Faltaba poco para que terminara la reunión mensual del Consejo de Rectores (CRUCh), el 26 de julio pasado, cuando se expuso una propuesta del Demre. La entidad que está a cargo de aplicar la Prueba de Selección Universitaria (PSU) planteó limitar la información que reciben las universidades con respecto a los resultados del test.
Según se indicó, uno de los objetivos es resguardar la información que entregan los estudiantes al momento de inscribirse para rendir el examen.
Así, los rectores de las universidades tradicionales aprobaron, por unanimidad, que al momento de la entrega de los resultados del examen, e inicio de las postulaciones -el 26 de diciembre-, el Demre libere una base de datos acotada.
«Lo que van a recibir son las bases innominadas, sin identificación ni datos de contacto», explica María Elena González, directora del Sistema Único de Admisión (SUA), entidad que agrupa a las 27 universidades tradicionales y a otras 14 privadas que seleccionan vía PSU.
Añade que cuando salgan los resultados de las postulaciones, la noche del 14 de enero, «cada institución recibirá los datos de sus postulantes y seleccionados, igual que siempre. Y finalizando el primer periodo de matrícula -el 18 de enero-, recibirán las bases completas».
Según González, es importante que los planteles reciban la información en ese momento «porque viene la repostulación a carreras, los llamados en caso que corran las listas de espera».
«TIRONEO DE ESTUDIANTES»
La encargada del SUA asegura que la decisión también se tomó porque «llegó un momento en que, por un lado, como se entregaban las bases, (las universidades) comenzaban a llamar a los estudiantes y eso no es una buena práctica. Se supone que los resultados tienen que tenerlos los estudiantes, y bajo su propia reflexión y análisis, postular. No (se tiene que) asumir ese periodo como un tiempo para recibir ofertas de distintas instituciones. En ese sentido queda mucho más transparente el proceso».
Difiere el rector de la U. del Desarrollo, Federico Valdés, quien asegura que la medida «afecta gravemente a los jóvenes que rinden la PSU».
A su juicio, hasta ahora las universidades reciben los datos de la PSU y «en base a estos, informan a los alumnos con qué beneficios (becas y créditos) cuentan en cada institución. Y si esta medida se llega a implementar, muchos alumnos que tienen derecho a algún beneficio, y que en muchos casos son significativos, se van a ver perjudicados económicamente solo porque no están bien informados».
Según Valdés, quien además representa a los planteles privados en el SUA, «lo que hay detrás de esto es el temor a perder alumnos porque las universidades les ofrecen mejores condiciones. Y lo que algunos llaman ‘caza de alumnos’ es simplemente un proceso de información».
El rector también advierte que «es un tema que podría llevarse al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, porque aquí se afecta el derecho de los alumnos a informarse, y de las universidades a entregar la información».
Asimismo, el rector de la U. Mayor, Rubén Covarrubias, sostuvo que «una vez más, el Consejo de Rectores hace y deshace sin consultar a la totalidad del sistema universitario. El proceso de admisión que viene es un proceso a ciegas, y no me parece lógico». Además, aseguró que «mientras el mundo va hacia la transparencia, el CRUCh va hacia el ostracismo».
Esta no es la primera restricción de información que hace el Demre con respecto a los resultados. En 2016, se acotó la información que reciben los colegios sobre sus egresados, entregando, en un primer momento, los rangos de puntajes de los jóvenes. Además, se acotaron las bases de datos, de manera que no se puedan realizar rankings .
DONDE CONSULTAR
Este año, además, la página web del Demre (www.demre.cl) será la única oficial para consultar los resultados de la PSU. Esto, según se ha indicado, para evitar filtraciones de datos como ha ocurrido anteriormente.
Sobre ese tema, los rectores notificaron al Demre que «el Consejo confía en que el Demre tomará todos los resguardos necesarios para que la operatividad del sistema no presente inconvenientes técnicos». (El Mercurio)
