DD.HH.: Ex Concertación rechaza comparar Gbnos. de Piñera y Pinochet

DD.HH.: Ex Concertación rechaza comparar Gbnos. de Piñera y Pinochet

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Este miércoles se cumplen 30 años desde que Patricio Aylwin asumió la Presidencia de la República de manos del ex general Augusto Pinochet, ratificando el regreso de la democracia en Chile.

Se trata de una conmemoración especial, ya que ocurrirá en medio de la peor crisis social y política del país desde ese hito, en la cual se ha cuestionado severamente el modelo originado durante ese régimen y sostenido durante tres décadas de transición.

En ese contexto, los líderes de los partidos de la ex Concertación hicieron un balance sobre el estado actual del sistema democrático y dieron a conocer a Emol sus impresiones sobre la comparación entre el actuar del Presidente Sebastián Piñera y el de Pinochet en materia de DD.HH.

En primer término, sobre si Chile vive actualmente una democracia real, el presidente del PS, Álvaro Elizalde, comentó que «yo viví la dictadura y sin duda que no hay punto de comparación. En Chile vivimos en una democracia«.

«Distinto es que ha habido violaciones a los DD.HH. que son inaceptables y que bajo ninguna circunstancia pueden quedar en la impunidad. Es vergonzoso que como sociedad, habiendo vivido la dictadura, no haya servido de lección para adoptar las medidas necesarias para no se produzcan», indicó.

En la misma línea, su par del PPD, Heraldo Muñoz, recalcó que «por cierto estamos en democracia, aunque con instituciones cuestionadas y debilitadas. Pero el proceso constitucional abre una oportunidad inédita para fortalecer nuestra democracia».

«Falta un compromiso para avanzar hacia un pacto social para responder a las demandas de justicia social aún pendientes, y para imaginar el país que queremos a mediano plazo», añadió.

En tanto, el líder del PR, Carlos Maldonado, señaló que «tenemos una democracia real en lo político, que es un valor muy relevante para cualquier sociedad del mundo, pero que está al debe en lo social, como lo puso de manifiesto la ciudadanía a partir del 18 de octubre».

«Hubo grandes avances desde el retorno a la democracia, un hito que marcó décadas importantes para el desarrollo del país, pero que en lo social no tuvo el contenido suficiente como para que fueran de la mano el desarrollo político con el económico y social», advirtió.

A su juicio, «ese desacople es lo que provocó la crisis que tenemos hoy y es lo que tenemos que abordar en los próximos meses y años a partir del trabajo en una nueva Constitución y de la construcción de nuevos paradigmas en materia de acción social del Estado».

Coincidiendo con esa visión, el presidente de la DC, Fuad Chahín, indicó que «la democracia no es un estado al que se llega y que luego no es necesario seguir profundizando y perfeccionando. Requiere un proceso de cuidado y perfeccionamiento permanente».

«Por lo tanto, es evidente que al asumir Patricio Aylwin en marzo de 1990 se recupera la democracia, el respeto a los DD.HH., las libertades y comienza un proceso político fundamental, pero por cierto que esa democracia requiere ser permanentemente perfeccionada», añadió.

En ese sentido, Chahín destacó que «es evidente que estamos en democracia, pero ésta necesita renovarse y refrescarse. Por eso que es tan importante el tener un proceso constituyente que nos permita tener un nuevo pacto político expresado en una nueva Constitución».

DIFERENCIAS ENTRE PIÑERA Y PINOCHET

El deterioro del respeto a los derechos humanos durante los cinco meses en que se ha desarrollado la crisis social, ha provocado que en casi todas las movilizaciones y reuniones masivas se apunte al Presidente Sebastián Piñera, quien ha sido incluso comparado con el general Pinochet por el rol de su gobierno frente a este tema.

Sin embargo, en la oposición hay distintas visiones sobre la certeza de ese paralelo. Para Elizalde, «sin duda que no hay comparación. Yo tengo una visión muy crítica de la gestión del Presidente y de la incapacidad del Gobierno para resguardar el respeto irrestricto a los DD.HH., lo que es especialmente grave cuando no se han implementado hasta ahora las sugerencias realizadas por las organismos internacionales».

«Pero la dictadura de Pinochet fue de una atrocidad que quizás para las nuevas generaciones cuesta imaginar, pero sin duda supera con creces lo que estamos viviendo hoy día. Pero mal de muchos, consuelo de tontos, y el estándar de DD.HH. debe ser cada día más exigente y por tanto, el desafío actual es tomar todas las medidas necesarias para que no se sigan produciendo estos atentados contra los derechos fundamentales», enfatizó.

Esa es también el planteamiento de Chahín, quien comentó que «uno puede entender eso porque son las consignas, que son pegajosas y muchas veces son una exageración. Indudablemente que bajo el Gobierno de Sebastián Piñera se han cometido las violaciones a los DD.HH. más graves desde el retorno de la democracia en nuestro país, sin que exista una respuesta mínimamente adecuada por parte del Gobierno».

«Pero creo que eso es incomparable con la dictadura de Pinochet, donde había orden directa del propio Presidente de hacer desaparecer forzadamente a las personas, de exiliar, torturar, encarcelar, ejecutar sumariamente, de perseguir a los opositores. Por lo tanto, creo que no son figuras comparables», recalcó.

Mientras, Maldonado aseveró que «yo creo que el del Presidente Sebastián Piñera ha sido un pésimo Gobierno, pero Pinochet fue una dictadura criminal y hay que saber guardar la distancia y reconocer las diferencias importantes entre ambas situaciones».

La misma opinión planteó Muñoz, quien aseguró que «los gritos que equiparan a Piñera con Pinochet son expresiones colectivas de agitación y rabia frente a la coyuntura de crisis, violencia y atropello de los DD.HH., y no constituyen una comparación politilogica que tenga sustento en la realidad«. (Emol)

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