi Celestino Córdova, que es el único privado de libertad junto a los primos Trancal. Y el machi ha señalado que él tuvo un juicio donde no tuvo la oportunidad de defenderse, y condena al igual esta situación, pero en ningún minuto señala que él y los otros que señalan eran responsables de aquellos, porque vivían en territorios diversos, porque además no tenían una buen comunicación para decir ‘vamos a ponernos de acuerdo, y vamos a ir a asesinar al matrimonio Luchsinger Mackay’, en lo absoluto.

Considero que nadie puede asesinar ni quitarle la vida a otro ¿Cómo nos vamos a sentir superiores asesinando a otras personas? Eso no está en nuestros conceptos, ni en nuestros códigos como machi, como comunidad, porque la luchas son por los derechos colectivos, si bien tenemos pérdida territorial, eso no significa llegar y asesinar con crueldad a personas que el Estado traspasó, entregó y dejó instalado en el territorio mapuche, por lo tanto el Estado es hoy día el que tiene que acercar posiciones y dialogar. Y le tiene que garantizar a estos colonos que llegaron en el pasado y que están en territorio mapuche, por lo tanto es una responsabilidad del Estado, pero no nos corresponde a nosotros hacer justicia por nuestras manos.

Y también hay montajes, como quedó al descubierto con la Operación Huracán, que no venía necesariamente de este Gobierno, sino que de antes. Nosotros veníamos denunciando hace tiempo, pero nadie nos creía y claramente quedó en evidencia con el asesinato del weichafe Camilo Catrillanca.

¿Los colonos deben negociar y dejar las tierras?

– Esa es la tarea que tiene el Ejecutivo de dialogar, que el colono diga cuál es su planteamiento. Es bueno que el Gobierno hable con las empresas transnacionales, con las forestales instaladas en territorio mapuche, es importante que el Gobierno le pregunte a esas personas que por diversas razones se quedaron en el territorio y eso es trabajo que debe establecer el Ejecutivo. La responsabilidad al final la tiene el Estado y por lo tanto, si no se juntan estos tres poderes para accionar juntos, para escuchar al pueblo mapuche, para escuchar a los colonos, para escuchar a las empresa transnacionales y tomar decisiones… El pueblo mapuche está dispuesto a hacerlo, pero considera que no hay quién lo haga, pero si no hay voluntad de todo el Estado, entonces nadie va a querer hacer nada y tienen que haber leyes dispuestas a hacer en el Parlamento, porque también hay leyes que avasallaron derechos territoriales de los pueblos indígenas, hay que empezar de una u otra manera a protegerlos. (Bio Bio)

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