Corría el año 2000 y la entonces presidenta de la Juventud de la UDI, la actual diputada María José Hoffmann, hizo una convocatoria para que jóvenes secundarios de distintos establecimientos de Santiago pudieran conocer las actividades del partido y, de esa manera, fueran involucrándose en política.
Con 15 años de edad, uno de los estudiantes que respondió al llamado fue Diego Schalper Sepúlveda, entonces alumno del Colegio Alemán, hoy diputado por Renovación Nacional y una de las figuras que lidera el “rechazo” en la derecha.
Nacido en Santiago el 14 de marzo de 1985, es el mayor de los cuatro hijos del matrimonio formado por Christian Schalper Schwencke y María Elena Sepúlveda. De ellos, dicen en su entorno, heredó la rigurosidad y sus cualidades de “mateo” y “trabajólico”. Incluso, algunos de quienes conocen su trayectoria política dicen que “sus papás lo criaron para que fuera Presidente de Chile”.
Sus primeros cargos vinieron desde la política estudiantil, como presidente del centro de alumnos de su colegio y, poco antes, siendo parte de la primera directiva de secundarios de la UDI. Pero, nunca militó en ese partido y, más bien, terminó alejado de varios de los compañeros de esa época, sobre todo luego del quiebre que tuvo con el gremialismo universitario en los 2000.
GREMIALISTA CRÍTICO
En 2008, Schalper fue electo -en representación del Movimiento Gremial (MG)- como consejero superior de la Pontificia Universidad Católica, en donde había entrado a estudiar Derecho en marzo de 2003.
El mismo año en que el ahora diputado llegó a convertirse en representante de los estudiantes, nacía en esa casa de estudios el movimiento de centroizquierda Nueva Acción Universitaria (NAU) que, con representantes como los hoy diputados Miguel Crispi y Giorgio Jackson, le quitó la hegemonía de la FEUC al MG hasta 2014.
El surgimiento del NAU y un diagnóstico contrapuesto acerca de la forma de enfrentarlo, hicieron que Schalper fuera cada vez más crítico del gremialismo… y los gremialistas de él. Es más, hasta hoy, jóvenes representantes del MG le achacan a Schalper haber “quebrado” el grupo. Tal quiebre, eso sí, se materializó en 2010 -un año después de que Schalper se titulara de abogado- con el surgimiento de “Solidaridad”, movimiento de centroderecha con un fuerte sello conservador en lo valórico y menos liberal en lo económico.
Parte de ese sello quedó también impregnado en la Fundación Idea País -que Schalper creó en 2010 junto a Claudio Alvarado, Francisco Salinas y Cristián Benavente- y en su posterior “brazo político”, Construye Sociedad.
El sello conservador católico que estas organizaciones tienen y que el propio legislador exhibe, llaman la atención en varias de las fuentes consultadas por este medio. ¿La razón?, Schalper fue criado bajo la religión luterana y se convirtió al catolicismo recién en su época universitaria.
Parte de esa transformación, dicen las mismas fuentes, tiene que ver con su inquietud intelectual. Porque lo de Schalper -cuentan en su entorno- fue producto de un completo estudio de la religión.
LLEGADA A RN
De su personalidad, algunos de sus críticos destacan que tiene una “fuerte ambición personal”, lo que le dificulta el desarrollo de proyectos colectivos. En ese sentido, plantean que “solo se asocia a otros de manera instrumental, porque si no es él quien lidera un proyecto, lo critica y lo abandona”.
Por eso mismo, algunos representantes de la UDI dicen que terminó alejado de la tienda, pues explican que “por sus ideas, por lo que defiende, es obvio que Schalper debiera estar en la UDI”.
De hecho, para las primarias presidenciales de 2013, Schalper apoyó a Pablo Longueira (UDI) por sobre Andrés Allamand (RN). Aunque ese respaldo le costó severas críticas en su momento, no ha afectado la cercanía que actualmente tiene con el senador RN.
El también Máster en Derecho de la Universidad Libre de Berlín terminó fortaleciendo sus vínculos con RN, sobre todo luego de conocer al extimonel Carlos Larraín a comienzos de la década pasada, cuando Schalper lideraba Idea País.
Su arribo como militante de RN llegó años después, tras ganar, en 2017, la elección como diputado por la Región de O’Higgins, zona en que Renovación no había tenido parlamentario en los últimos 24 años. Para esa contienda, el entonces timonel de RN, Cristián Monckeberg, le dio el cupo a Schalper, “en la lógica de ampliar la base de Renovación”, según explica el hoy ministro de Vivienda.
La campaña estuvo marcada por episodios complejos, como la fallida impugnación de su candidatura -acusado de no residir en la región en los plazos mínimos establecidos por ley- o la utilización de la imagen de Nabila Rifo para criticar la aplicación de justicia en el país, razón por la que fue acusado de una ilegalidad y obligado por los tribunales al retiro de la propaganda.
A su cualidad de trabajador le asignan las razones del triunfo. Al respecto, una persona que conoce al legislador hace más de una década dice que es “una persona tan inteligente como para ser siempre el mejor alumno, pero que trabaja como si nunca supiera nada”.
Un dirigente de la UDI regional reconoce que el triunfo de Schalper, en alguna medida, fue sorpresivo para el partido y que, por ser “un tipo hábil políticamente y muy trabajador”, pone en una situación compleja al partido, ya sea si decide competir para la senatorial -que lo enfrentaría al diputado UDI Javier Macaya- o bien si va por la reelección. En este último caso, “seguro arrastra a otro RN, quitándole otro cupo más a la UDI”, vaticina.
Por estos días, sus más cercanos en el partido que dirige Mario Desbordes -a quien, dicen, le quiere disputar la presidencia de RN- son los diputados Luis Pardo, Diego Paulsen, Cristóbal Urruticoechea, Harry Jürgensen y Catalina del Real, además de Allamand, con quienes comparte la opción de “rechazo” para el plebiscito de abril.
Actualmente, Schalper está casado con la diseñadora y máster en sustentabilidad en moda María José Simian, y son padres de Gaspar (3) y Dominga (1). Hace poco, volvieron a vivir a Santiago debido a una condición de salud de su hija menor, que requería un tratamiento médico en la capital. Así, la casa de los Schalper-Simian se ha convertido en una de las sedes para la coordinación del “rechazo”, pues recibe a distintos dirigentes de RN casi semanalmente.
Y es justamente ese trabajo por el “No” el que lo ha hecho -de acuerdo a algunas fuentes- volver a acercarse a la UDI y, de alguna manera, “reconciliarse” con el gremialismo. (La Tercera)
