Cruch alcanza cifra récord de rectoras tras la elección en la U....

Cruch alcanza cifra récord de rectoras tras la elección en la U. de Chile

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A las 15 horas del 28 de diciembre de 1954 se desarrolló la primera sesión del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch). El acta fue firmada por Juan Gómez Millas (U. de Chile), Alfredo Silva (U. Católica), Francisco Cereceda (U. Federico Santa María), Eduardo Morales (U. Austral), José Miguel Seguel (U. Técnica del Estado) y Jorge González (U. Católica de Valparaíso), mientras que Enrique Molina (U. de Concepción), se excusó de participar. Así, seis hombres y otro ausente llevaban a cabo la primera reunión de un espacio que por años ha sido materia casi ajena para las mujeres.

Y es que apenas seis rectoras -tres son actuales- han sido parte de dicha instancia desde su nacimiento en agosto de 1954, cuando la ley estableció la composición de este organismo colegiado, autónomo, con personalidad jurídica de derecho público, con el objetivo de coordinar la labor universitaria del país.

Según información del propio Cruch, la primera mujer en ser parte del consejo entre 2004 y 2008 fue Mónica Jiménez de la Jara, rectora en aquella época de la U. Católica de Temuco. Luego vinieron, aunque nombradas por la entonces Presidenta Michelle Bachelet, Roxana Pey (2015 a 2016) y Teresa Marshall (2016 a 2019), ambas por la Universidad de Aysén.

Eso hasta 2019, cuando la tendencia comenzó a mostrar tintes más acordes a los tiempos actuales, cuando en elecciones democráticas ganaron sus respectivas rectorías -y con ello pasaron a ser parte del consejo- las académicas Natacha Pino (U. de Aysén; 2019 a la actualidad), Marisol Durán (Utem; 2021 a la actualidad) y Elisa Araya (Umce; 2021 a la actualidad).

Y quizás por esta marcada presencia masculina en el Cruch es que las tres rectoras anteriormente mencionadas recibieron con especial jolgorio la noticia de que el jueves pasado Rosa Devés había sido elegida como la primera mujer rectora en la historia de la Universidad de Chile y, junto con ello, pasaría a ser también parte del consejo, lo que eleva a cuatro el número de mujeres dentro de una instancia que la componen otros 26 hombres. “Envié esta noticia a los rectores del Cuech (universidades estatales) y la algarabía era total, especialmente en las otras rectoras”, confidenció por ejemplo Ennio Vivaldi, aún rector de la U. de Chile, el día de la elección de su sucesora.

Es una responsabilidad y una alegría sumarme al trabajo que realizan las rectoras Araya, Durán y Pino. Ellas han marcado un camino que celebramos y agradecemos. Son nuevos tiempos para la igualdad género y nuestro compromiso es colaborar y construir en conjunto un sistema universitario más equitativo y justo”, dice al respecto Rosa Devés, la nueva máxima autoridad de la Casa de Bello.

Y si bien la presencia femenina puede no ser demasiado cuantiosa, es el momento en que en el Cruch habrá mayor representatividad simultánea de mujeres, lo que ya es mucho decir, considerando que de 2004 hacia atrás ni siquiera había una.

La elección de Rosa Devés es fundamental no solo porque se suma una mujer al Cruch, sino porque se trata de una universidad que antes tuvo 30 rectores y a eso se suma su enorme trayectoria no solo como académica, sino en gestión universitaria”, señala desde la U. de Aysén su rectora, Natacha Pino, quien cree que “este avance constituye un gran paso para todas quienes nos encontramos encabezando instituciones de educación superior y que hemos sido electas por nuestros pares. Celebramos el avance de la participación femenina en espacios tan relevantes para educación superior y esperamos que esto pavimente el camino para que seamos muchas más”.

Mientras, desde la Utem la rectora Durán señala que el hito en la Universidad de Chile “nos alegra profundamente como sociedad y como sistema educativo. Ello no solo por reconocer el avance en materia de acceso a puestos de toma de decisiones por parte de las mujeres, sino porque en esta ocasión se trata de la voluntad eleccionaria de quienes conforman la institución, tal como ocurrió en mayo del pasado año en la Utem”.

Asimismo, Elisa Araya, de la Umce, señala que la tendencia al alza de mujeres rectoras, con Devés como última triunfadora, “es un mensaje muy potente para dar coraje y fuerza a las mujeres para comprender que no existen espacios que nos estén vedados o que no podamos estar, a no ser por decisión propia. Nos parece que es importante que aprendamos que podemos hacer propuestas y liderar”.

En el pasado, eso sí, hubo otras mujeres rectoras de universidades que hoy son parte del Cruch, pero con ciertas consideraciones. Así por ejemplo, en la U. de Valparaíso Patricia Acuña fue subrogante desde octubre de 2007 hasta julio de 2008 por la renuncia anticipada de Juan Riquelme, mismo caso que Haydée Gutiérrez en la Utem ante la renuncia de Miguel Avendaño, mientras que en la U. de Playa Ancha Olga Arellano, primero, y Mariana Martelli, después, fueron designadas por la dictadura entre 1981-1987 y 1987-1990, respectivamente.

Con todo, la presencia femenina en el mundo de los rectores sigue siendo minoritaria, y ejemplos abundan: hasta antes de las llegadas de Natacha Pino, Elisa Araya, Marisol Durán y María Olivia Recart (U. Santo Tomás), 42 de las 43 rectorías de las universidades del Sistema de Acceso a la Admisión Universitaria estaban ocupadas por hombres.

“Sin duda, ha sido difícil abrirse camino en medio de las asimetrías que existen entre hombres y mujeres en la sociedad, y que se ven reflejadas al interior de nuestras comunidades educativas, pero el hecho de que aumente el número de rectoras tanto en el Cuech como en el Cruch, evidencia un notable avance”, señala al respecto la rectora Durán.

La elección de Devés, al menos, carga un poco más la balanza hacia las mujeres: ahora serán cinco de 45 las mujeres rectoras del Sistema de Acceso y cuatro de 18 las rectorías femeninas de las universidades estatales de Chile. Y la tendencia podría seguir al alza si es que en las futuras elecciones de la U. Federico Santa María (no es la única con elecciones por delante) termina siendo elegida alguna de las mujeres que suenan para suceder al rector Darcy Fuenzalida.

No se comprende todavía que en 18 universidades públicas haya solo cuatro mujeres y que eso sea una gran novedad. Lo que debería pasar es que el 50%, a lo menos, esté a cargo de mujeres o que sea obvio y  habitual que una proporción de este tipo se de en este espacio y cualquier otro espacio”, cierra la rectora Araya. (La Tercera)

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