Desarrollo como libertad (1)

Desarrollo como libertad (1)

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El exministro de Economía José Ramón Valente sentenció hace algunos días, de manera muy enfática, que “el modelo de desarrollo (de Chile) está bien”. Pero ¿qué entendemos por desarrollo?

Tradicionalmente el desarrollo se ha entendido como el crecimiento del PIB per cápita, la industrialización, el avance tecnológico o la modernización social. Sin embargo, hace un par de décadas el Premio Nobel de Economía Amartya Sen, presentó una forma alternativa de evaluar los procesos y resultados del desarrollo económico (Development as Freedom, 1999). Sen argumenta que el fin último del desarrollo se resume mejor como la expansión de la libertad.

Para Sen la libertad no depende únicamente de la riqueza sino de otros factores, como los acuerdos sociales y económicos (por ejemplo, en educación y salud), derechos políticos y derechos civiles, que la medición de los ingresos no necesariamente toma en cuenta y que cuando fallan, obstaculizan el desarrollo… como libertad. Por ejemplo, un país puede tener un crecimiento alto, pero no tener democracia, o tener un sistema de salud en el cual solo se accede a una atención de calidad si se tienen altos ingresos, en cuyo caso entonces el desarrollo no estaría bien.

Ahora bien, esta libertad no es cualquier libertad. Usualmente cuando se habla de libertad se piensa en las libertades económicas (libertad de intercambios en el mercado) o políticas (libertad de votar y política), pero para Sen el desarrollo debería expandir lo que llama las libertades sustantivas, lo cual solo puede lograrse a través de la libertad constitutiva, la cual proporciona la capacidad del ser humano de actuar como “agente” (ser capaz de) en los diversos ámbitos en los que actúa. Esto último lo llama “agencia humana”, la cual no depende solamente de la capacidad del individuo, sino de como el contexto social, político y económico, afectan esa capacidad. Por ejemplo, un(a) niño(a) puede tener la capacidad de aprender, pero no tener acceso a educación, una mujer puede tener la capacidad de trabajar, pero no tener la libertad para esto, un anciano puede tener la capacidad de vivir en su vejez, pero no tener acceso a ingresos para hacerlo, etc.

Sen opina que existe una profunda complementariedad entre la agencia humana y los acuerdos sociales y que esta relación debe considerarse cuidadosamente en la evaluación y la elaboración de los programas de desarrollo: “Tenemos que ver la libertad individual como un compromiso social”.

El reciente estallido social en realidad está cuestionando la forma en la cual entendemos el desarrollo, no solo el modelo de desarrollo. Por eso mismo, un nuevo acuerdo social en una nueva Constitución, es una oportunidad de desarrollo como libertad para Chile. (La Tercera)

Claudia Sanhueza

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