Crean espumante con cepa criolla única en el mundo en zona de...

Crean espumante con cepa criolla única en el mundo en zona de Cauquenes

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Tres años de investigaciones a cepas no tradicionales en la provincia de Cauquenes, específicamente uvas blancas producidas en condición de secano y destinadas a la elaboración de espumantes, lograron la creación de un tipo de vino único en el país y en el mundo con seis mil botellas en su primera producción formal y bajo una marca comercial propia.

Se trata de una cepa que pertenece al secano de zonas cercanas a un humedal de la Cordillera de la Costa maulina, que además tiene una característica especial: es una uva que crece en parras que no se riegan y que solo se abastecen de agua con las lluvias, lo que las convierte en únicas.

Álvaro Muñoz, gerente de la Cooperativa Loncomilla, que reúne a unos 120 productores de vino de la zona, afirma que «se trata de un cruzamiento entre la uva País y Moscatel, que generó una cepa totalmente nueva que solo se da en esa zona. La cepa fue inscrita en los años 50 o 60 y antes se consumía como uva de mesa o vino corriente, pero después de una investigación de tres años, la cual determinó las características únicas de la variedad, se terminó con un espumante blanco y rosé, ambos brut».

En la zona hay cerca de 800 hectáreas de viñedos, la mayoría correspondiente a la cepa País, que es la primera variedad que llegó a Chile, introducida por los españoles durante el período de la Conquista, hace más de 400 años. Algo que hace a estos viñedos únicos en el mundo por su data de plantación. Fueron plantadas para que los sacerdotes jesuitas pudieran elaborar vino y así celebrar sus misas.

Irina Díaz, enóloga e investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias Raihuén (INIA), a cargo del proyecto, agrega que «se buscó valorizar las uvas blancas producidas en condición de secano y destinarlas a la elaboración de espumantes, dada la gran demanda nacional e internacional existente por este tipo de vino. Se trató de uvas seleccionadas y cosechadas desde 2015, de los campos ubicados en Sauzal, en las inmediaciones de Cauquenes».

Como resultado, el proyecto generó un espumante único en Chile que la Cooperativa Loncomilla, encargada de la producción comercial, presentó bajo la marca OVO. «Es un espumante de un sabor intenso, porque es de un fruto mucho más concentrado y con algo de influencia marítima al estar cerca de la costa», dice Álvaro Muñoz. (El Mercurio)

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